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Argentina vuelve al mercado de capitales: cómo impactará en el dólar, tasas, riesgo país, bonos y acciones

La vuelta al financiamiento externo dejó de ser rumor y promete tener un rápido impacto sobre variables clave de la economía argentina
Por Santiago Rebollini
FINANZAS - 05 de Diciembre, 2025

La posibilidad de que la Argentina vuelva al mercado internacional después de años 8 de aislamiento abrió un nuevo capítulo en la dinámica económica local. En cuestión de horas, los precios de bonos, acciones y futuros cambiarios reaccionaron a una señal que el mercado venía esperando desde hacía meses.

La confirmación de que el Tesoro está listo para testar la demanda internacional en una licitación que podría ubicarse entre u$s1.000 y u$s2.000 millones, monto alineado con los u$s2.711 millones que vencen próximamente entre los bonos AL29, AL30, GD29 y GD30.

El movimiento reconfigura expectativas sobre la sostenibilidad de la deuda, la trayectoria del riesgo país y la estabilidad financiera para 2026. En este contexto, el asesor financiero Rocco Abalsamo aportó una lectura contundente que ayuda a entender por qué la reacción inicial es de optimismo generalizado y cuáles son las variables que podrían reforzar ese cambio de tendencia.

Según el especialista, "Argentina vuelve al mercado de capitales a una tasa cupón del 6,5%. La TIR esperada debería ubicarse entre dos referencias: el Bopreal B2028, que rinde 10,5%, y el AL29, que opera cerca de 10,3%. Lo lógico sería esperar una TIR dentro de ese rango o incluso algo superior si el Tesoro decide ofrecer un premio".

El efecto inmediato en dólar, tasas y riesgo país

El potencial "premio" es un punto clave, dado que las emisiones iniciales suelen requerir una tasa algo más elevada para atraer demanda sólida, especialmente después de años sin presencia internacional. Para Abalsamo, esto dependerá "de los acuerdos con inversores privados y del monto final que quieran captar".

Tanto el presidente Javier Milei como el ministro Luis Caputo anticiparon en eventos empresariales que la Argentina está a un paso de reinsertarse en el circuito internacional de financiamiento, en un año donde provincias y empresas ya colocaron cerca de u$s6.000 millones. El Gobierno esperaba un dato financiero clave —que finalmente se conoció— antes de confirmar la operación.

Con esa información sobre la mesa, el contexto quedó despejado para avanzar.

Qué puede pasar con el dólar, las tasas y los activos

La reacción en el mercado cambiario fue casi inmediata. Los futuros del dólar local abrieron con retrocesos, incorporando la expectativa de un escenario con menor presión sobre el tipo de cambio. De acuerdo con Abalsamo, "ya está impactando a la baja la apertura de futuros del mercado local. Es probable que impacte levemente a la baja al dólar, aunque no tendría un efecto tan directo".

El mercado descuenta tres efectos simultáneos:

1. Mayor certidumbre sobre la capacidad de pago del Tesoro, reduciendo la demanda defensiva de cobertura cambiaria.2. Perspectiva de mayor entrada de divisas por endeudamiento voluntario, incluso si los desembolsos no ocurren este mes.3. Mejor ánimo financiero internacional hacia activos argentinos, que tiende a desinflar los dólares alternativos.

En este marco, el impacto en el dólar financiero sería moderadamente bajista, con posibilidades de un reacomodamiento más fuerte si la licitación se cubre en su totalidad y confirma que el país está habilitado nuevamente para emisiones regulares.

La estabilidad cambiaria es uno de los objetivos centrales del Gobierno, y un regreso exitoso al mercado externo ofrece un puente para transitar el primer trimestre —siempre complejo en términos de oferta de divisas— con menor volatilidad.

En las tasas en pesos el impacto es más indirecto, pero no menos relevante. La economía todavía opera con una política monetaria restrictiva, y los instrumentos en moneda local reflejan esa postura. Sin embargo, la vuelta al mercado internacional modifica un elemento crucial: el riesgo de rollover para 2026.

El Tesoro enfrenta un año con fuertes vencimientos en pesos y dólares. La posibilidad de financiar parte de esas necesidades en el exterior, incluso en montos moderados, reduce la probabilidad de tensiones de liquidez doméstica.

Esto mejora la percepción general del mercado y suaviza la curva de tasas.

Abalsamo describe el fenómeno con precisión: "En cuanto a las tasas en pesos, es probable que genere mayor confianza, principalmente porque aumenta la posibilidad de renovar los vencimientos de 2026. No impactaría tan directo en las tasas de corto plazo, pero sí en la percepción de sostenibilidad".

En otras palabras:

• Las tasas cortas seguirían ancladas por la política del BCRA.• Las tasas medias y largas podrían bajar gradualmente, en la medida en que disminuya la prima por riesgo soberano.• La curva en pesos podría aplanarse, reflejando un entorno financiero más previsible.

Para inversores institucionales, este cambio es relevante porque afecta decisiones de duration y posicionamiento en instrumentos del Tesoro.

Este punto concentra el mayor impacto potencial. El riesgo país, que hoy se mueve muy por encima de los 600 puntos, es la variable que más podría reaccionar si la licitación del 10 de diciembre resulta exitosa.

Abalsamo anticipa un ajuste significativo: "Es probable que el mercado reaccione a la baja, con un riesgo país tal vez acercándose a 500 o 400 puntos. Aumenta la probabilidad implícita de que haya nuevas emisiones más grandes que permitan no solo renovar capital, sino también intereses".

La caída del riesgo país tendría múltiples implicancias:

• Revaloriza los bonos soberanos, que se mueven de manera inversa al rendimiento.• Baja la tasa de descuento aplicada a proyectos privados, lo que mejora la valuación de empresas.• Reduce el costo de financiamiento para provincias y corporaciones, ampliando el margen para nuevas colocaciones.

Un sendero descendente hacia la zona de 400–500 puntos ubicaría a la Argentina en una situación comparable a países con acceso parcial al crédito internacional, revirtiendo un ciclo de desconfianza que lleva varios años.

La prueba decisiva será la primera licitación. Si el Tesoro logra captar el monto buscado con un nivel de tasa razonable, el mercado interpretará que la dinámica de deuda se estabiliza y que el país recupera gradual pero efectivamente su credibilidad financiera.

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Impacto en bonos y acciones argentinas

La reaparición en el mercado internacional cambia drásticamente el horizonte de los bonos argentinos. El rendimiento del nuevo título operaría con una TIR esperada entre 10,3% y 10,5%, aunque con chance de ser algo más alta si el Tesoro busca asegurar demanda mediante un "premio".

Ese rango implica dos cosas:

1. Los bonos actuales, especialmente los de legislación Nueva York, podrían subir de precio para converger hacia una curva más ordenada.2. El Tesoro empezaría a recuperar el rol de emisor soberano normal, validando referencias de mercado y reconstruyendo la curva en dólares.

Abalsamo resume: "La noticia es 100% optimista y va a afectar de manera positiva generalmente en todos los segmentos de la economía".

Los bonos de tramo medio —AL29, AL30, GD29, GD30— serían los más sensibles, ya que incorporan primero la mejora en las expectativas de pago y refinanciación. Una compresión de spreads podría impulsar subas significativas si el riesgo país se mueve a la baja.

La renta variable ya marcó la tendencia, en el premarket, Banco Galicia trepó 2,5%, anticipando una jornada favorable para todo el panel. La dinámica es lógica:

• Menor riesgo país: menor tasa de descuento.• Menor tasa de descuento: mayores valuaciones teóricas.• Mayores valuaciones: subas de precios en acciones.

Bancos, energía, empresas reguladas y compañías con exposición a la actividad doméstica serían las principales beneficiadas.

Si la tendencia se consolida, podría darse un reacomodamiento más profundo en el Merval, con entrada de flujos externos que estuvieron completamente ausentes en los últimos años.

Un cambio de tendencia para la economía argentina

La potencial vuelta al crédito internacional no resuelve todos los problemas estructurales de la economía. Pero sí comienza a despejar uno de los frentes que más condicionó la estabilidad macro como lo es la capacidad del Estado de financiar sus obligaciones sin recurrir al BCRA.

El impacto sobre el dólar, las tasas, el riesgo país y los activos dependerá del éxito de la licitación del 10 de diciembre.

Si el Tesoro logra una demanda sólida y convalidar un costo razonable, el mercado leerá la señal como un punto de inflexión que podría reordenar el sistema financiero local.

La Argentina no se financia en los mercados globales desde hace años. La posibilidad concreta de volver no solo modifica precios: redefine expectativas, y en economía, eso muchas veces es suficiente para mover curvas enteras.

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