La apuesta secreta de un gurú de Wall Street sale a la luz: su nuevo portafolio 2025 sorprende al mercado
George Soros volvió al centro de la escena financiera global con uno de los movimientos más grandes de su firma en años. Durante el tercer trimestre de 2025, su fondo reorganizó más de la mitad de su cartera, se desprendió de casi 90 activos y reforzó posiciones en empresas que lideran el crecimiento tecnológico mundial. Con un portafolio total de USD 5.100 millones distribuidos en 124 posiciones, Soros dejó en claro que su lectura del mercado sigue siendo más agresiva, amplia y global que la de la mayoría de los fondos tradicionales.
Para entender la magnitud de lo que hizo, primero hay que saber quién es. Soros, nacido en Hungría en 1930, sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial, llegó a Londres como refugiado y se convirtió en uno de los gestores financieros más influyentes de la historia. Su fama explotó en 1992, cuando apostó contra la libra esterlina y ganó mil millones de dólares en un día, un episodio que lo consagró como "el hombre que quebró al Banco de Inglaterra". Desde entonces, su firma —Soros Fund Management— es una referencia obligada en los mercados globales.
Hoy, el holding administra más de USD 5.100 millones con una estructura que combina acciones, bonos convertibles, opciones y posiciones internacionales diversificadas. Su estilo jamás fue estático: Soros rota, redefine y ajusta su portafolio de manera constante, utilizando cada trimestre como un tablero donde expresa su visión del ciclo económico global.
Con este contexto, los movimientos del tercer trimestre de 2025 tomaron otra dimensión. No fueron ajustes marginales, sino una reconversión total: el fondo redujo drásticamente posiciones históricas y reforzó con potencia sus apuestas tecnológicas. Tras años de cautela con las Big Tech por sus valuaciones elevadas, Soros decidió que volverán a liderar el crecimiento global. Y lo demostró con órdenes de compra que sorprendieron incluso a los analistas más experimentados.
Las grandes apuestas: Amazon, Google y Apple al mando
Dentro del rediseño del portafolio, el movimiento más fuerte fue la ampliación explosiva de posiciones en las gigantes tecnológicas. La apuesta en Amazon (AMZN) creció un 482%, dejando al fondo con 2,2 millones de acciones valuadas en casi USD 489 millones, lo que convirtió a la compañía en su principal posición individual. Soros cree que AWS, la IA aplicada a logística y el ecosistema de comercio electrónico seguirán marcando el pulso del crecimiento estadounidense.
En Alphabet (GOOGL), el giro fue aún más espectacular: aumentó su exposición en 2.341%, llevándola a 658.000 acciones, mientras el valor invertido saltó más de 3.200%. Para Soros, la tríada formada por publicidad digital, Google Cloud e inteligencia artificial coloca a Alphabet en una posición central para liderar la próxima ola de innovación global.
Apple (AAPL) tampoco quedó afuera de la avanzada. El fondo incrementó su participación en 1.555%, alcanzando 350.000 acciones valuadas en aproximadamente USD 89 millones. Aunque muchos inversores creen que Apple ya está en una etapa madura, Soros apuesta a la expansión de servicios, a la integración de IA en su ecosistema y al poder de fidelidad de su base de usuarios.
La ofensiva tecnológica se complementa con movimientos significativos en Microsoft (MSFT) y en Mr. Cooper (COOP), compañía del sector hipotecario. Ambas registraron saltos de más del 200% y 600% respectivamente. Así, Soros combina apuestas en los gigantes de la inteligencia artificial con oportunidades en sectores sensibles al ciclo económico.
Convertibles, China y coberturas: los pilares invisibles de la estrategia
Aunque las Big Tech fueron las protagonistas, la estrategia de Soros tiene una base más sofisticada. Una parte clave de su portafolio está compuesta por bonos convertibles, instrumentos que funcionan como deuda pero pueden transformarse en acciones si los precios suben lo suficiente. Le permiten capturar upside sin exponerse plenamente a la volatilidad. Entre ellos destacan las notas convertibles de Spotify y Global Payments, que combinan crecimiento con protección.
El fondo también tomó posiciones en China, un mercado castigado en los últimos años pero con potencial de recuperación si el gobierno impulsa estímulos económicos. Soros compró opciones call sobre los ETF FXI y KWEB, que replican grandes empresas chinas y compañías tecnológicas del país. El mensaje es claro: apuesta táctica a un rebote que podría llegar de la mano de políticas más expansivas.
Además, reforzó coberturas defensivas para equilibrar el riesgo. Compró puts sobre SMH, el ETF de semiconductores, que vienen de una suba fuerte y podrían corregir. También sumó calls sobre TLT, el ETF que sigue a los bonos largos del Tesoro estadounidense, activos que suelen subir cuando crece la aversión al riesgo global. Estas jugadas muestran que Soros no depende solo de un escenario positivo: se prepara para múltiples posibilidades.
A esto se suman nuevas posiciones en sectores variados como energía renovable (Sunrun), inteligencia artificial (Kodiak AI), entretenimiento (Disney), tecnología financiera (Figure Technology) y deuda convertible de Ford Motor. Es un portafolio complejo, equilibrado y diseñado para capturar oportunidades sin descuidar los riesgos macroeconómicos.
Cómo invertir como Soros desde Argentina sin ser millonario
Aunque replicar cada detalle del portafolio de Soros es imposible para un inversor promedio, sí se puede imitar su lógica estratégica desde Argentina utilizando herramientas locales. La primera son los CEDEARs, que permiten comprar acciones extranjeras desde la Bolsa local en pesos o dólar MEP. Con ellos, cualquier ahorrista puede acceder a Amazon, Google, Apple, Microsoft, Disney, Nvidia y muchas otras firmas del portafolio del magnate.
Una manera simple de acercarse a su estilo es crear un núcleo tecnológico con CEDEARs de Amazon, Alphabet, Apple y Microsoft. Esa selección replica la parte más importante de su cartera: empresas líderes con ventajas competitivas globales y negocios que crecen de la mano de la inteligencia artificial y la digitalización económica.
Otra opción son los fondos comunes de inversión globales, que permiten acceder a índices de Estados Unidos, renta fija internacional o distintos sectores sin necesidad de operar derivados o grandes montos. Para muchos inversores minoristas, esta alternativa ofrece diversificación automática y manejo profesional, dos elementos que encajan con la filosofía Soros.
Por último, invertir como Soros no significa copiar sus números exactos, sino entender cómo piensa: priorizar empresas dominantes, diversificar a nivel global, usar alguna protección ante riesgos macro y sostener una mirada de mediano plazo. Su éxito no proviene solo de elegir buenas acciones, sino de adaptar la cartera a cada ciclo económico. Y ese es el aprendizaje que se puede trasladar al mercado argentino sin necesidad de ser un magnate.