No solo hay playas lindas: por qué el ETF de Brasil ganó casi 50% en dólares en 2025 y cómo subirte desde Argentina
En las mesas de dinero de la City porteña y en las oficinas de Manhattan, la conversación ha girado drásticamente en este final de 2025. Si durante la última década la recomendación automática era "comprar tecnología en Estados Unidos", el viento de cola ha cambiado de hemisferio. El iShares MSCI Brazil ETF (EWZ), el instrumento más popular para invertir en la economía brasileña, acumula una subida espectacular cercana al 50% en dólares en lo que va del año.
No es un rebote de gato muerto ni una especulación de corto plazo; es la confirmación de que Brasil ha logrado desacoplarse de los temores globales para ofrecer retornos que hoy el S&P 500 mira con envidia. Mientras el mundo desarrollado lucha con valuaciones estiradas, el vecino país ofrece gangas bursátiles que los grandes fondos de inversión, como BlackRock y JP Morgan, han empezado a aspirar con voracidad.
Lo que estamos viendo es un mix perfecto de indicadores positivos. A diferencia de otros rallys impulsados únicamente por la especulación, la subida del EWZ en 2025 se cimienta en fundamentales de hierro: empresas que ganan dinero real, pagan dividendos jugosos y cotizan a precios de liquidación histórica. El inversor argentino, acostumbrado a mirar siempre hacia Miami o Nueva York, tiene hoy la oportunidad de oro cruzando la frontera.
Y lo mejor de todo es que no hace falta tener una cuenta en el exterior para capturar este crecimiento; el mercado de capitales local ofrece la herramienta perfecta para dolarizar cartera y apostar al crecimiento del socio comercial más grande de la región. El tren de la alegría brasileño ya salió de la estación, pero según los expertos, todavía hay asientos disponibles en primera clase para quienes se animen a diversificar.
Qué motores impulsaron la subida histórica del 50%
El primer gran motor de este ascenso vertiginoso ha sido, paradójicamente, una debilidad ajena: el debilitamiento global del dólar estadounidense. Durante el 2025, la Reserva Federal de Estados Unidos finalmente consolidó su ciclo de baja de tasas de interés, lo que provocó que los capitales buscaran rendimientos más atractivos fuera del "refugio seguro" de los bonos del Tesoro norteamericano. Este flujo de dinero, conocido en la jerga financiera como hot money, aterrizó masivamente en mercados emergentes con tasas reales positivas, y Brasil, con su tasa Selic ofreciendo un "carry trade" (diferencial de tasas) irresistible, fue el destino predilecto.
En segundo lugar, el renacimiento de las materias primas jugó un rol crucial en la ponderación del índice. El EWZ no es un índice tecnológico como el Nasdaq; es un índice de "economía real", pesado en energía, minería y finanzas. Gigantes como Vale (minería de hierro) y Petrobras (petróleo) vieron sus balances brillar gracias a una demanda sostenida de Asia y a precios del crudo que se mantuvieron firmes a pesar de los pronósticos bajistas. A esto se sumó el sector agrícola, donde Brasil consolidó su posición como el "supermercado del mundo".
El tercer factor determinante fue la responsabilidad fiscal y la sorpresa macroeconómica interna. A pesar de los miedos iniciales sobre el gasto público bajo la administración actual, el 2025 mostró un Brasil mucho más pragmático. El ministro de Hacienda logró pasar reformas clave que anclaron las expectativas de inflación, permitiendo al Banco Central de Brasil maniobrar con mayor libertad.
Finalmente, el sector financiero brasileño, que representa una porción gigante del EWZ, demostró una resiliencia a prueba de balas. Bancos como Itaú Unibanco y Bradesco, junto con neobancos disruptivos como Nubank, reportaron ganancias trimestrales que superaron todas las expectativas de Wall Street. La morosidad se mantuvo controlada y el crecimiento del crédito se aceleró gracias a la baja de tasas domésticas. A diferencia de los bancos estadounidenses, que sufrieron por la exposición a bienes raíces comerciales, la banca brasileña se mostró sólida, capitalizada y rentable.
Por qué Wall Street dice que es momento de comprar (y no de vender)
A pesar de la subida meteórica, los grandes bancos de inversión sostienen que la fiesta no ha terminado. Entidades como Morgan Stanley y Bank of America han emitido reportes recientes donde sobreponderan (overweight) las acciones brasileñas en sus carteras globales. El argumento principal es la valuación relativa: incluso después de subir un 50%, el índice MSCI Brazil cotiza a un ratio Precio/Ganancias (P/E) significativamente inferior a su promedio histórico y ridículamente barato comparado con el S&P 500.
Desde la perspectiva de JP Morgan, 2025 se perfila como el año de la "rotación hacia valor". Los inversores globales están empezando a tomar ganancias de las "Siete Magníficas" tecnológicas (Apple, Nvidia, Microsoft, etc.) para rotar ese capital hacia activos que ofrezcan dividendos reales y exposición a recursos naturales. Brasil es el candidato perfecto para esta estrategia defensiva.
Otro punto a favor es el ciclo de dividendos. El EWZ no solo es atractivo por la apreciación de capital, sino por ser una "máquina de cash flow". Históricamente, las empresas brasileñas tienen políticas de distribución de utilidades muy agresivas. Petrobras y Vale son famosas mundialmente por sus dividendos gordos. En un entorno donde las tasas de los bonos del tesoro americano van a la baja, los inversores hambrientos de renta ("yield") ven en el ETF de Brasil una alternativa superior para generar ingresos pasivos en dólares.
Por último, el aspecto técnico del mercado sugiere que hay espacio para correr. Los analistas técnicos observan que el EWZ ha roto resistencias de precios que datan de hace más de una década. Al superar niveles clave que actuaron como "techo" durante años, se ha liberado una fuerza compradora que estaba represada. Muchos fondos institucionales operan por algoritmos que se activan automáticamente al romperse estos niveles, lo que genera un círculo virtuoso de compras.
Guía definitiva: cómo invertir en Brasil desde Argentina con CEDEARs
Para el inversor argentino, la buena noticia es que no necesita girar dólares al exterior ni abrir cuentas complejas en brokers internacionales para capturar esta oportunidad. La herramienta clave es el CEDEAR (Certificado de Depósito Argentino). Específicamente, el CEDEAR del ETF EWZ. Este instrumento cotiza en la Bolsa de Buenos Aires y permite comprar, desde una cuenta comitente local, una fracción del fondo que cotiza en Nueva York.
La mecánica es sencilla y accesible para cualquier persona con acceso a internet. El primer paso es abrir una cuenta en una ALyC (Agente de Liquidación y Compensación) o broker local regulado por la Comisión Nacional de Valores (CNV). El trámite es 100% digital y suele demorar menos de 24 horas. Una vez fondeada la cuenta con pesos, se busca el ticker "EWZ" en el panel de cotizaciones.
Un aspecto crucial a tener en cuenta es la liquidez y el ratio de conversión. El CEDEAR de EWZ es uno de los más operados en la plaza local, lo que garantiza que siempre habrá compradores y vendedores; podrás entrar y salir de la inversión cuando quieras sin quedarte "atrapado". Además, el inversor debe saber que los CEDEARs pagan dividendos. Si las empresas brasileñas dentro del fondo distribuyen ganancias (como mencionamos sobre Petrobras o Vale), esas ganancias llegan a tu cuenta en Argentina.
Finalmente, aunque la operatoria es simple, requiere disciplina y visión de mediano plazo. Invertir en el CEDEAR del EWZ implica asumir la volatilidad propia de un mercado emergente. Habrá días de correcciones fuertes y días de euforia. La recomendación de los expertos para el inversor argentino es utilizar la estrategia de "Dollar Cost Averaging" (promedio de costo): en lugar de poner todos los ahorros de golpe, ir comprando pequeñas cantidades de CEDEARs todos los meses.