Bonos en dólares y ADRs se dispararon más de 24% tras el fuerte apoyo de Trump y el Tesoro de EE.UU. a Milei
El mercado argentino comenzó la semana con una señal de respiro después de jornadas dominadas por el nerviosismo. Este lunes 22 de septiembre, los bonos en dólares, ADRs y las acciones líderes registraron importantes subas en un contexto marcado por dos catalizadores clave: la decisión oficial de suspender temporalmente las retenciones a las exportaciones de granos y la posible asistencia del Tesoro de Estados Unidos destinada a fortalecer las reservas internacionales de la Argentina al gobierno argentino.
Los ADRs argentinos en Wall Street treparon más de 24%. Banco Supervielle encabezó las subas con un avance de 24,3%, seguido por Grupo Financiero Galicia con 21,1% y Edenor con 20,8%. En tanto, BBVA y Banco Macro se movieron con alzas de 20,4% y 20,2%, respectivamente.
La reacción positiva se extendió también a los bonos soberanos en dólares, que mostraron una tendencia en verde de más de 23%, después de una semana marcada por una fuerte demanda de divisas que obligó al Banco Central a intervenir de manera significativa.
El impacto fue inmediato en el indicador de riesgo país que elabora JP Morgan. El índice EMBI Argentina cayó 367 puntos y se ubicó en 1.089 unidades, lo que representó un descenso del 21,7%. Esta baja respondió tanto al repunte de los títulos soberanos como a la percepción de que, con mayor respaldo internacional, el margen de maniobra del Ejecutivo para estabilizar la economía podría ampliarse.
La eliminación de las retenciones, que regirá hasta el 31 de octubre, apunta a acelerar el ingreso de divisas del agro y dinamizar el flujo de dólares genuinos en un momento de tensión cambiaria. Al mismo tiempo, las declaraciones del secretario del Tesoro norteamericano, Scott Bessent, confirmaron que la administración de Donald Trump está dispuesta a "hacer lo necesario" para apoyar a la Argentina, con alternativas que incluyen desde swaps hasta la compra de deuda en dólares.
Bonos soberanos rebotan con fuerza
Los bonos en dólares bajo legislación extranjera, que venían de acumular pérdidas de más de 16% en la última semana, mostraron un cambio abrupto en la tendencia. El AE38D avanzó 23,3% y se negoció en torno a u$s56, mientras que el Bonar 35 ganó 21,4% y alcanzó los u$s54. En paralelo, el Bonar 41 se apreció 20,1% hasta u$s51, y el Global 35 subió 20% hasta u$s57.
Los operadores explican que la mejora se apalanca tanto en la expectativa de un ingreso adicional de dólares por la baja de retenciones como en la percepción de un paraguas de respaldo político y financiero desde Washington. El rebote, sin embargo, llega después de un derrumbe que dejó a las paridades en niveles históricamente bajos, con rendimientos de dos dígitos que reflejaban el alto grado de desconfianza.
La lectura en la city es que los precios actuales habilitan compras de oportunidad, aunque la sostenibilidad de la recuperación dependerá de señales más consistentes sobre el rumbo fiscal y la capacidad de acumular reservas.
El Merval con un fuerte rebote
La mejora en bonos y ADRs se reflejó también en la renta variable local, con un S&P Merval que avanzó 7,5% este lunes. El impulso se explicó por la reacción positiva de las acciones líderes, que se alinearon con el mejor clima externo y las señales de apoyo financiero.
Entre las subas más destacadas se encontraron Metrogas, que trepó 26,5%; Transener, con un salto de 22%; Transportadora de Gas del Norte, que ganó 20,2%; Sociedad Comercial del Plata, con una mejora del 20,2%; y BBVA, que sumó 18,4%.
La magnitud de estas alzas muestra que, al menos en el arranque, la renta variable local encuentra respaldo en el renovado optimismo sobre el futuro inmediato de la economía argentina y en la expectativa de mayores ingresos de divisas.
Estados Unidos refuerza su respaldo político y financiero
El factor internacional cobró protagonismo tras las declaraciones de Scott Bessent, secretario del Tesoro de Estados Unidos. El funcionario aseguró que Washington está "preparado para hacer lo necesario" dentro de su mandato para acompañar al Gobierno argentino, con medidas que incluyen swaps de divisas, compras de deuda soberana y asistencia a través del Fondo de Estabilización Cambiaria.
Bessent calificó a la Argentina como un socio "sistémicamente importante" para la región y destacó la confianza en el plan económico de Javier Milei. Además, anticipó que mañana martes tendrá lugar un encuentro clave en Nueva York entre Milei, el presidente estadounidense Donald Trump y él mismo, con el objetivo de definir los próximos pasos en materia de cooperación financiera y comercial.
Este respaldo fue leído por el mercado como una señal de que, en caso de agravarse la tensión cambiaria, la Argentina podría contar con herramientas de apoyo internacional que ayuden a contener la volatilidad.
Expectativas inmediatas
El retroceso del riesgo país se vincula directamente al mejor clima generado por las dos señales clave: apoyo político-financiero desde Estados Unidos y estímulo económico interno a través de la baja de retenciones.
Los analistas, sin embargo, remarcan que el alivio podría ser efímero si no se consolida con medidas de fondo. El deterioro de la confianza tras las últimas intervenciones del Banco Central y las tensiones políticas en el Congreso continúan marcando un trasfondo de fragilidad para los activos argentinos. El inicio de semana ofrece una bocanada de aire fresco a los mercados argentinos, que venían golpeados por una seguidilla de caídas abruptas. Sin embargo, el repunte actual es interpretado por los operadores como una mejora técnica antes que como un cambio estructural en la tendencia.
La sostenibilidad del rebote dependerá de que las medidas de estímulo, como la baja de retenciones, logren efectivamente dinamizar el ingreso de dólares y de que el respaldo de Estados Unidos se materialice en instrumentos concretos de financiamiento.
Por ahora, bonos y acciones disfrutan de un respiro, el riesgo país retrocede con fuerza y los inversores locales e internacionales siguen de cerca las definiciones políticas y fiscales. El mercado se mueve entre la expectativa y la cautela, consciente de que la fragilidad de fondo persiste y que cualquier traspié podría volver a disparar la volatilidad.