El mercado descuenta un dólar a 3,23 pesos para fin de 2007
En su último informe, el Centro de Investigación en Finanzas de la UTDT arroja que con un Indice de Precios al Consumidor (IPC) estimado en 10,2%, la paridad por dólar o tipo de cambio nominal implícito se ubica en los $3,23 para fines del 2007, 4,19% por encima de los $3,10 a los que cotiza hoy. Según el director ejecutivo del CIF, Ramiro Blázquez, "el resultado se obtuvo tomando la expectativa de variación porcentual de los precios al consumidor que estima el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM)". InflaciónSi bien el número no sorprendió a los economistas consultados, sí señalaron las dificultades que en este probable escenario enfrentaría el Banco Central, y se desestimó que el BCRA llevara "tan alto" el valor de la moneda. Para Aldo Abram, de la consultora Exante, "eso implicaría niveles de inflación más elevados de los que se están manejando, ya que no sólo se tendría la presión inflacionaria recibida desde el exterior, sino también se le agregaría una presión extra infundida por el Banco Central".Para Abram, los esfuerzos que debería hacer la entidad rectora para sostener al dólar en este valor pondría en juego, a la larga, la solvencia del Central y le daría un impulso mortal a la política expansiva que viene acusando desde 2005. Justamente por esta razón el economista descarta que la moneda pueda llegar a un nivel tan elevado, ya que debería corresponderlo con mayor emisión de pesos que tendría como contrapartida nuevas emisiones de letras y notas para "secar" la plaza.De la misma opinión fue Martín Apaz, economista de Deloitte. "Si bien manejamos un valor para el dólar en los $3,17 no estamos viendo que pueda superar ese nivel", dijo Apaz. "Esto porque el Central va a querer compensar la caída del tipo de cambio real y porque la consigna es contar en todo momento con un tipo de cambio alto como pilar del modelo económico".
DespegarsePara los analistas, pensar en un dólar a $3,23 implica necesariamente pensar en una mayor presión inflacionaria. Resulta difícil cuando la que hay constituye una bomba de tiempo que, por ahora, nadie se atreve a desarticular.Para Abram, "todo lo que tiene que ver con la inflación corresponde exclusivamente a la órbita del Central". Algo que, desde la misma entidad y a través de los medios gráficos, su gerente general, Carlos Pérez, se ha encargado de negar.
En este sentido, desde que Martín Redrado se hizo cargo del BCRA se ha hecho explícita una línea discursiva pública por parte de la entidad que dice que "si las cosas no van bien miren para otro lado". "Debe reconocerse la multicausalidad del fenómeno inflacionario a la luz