Explotó la demanda de dólares, pero ¿es negocio comprar?
Existe una tradición bien extendida que en reuniones de amigos, en la mesa familiar e incluso en otros ámbitos, se trata de evitar hablar de "futbol, política o religión" entre otros temas. Pero curiosamente hay un ítem que no está vedado: el dólar. Lo interesante del caso es que cuando se toca este tema por lo general existe amplio consenso en que es la única forma de cubrirse del flagelo inflacionario y de los avatares tanto económicos como políticos.
En cuanto al uso que se le dará a los billetes, este va desde atesorarlos como viene sucediendo desde mediados de la década del 70, a partir del Rodrigazo, lo cual explica la enorme cantidad de billetes "cara chica" que circulaban en el mercado, hasta comprarlos para un fin específico como un viaje o la compra de un bien determinado.
Pero en rigor de verdad, la pregunta que debería formularse si esta afirmación es real y para asombro de muchos la respuesta es que no, ya que de un tiempo a esta parte, la caída del poder adquisitivo del billete verde es más que significativa.
Esta pérdida de poder adquisitivo no solo es local sino a nivel global, como consecuencia de la inflación que afecta a los EE.UU. A manera de ejemplo, quien compró u$s100 en 2020 hoy estos apenas equivalen a u$s80 de hoy y se retrocede en el tiempo hasta 2010, apenas pueden comprar unos u$s60 de hoy.
Qué pasó en Argentina
Si se toma como referencia la cotización nominal del dólar a fin de cada mes y se la ajusta por el índice de precios al consumidor (IPC) surge que el cierre de agosto del blue ($1.320) es levemente superior al vigente entre diciembre de 2015 y septiembre de 2018.
Pero a partir de ese momento, el dólar ajustado por IPC comenzó a trepar en forma sostenida, en especial durante la pandemia / cuarentena, para alcanzar su máxima expresión en octubre de 2020, cuando alcanzó su máximo hístorico en términos reales con $4.200 de hoy.
Posteriormente se registró un marcado retroceso en su cotización, pues entre 2021 y mediados de 2023, se movió en una banda que iba de los $2.500 a los $3.000, pero luego, en octubre volvió a dispararse para volver a rondar los 4.000 pesos por unidad y a partir de ese momento, cayó en forma abrupta hasta el presente.
Resumiendo, quienes compraron y "encanutaron" dólares blue a partir de 2019 y los mantuvieron hasta el presente acumulan pérdidas que en el peor de los casos llegan al 70%. En tanto, que se si toma en cuenta el promedio del período diciembre 2023 a hoy, la pérdida real es del 15 por ciento.
Incluso, si se toman las cotizaciones nominales puntuales de junio y julio del año pasado, el billete cotizaba por encima del cierre de agosto 2025.
Que viene sucediendo en los últimos meses
Como se sabe, con la salida del cepo y la apertura del mercado del dólar oficial, las cotizaciones entre los diferentes segmentos del mercado tendieron a igualarse, por lo cobra relevancia lo sucedido en este mercado en los últimos meses.
Pese a que los datos muestran que comprar dólares blue no resultó a lo largo del tiempo un buen negocio, en los últimos meses unos 4,3 millones de personas físicas compraron unos u$s10.000 millones, lo cual da una media de u$s2.330. En sentido inverso, unos 2 millones de personas vendieron casi u$s1.200 millones, a razón de u$s290.000 por mes por lo que la media, en este caso ronda los 586 dólares.
"Esto nos deja como resultado que las personas humanas están comprando u$s2.216,5 millones por mes, una cifra muy elevada" opina Salvador Di Stéfano.
El experto en cuestiones económicas y financieras agrega que "debemos destacar que entre junio y julio las compras de dólares se incrementaron en u$s992 millones, con un incremento en la cantidad de personas que adquirieron dólares que paso de 1 millón a 1,3 millones de personas humanas".
No obstante, este incremento puede atribuirse en buena medida a la liquidez que generó el cobro del medio aguinaldo en esos momentos, que luego se fue revirtiendo con el paso de los días. De hecho, según fuentes informales, ya en agosto se registró una baja de la demanda, lo cual implica el regreso a la normalidad en cuanto a capacidad de ahorro de la población.
En definitiva, lo sucedido en los últimos meses, que según algunos analistas responde en buena medida al fenómeno ligado al turismo expansivo, pues como acota el economista Agustín Cramo "todos quieren aprovechar el dólar barato para viajar", no le daría demasiada importancia a los traspiés sufridos en el pasado cercano, pues más que nada tendría un componente anticipatorio que responde a las dudas que plantea el precio actual del dólar y lo que podría suceder de cara a las elecciones legislativas de la Provincia de Buenos Aires el 7 de septiembre y las nacionales de octubre próximo.
Sobre este punto en particular, un dato a tener en cuenta como referencia es la cotización del dólar futuro. En tal sentido, a fines de agosto los contratos cerrados mostraban un dólar oficial para fines de septiembre de $1.408.50, mientras que para diciembre el precio se eleva a $1.530, lo cual implicaría subas del 6.5% y 15.6 por ciento.