Mercados eufóricos: bonos y ADRs argentinos se dispararon hasta 7%, tras anuncio de apoyo de EE.UU.
El mercado argentino cerró este miércoles con un marcado optimismo. Tras semanas de tensión y derrumbes pronunciados en los precios de bonos y acciones, los inversores reaccionan con alivio a la confirmación de un paquete de asistencia financiera por parte de Estados Unidos. La noticia llega en un momento de máxima fragilidad económica, cuando la demanda de cobertura se había intensificado y la confianza estaba en mínimos.
El secretario del Tesoro norteamericano, Scott Bessent, confirmó que Washington está dispuesto a desplegar herramientas de respaldo concretas, entre ellas una línea de swap de divisas, la compra de deuda soberana y la habilitación de mecanismos de liquidez. La combinación de estas medidas abre un nuevo frente de expectativas para los operadores locales e internacionales.
La reacción se percibió de inmediato en las pantallas. Los bonos soberanos en dólares se negociaron con subas generalizadas, mientras los ADRs argentinos en Wall Street exhibieron avances significativos. El movimiento reflejó un cambio abrupto en el ánimo del mercado y un voto de confianza hacia el Gobierno argentino tras el espaldarazo externo.
En paralelo, el riesgo país —medido por el índice EMBI+ de JP Morgan— se desploma a 900 unidades. Esta caída implica un descenso del 12% en la jornada, confirmando que los inversores interpretan el respaldo estadounidense como un factor clave para reducir la percepción de riesgo en el corto plazo.
Bonos en dólares: el rebote que marca el ritmo de la rueda
Los bonos soberanos bajo legislación extranjera se ubicaron entre los activos más favorecidos por el anuncio. Después de haber acumulado caídas superiores al 30% en apenas un mes, los Globales muestran hoy una recuperación firme desde el inicio de la rueda.
El Global 2046 avanzó 6,6% y se ubicó en torno a los u$s50, mientras que el Global 2035 sumó 5,9% hasta los u$s63. También se destacó el AE38D, que subió 5,6% y se negoció cerca de los u$s62. Estos movimientos reflejaron compras de oportunidad en títulos que habían quedado en precios de remate tras las fuertes caídas de las últimas semanas.
Operadores de la City explican que el rally responde tanto a la expectativa de contar con financiamiento fresco como a la magnitud de las bajas previas. Las paridades de los bonos estaban en niveles históricamente deprimidos, lo que dejó espacio para un rebote técnico en cuanto apareciera una señal externa de confianza.
Sin embargo, el mercado también mantiene un enfoque prudente. La sostenibilidad de la recuperación dependerá de que el respaldo de Estados Unidos se traduzca en instrumentos concretos de liquidez y de que la política local pueda sostener un sendero fiscal consistente. Por ahora, el inicio de la rueda muestra un respiro contundente para la deuda argentina.
ADRs argentinos celebran en Wall Street
En simultáneo, los ADRs argentinos que cotizan en Wall Street finalizaron con ganancias generalizadas, reflejando el entusiasmo de los inversores internacionales por la señal de respaldo norteamericano.
Irsa encabezó las subas con un avance del 5%, seguido por Grupo Financiero Galicia, que ganó 4,5%. En tanto, Banco Supervielle sumó 3,4%, mientras que Banco Macro se apreció 3%. Además, se destacaron Telecom Argentina, que subió 2,9%, y Transportadora de Gas del Sur, con un incremento del 2,9%. La tendencia confirmó el renovado interés de los inversores por los papeles argentinos, en medio del respaldo financiero de Estados Unidos y la expectativa de mayores ingresos de divisas tras la baja de retenciones.
El repunte llega luego de semanas de fuertes retrocesos, que habían dejado a los papeles argentinos en valores históricamente bajos en dólares. Muchos fondos internacionales aprovechan esta ventana para recomponer posiciones, alentados por la expectativa de un giro en la política de financiamiento externo.
Operadores coinciden en que el flujo de capital hacia ADRs argentinos estará condicionado por la concreción de los mecanismos de ayuda que hoy se negocian. Si el swap de divisas o la compra de deuda se materializan en el corto plazo, el rally podría extenderse.
El respaldo de Estados Unidos: swaps, deuda y reservas
El anuncio de Scott Bessent va más allá de un gesto diplomático. El funcionario detalló que en la mesa de negociación se discuten alternativas concretas para fortalecer a la Argentina. Entre ellas, una línea de swap de hasta 20.000 millones de dólares, un crédito a través del Fondo de Estabilización Cambiaria y la compra de bonos soberanos en el mercado.
El objetivo inmediato es reforzar las reservas internacionales del Banco Central y asegurar un colchón de liquidez que permita afrontar los vencimientos de deuda sin recurrir a un ajuste más agresivo en el mercado local. La sola posibilidad de que el Tesoro estadounidense intervenga en la compra de títulos argentinos genera un shock de confianza en los operadores.
Bessent calificó a la Argentina como un aliado "sistémicamente importante" para los Estados Unidos en América Latina. Aseguró que "todas las opciones están sobre la mesa" para estabilizar la economía local, un mensaje que fue recibido como una señal política contundente en el mercado.
Detrás del anuncio también se juegan intereses geopolíticos. El respaldo de Washington busca no solo apuntalar al Gobierno argentino, sino también reforzar la influencia de Estados Unidos en la región en un contexto de creciente presencia de China en América Latina.
El Merval acompaña la tendencia alcista
La reacción positiva de los mercados internacionales y el apoyo explícito de Estados Unidos también impactan en la renta variable local. El índice S&P Merval subió 1,5%, lo que reflejó un rebote relevante tras varias jornadas dominadas por la volatilidad.
Dentro del panel líder, las alzas más marcadas se concentraron en bancos y energéticas. Transener encabezó con un salto del 8,1%, seguido por Metrogas, que avanzó 8,1%. También resaltaron las subas de BYMA, que ganó 4,8%, Ternium, que trepó 3,9%, e Irsa, que sumó 3,6% en el arranque.
El impulso respondió al mismo motor que alimentó a los bonos y ADRs: la expectativa de que la Argentina logre acceder a un financiamiento externo significativo y, de ese modo, estabilizar las variables cambiarias y financieras. La eliminación temporal de retenciones agrega un condimento adicional, ya que abre la puerta a un mayor flujo de divisas desde el agro.
Si bien las subas son destacadas, los analistas subrayan que el recorrido del Merval dependerá de la evolución de las negociaciones en Nueva York y de la capacidad del Gobierno para sostener un esquema fiscal ordenado. Por ahora, el arranque alcista ofrece una señal de alivio a los inversores locales que habían visto un deterioro acelerado en sus carteras en las últimas semanas.
Perspectivas: entusiasmo inmediato, desafíos persistentes
El final de la rueda ofreció un escenario alentador para los activos argentinos. Bonos y ADRs logran recomponer parte de las pérdidas acumuladas, el riesgo país retrocede con fuerza y el mercado vuelve a mirar con algo de optimismo el corto plazo.
No obstante, los analistas advierten que se trata de un alivio transitorio. La fragilidad de las cuentas públicas, la falta de acumulación de reservas y las tensiones políticas internas siguen marcando el trasfondo. El respaldo externo, por sí solo, no resuelve los desequilibrios estructurales.
El desafío ahora es transformar la expectativa en hechos concretos. Si la baja de retenciones logra acelerar el ingreso de dólares y el paquete estadounidense se traduce en financiamiento efectivo, el rebote podría consolidarse.
Mientras tanto, el mercado permanece en estado de atención. La euforia inicial deja en claro que los inversores valoran las señales políticas y financieras, pero también que cualquier traspié en las negociaciones podría revertir el clima con la misma velocidad.