Oro imparable en 2025: sube hasta 40% en dólares y así podés invertir desde Argentina

El oro es uno de los activos más buscados cuando los mercados se vuelven inciertos. Históricamente, ha funcionado como refugio de valor, y en tiempos de inflación o turbulencia económica gana protagonismo. Lo que antes parecía reservado a grandes fortunas —comprar lingotes, guardarlos en cajas fuertes y asumir los costos de seguridad— hoy está al alcance de cualquier inversor local gracias a herramientas digitales.

Desde una cuenta de inversión en Argentina es posible seguir el precio internacional del oro y obtener exposición al metal sin la necesidad de adquirirlo físicamente. El proceso se realiza de forma sencilla, 100 % online y con instrumentos que se adaptan a distintos perfiles, desde los más conservadores hasta los que buscan mayor rendimiento.

El avance de las plataformas de inversión cambió por completo la manera en que se accede a este activo. Sin traslados, sin abrir cuentas en el exterior y sin trámites complejos, es posible sumarlo a un portafolio diversificado en pocos pasos.

Además de la comodidad, este esquema digital evita problemas clásicos del oro físico, como el riesgo de robo, el extravío o los costos de almacenamiento. En otras palabras, conserva las ventajas de un activo refugio, pero con la practicidad del mundo financiero moderno.

Alternativas para invertir en oro sin comprarlo

En la actualidad, el inversor argentino dispone de varias puertas de entrada al mercado del oro. Una de las más directas es a través del CEDEAR que replica el comportamiento del ETF GLD, un fondo que sigue el precio del metal en los mercados internacionales. Este instrumento se compra y vende en pesos, y su cotización se ajusta al valor del oro, permitiendo un seguimiento casi exacto.

Otra opción es invertir en acciones de compañías mineras que extraen y procesan el metal, como Barrick Gold o Harmony Gold. Este camino implica exposición indirecta: las acciones suelen moverse de acuerdo con el precio del oro, pero también dependen del desempeño de cada empresa, por lo que ofrecen oportunidades de crecimiento adicionales y la posibilidad de recibir dividendos.

Todas estas alternativas se operan desde una misma cuenta comitente, sin costos de apertura ni de mantenimiento. Incluso es posible comenzar con montos accesibles, lo que amplía el alcance a inversores con diferentes presupuestos.

Ventajas de elegir opciones digitales

El gran atractivo de estas herramientas es que combinan los beneficios históricos del oro con la agilidad de las inversiones online. No se necesita infraestructura para resguardar el activo, ni seguros ni transporte, y aun así se obtiene cobertura frente a la inflación y la devaluación.

A diferencia del oro físico, algunas de estas opciones —como las acciones mineras— pueden generar ingresos adicionales mediante dividendos. Esto permite sumar un flujo de dinero periódico, algo que el lingote guardado en una caja fuerte no proporciona.

Además, al operar en pesos y sin abrir cuentas en el extranjero, el proceso se simplifica enormemente. Desde el registro hasta la compra del activo se realiza de manera 100 % remota, con la misma plataforma que se utiliza para otros instrumentos financieros.

Otra ventaja es que la diversificación se logra de manera instantánea. Al sumar oro o activos relacionados al portafolio, el inversor agrega un activo que suele moverse de forma diferente a acciones, bonos o fondos tradicionales, reduciendo la volatilidad total de la cartera.

Elegir la opción adecuada para cada perfil

No todas las alternativas sirven para todos los inversores. Quienes busquen una réplica casi perfecta del valor del oro probablemente se inclinen por el CEDEAR del ETF GLD, ya que su comportamiento está directamente vinculado al precio internacional.

Si la idea es apostar a un rendimiento mayor y no incomoda la volatilidad, las acciones de empresas mineras pueden resultar atractivas. Ofrecen potencial de suba por la revalorización del oro y también por mejoras en la propia compañía, además de la chance de cobrar dividendos.

En todos los casos, la accesibilidad es un punto a favor: se puede empezar con poco capital, no hay gastos de apertura ni mantenimiento, y se opera todo desde una misma cuenta.

Cómo invertir desde Argentina: opciones disponibles

En las plataformas digitales argentinas, tenés tres caminos principales para "tener" oro sin tenerlo:

1. Un instrumento que replica el precio internacional del metal (como un ETF internacional), pero operado en pesos.
2. Acciones de grandes mineras como Barrick Gold o Harmony Gold, que ofrecen un efecto adicional: los movimientos en precio más dividendos potenciales.
3. Un portafolio prearmado –llamémoslo "Bañados en Oro"– gestionado por profesionales, ideal si preferís delegar la selección y seguimiento de activos.

Todas estas alternativas se manejan desde una sola cuenta, sin costos de apertura ni mantenimiento, lo que las vuelve muy accesibles para distintos perfiles y presupuestos.

¿Cuánto ha ganado el oro en 2025 en dólares?

Este año, el oro ha brillado con fuerza. Según Trading Economics, el precio del spot alcanzó los u$s 3.397,28 por onza en agosto, lo que representa una suba de 39,8% interanual.

Otras fuentes respaldan esta tendencia: MarketWatch informa una ganancia superior al 28% hasta la fecha del año, con precios rondando los u$s 3.398 por onza.

En conjunto, estas cifras reflejan que, dependiendo de la cotización exacta considerada (spot, máximos recientes, etc.), el oro ha crecido entre 29 % y casi 40 % en dólares en lo que va del 2025.

Cómo empezar es más sencillo que nunca

1. Abrí una cuenta de inversión en una sociedad de bolsa o bróker, sin costos de apertura ni mantenimiento.
2. Elegí la alternativa que mejor conecta con tu perfil: réplica fiel, exposición con potencial o portafolio gestionado.
3. Invertí desde montos accesibles, de forma 100 % online y en pesos.
4. Sumá exposición a un activo que ha registrado entre un 30 % y casi 40 % de ganancia en dólares este año, mientras protegés tu cartera.