El dólar se acercó al techo de la banda y saltó hasta $1465: por qué alertaron sobre una corrección post octubre
En la última rueda de la semana, el dólar oficial del Banco Nación se ofreció con una suba de veinte pesos, a $1465. En el mercado mayorista, la divisa avanzó $21, hasta los $1453. Dentro del segmento bursátil, el contado con liquidación ganó 1,6% y se ubicó en $1472, mientras que el MEP subió 1% hasta los $1466. En el circuito informal, el dólar blue operó con un incremento de quince pesos en $1425 y se mantuvo como la cotización más baja de toda la plaza cambiaria.
El resultado electoral en Provincia de Buenos Aires sacudió al mercado y encendió todas las alarmas en torno al dólar. Expertos de la city porteña coincidieron en que la contundente derrota de La Libertad Avanza provocó un cambio drástico en las expectativas financieras, con un aumento inmediato de la demanda de cobertura cambiaria y un retroceso generalizado de los activos en pesos. Ambos equipos de analistas remarcaron que el mercado comenzó a descontar un escenario mucho más incierto para los próximos meses, con el tipo de cambio en el centro de la escena.
Además, subrayaron que, tras el golpe electoral, el dólar escaló de forma sostenida y ya se mueve peligrosamente cerca del techo de la banda cambiaria. Señalaron que este comportamiento refleja el temor de los inversores a un posible salto cambiario si el Gobierno no logra sostener la demanda de pesos, hoy en mínimos históricos. En este sentido, advirtieron que el riesgo de una corrida volvió a instalarse con fuerza en las mesas de dinero.
Por otro lado, los analistas coincidieron en que, aunque el Gobierno dispone de cierto margen para intervenir con reservas líquidas y mantener el tipo de cambio dentro de la banda, ese poder de fuego es limitado y no garantiza estabilidad en el tiempo. Indicaron que si el dólar rompe el techo, podría activarse una nueva ola de dolarización de carteras, con potenciales medidas de emergencia para frenar la fuga de divisas.
Por último, remarcaron que el resultado de las legislativas de octubre será decisivo para el rumbo del peso. Evaluaron que, hasta entonces, el mercado operará con extrema cautela y con alta sensibilidad a cualquier señal que implique menor capacidad oficial para defender la paridad cambiaria, en un clima financiero que ya está mucho más frágil que antes de los comicios.
Reservas, intervención y el dilema de las bandas cambiarias
Los especialistas de la sociedad de bolsa AdCap apuntaron que, según trascendió en el mercado, el Ministerio de Economía vendió cerca de u$s 285 millones el viernes posterior a las elecciones, quedando con capacidad de intervención cercana a u$s1.000 millones. Consideraron que este margen es acotado frente a una posible corrida si se rompe el límite superior de la banda.
Para Grupo SBS, en cambio, la clave pasa por la determinación del Gobierno de evitar un salto cambiario antes de octubre, utilizando sus reservas líquidas aunque las reservas netas sean negativas al excluir los desembolsos del Fondo Monetario Internacional. Sostuvieron que el Ejecutivo busca sostener el esquema de bandas porque funciona como ancla nominal para la inflación, y que abandonarlo no está en discusión por ahora.
Los analistas de ambas consultoras coincidieron en que si el dólar perfora el techo, podrían volver medidas que habían sido relajadas, como el cepo cambiario, para frenar la demanda de divisas y contener el costo político de una corrida. AdCap recordó que en 2019 se impuso un límite de u$s 10.000 mensuales por persona tras un shock electoral adverso, y planteó que un movimiento similar no puede descartarse.
En paralelo, el bróker SBS advirtió que, aun con el tipo de cambio real depreciado en lo que va del año, las cuentas externas siguen mostrando salidas de dólares por importaciones, turismo y préstamos con tarjeta. Esa sangría de divisas limita el margen para sostener la defensa cambiaria en el tiempo y hace más dependiente al Gobierno de una recomposición de la demanda de pesos tras octubre.
Perspectivas políticas y su efecto sobre el tipo de cambio
Más allá de lo estrictamente financiero, los especialistas de Grupo SBS remarcaron que el resultado electoral no produjo cambios relevantes en el esquema de poder del oficialismo: las mismas figuras continúan al frente de la conducción y no hubo sanciones a los responsables del armado político. Consideraron que el golpe en PBA se debió más a factores macroeconómicos que a cuestiones organizativas.
Desde AdCap, en cambio, interpretaron que la derrota obliga al Gobierno a retomar el control de la agenda y mostraron que ya se proyectan cambios en el gabinete para intentar reencauzar la campaña. Advirtieron que, sin un giro que recupere impulso político, será difícil reconstruir la confianza del mercado y contener al dólar dentro de las bandas.
Los analistas de SBS añadieron que la política monetaria probablemente deba recalibrarse con una baja de tasas reales en pesos después de octubre para estimular el crédito y la actividad, aunque eso podría generar nuevas presiones cambiarias. Enfatizaron que el comportamiento del peso dependerá en gran medida de cómo evolucionen el riesgo país y la demanda de pesos tras las elecciones.
Ambos equipos de research coincidieron en que el resultado de octubre será determinante para definir si el peso puede sostenerse sin un salto cambiario. Mientras tanto, el mercado seguirá operando con extrema cautela y con la mirada puesta en cada señal política o económica que pueda alterar el delicado equilibrio actual.
Señales del mercado: fondeo más laxo y bonos en caída
Los expertos de AdCap remarcaron que el mercado todavía no parece reflejar plenamente el riesgo de una disrupción cambiaria. Señalaron que las condiciones de fondeo se aflojaron: la tasa de caución a un día cayó del 70% al 44%, y que aunque los bonos en pesos repuntaron brevemente cuando el dólar retrocedió, volvieron a caer cuando el tipo de cambio retomó la suba.
En particular, destacaron la debilidad del BONTE 2030, que opera cerca de 89, y las caídas de hasta 4% en la curva CER. Para los analistas de AdCap, esta dinámica muestra que los inversores buscan cobertura ante el riesgo devaluatorio y que los activos en pesos se han vuelto altamente sensibles a cada movimiento del dólar.
Grupo SBS coincidió en que el mercado incorporó un precio de riesgo más elevado, reflejado en los futuros de dólar y los precios de breakeven posteriores a las elecciones de octubre, que cotizan claramente por encima del techo de la banda. Subrayaron que, aunque el peso se sostuvo tras el golpe electoral, los contratos a plazo descuentan un escenario de depreciación más acelerada tras los comicios.
Ambas consultoras advirtieron que esta mayor sensibilidad refleja el deterioro de expectativas y un mercado extremadamente reactivo a cualquier señal que implique menor capacidad oficial de defender la paridad. Para los dos brókers, el punto de equilibrio es frágil y depende de que el Gobierno logre sostener la calma cambiaria hasta conocer el resultado de octubre.