Cuánto debería valer el dólar y a qué precio no va a volver, según el análisis de Enrique Szewach
El dólar oficial cerró el viernes en niveles cercanos al techo de la banda cambiaria, marcando un valor nominal récord desde la eliminación del cepo cambiario. Según el Banco Nación, la cotización minorista se ubicó en $1.415 para la compra y $1.465 para la venta. Durante la semana, la divisa acumuló un incremento de $85, en un contexto marcado por la incertidumbre política derivada de la derrota del Gobierno en las elecciones bonaerenses y el ajuste de las políticas económicas.
Economistas destacan que, pese a la suba reciente, la cotización aún refleja un rezago respecto del valor que debería tener según diferentes indicadores macroeconómicos.
Enrique Szewach, economista, señaló que el Gobierno ha implementado mecanismos indirectos para controlar el tipo de cambio. Entre ellos, mencionó la obligación de los exportadores de liquidar sus divisas, lo que genera una oferta constante en el mercado. "No se lo pueden guardar, por lo tanto hay una oferta obligada de dólares", indicó en Radio Rivadavia.
Otro factor señalado por Szewach es la decisión del Banco Central y del Tesoro de no intervenir comprando dólares durante el segundo semestre del año, lo que ha reducido la demanda institucional. Además, el especialista subrayó el impacto de los controles indirectos a través del mercado de futuros y las tasas de interés elevadas, instrumentos que contribuyen a mantener cierto orden en el mercado cambiario.
Según Szewach, estos factores permiten que el dólar no flote libremente, pero tampoco se encuentre descontrolado. La combinación de oferta regulada y políticas monetarias y fiscales condiciona su evolución, evitando movimientos abruptos.
Determinación del valor real del dólar
El economista explicó que la divisa aún se encuentra atrasada frente a la evolución de precios y variables económicas. Para ilustrar su análisis, Szewach tomó como referencia el valor que el Gobierno había fijado en diciembre de 2023, equivalente a $800 en aquel momento. Ajustado por inflación y variables actuales, ese precio alcanzaría hoy los $1.900.
A pesar de que este número pueda resultar elevado en términos nominales, refleja un atraso cambiario persistente. Según Szewach, el nivel actual de $1.465 se ubica dentro de un rango razonable considerando la ausencia de demanda estatal comprando reservas, la imposibilidad de que las empresas transfieran divisas al exterior y la obligación de los exportadores de liquidar dólares en el mercado local.
El especialista estimó que un tipo de cambio de referencia más equilibrado podría situarse entre $1.300 y $1.600, y señaló que precios anteriores como $900 o $1.000 ya no serían sostenibles en las condiciones actuales.
Impacto del contexto político y económico en el tipo de cambio
El incremento del dólar se da en un escenario de ajuste económico y tras los resultados de las elecciones bonaerenses, que generaron incertidumbre en los mercados. La combinación de factores políticos y económicos ha influido en la percepción de riesgo y en la demanda de la divisa, contribuyendo a la presión alcista sobre la cotización oficial.
El análisis de Szewach resalta que la política cambiaria no solo depende de las decisiones del Banco Central, sino también de medidas fiscales, regulaciones sobre exportadores y la intervención en mercados financieros. Esta estructura busca equilibrar la oferta y la demanda de dólares y limitar fluctuaciones bruscas en la divisa oficial.
De acuerdo con la evaluación del economista, la tendencia del dólar se mantendrá condicionada por la política económica del Gobierno y por la evolución de la inflación. La expectativa de que la divisa no vuelva a niveles previos de $900 o $1.000 marca un cambio estructural en el mercado, que refleja la adaptación a nuevas reglas fiscales y monetarias.
Szewach concluyó que, en este contexto, los precios del dólar seguirán sujetos a la combinación de factores internos, incluyendo la liquidación obligatoria de exportadores, la política de reservas del Banco Central y la demanda de empresas y particulares. El equilibrio entre estos elementos será determinante para la estabilidad cambiaria durante los próximos meses.