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Alerta en Wall Street: por qué el gigante PayPal se desplomó más de un 28% y aterroriza a los inversores

La billetera digital más famosa del mundo atraviesa su peor crisis en años. Qué está pasando y cómo aprovechar esta caída desde Argentina.
Por Marcos Phillip
FINANZAS - 12 de Diciembre, 2025

El 2025 quedará marcado como el año en que Wall Street dejó de creer en la invencibilidad de PayPal. Durante dos décadas fue sinónimo de innovación, seguridad y dominio absoluto en pagos digitales. Pero esa narrativa quedó hecha trizas: la acción cae más de 28% en dólares en el año, su mayor derrumbe desde la pandemia, y la confianza del mercado está en su punto más bajo.

La caída no fue producto de un solo evento, sino de un deterioro progresivo que se aceleró brutalmente en el último trimestre. Los inversores, que durante años pagaron múltiplos altísimos por la promesa de crecimiento eterno, ahora enfrentan una realidad incómoda: PayPal dejó de ser la estrella del ecosistema fintech y hoy es una empresa madura, lenta y seriamente amenazada.

Los balances recientes no mostraron desastres numéricos, pero sí revelaron fisuras peligrosas en el relato de futuro. Esa combinación —crecimiento tibio, competencia agresiva y falta de dirección estratégica— fue suficiente para que los grandes fondos decidan reducir posiciones. Cada rebote se transformó en una oportunidad de salida, alimentando aún más la caída.

En la jerga del mercado, PayPal pasó de ser una "growth stock" a una "pregunta abierta", atrapada en un limbo donde ya no seduce como tecnología de vanguardia, pero tampoco convence como empresa de valor estable. Recuperar la confianza llevará tiempo… y resultados.

El botón que sangra: PayPal pierde su arma histórica frente a Apple Pay y Google Pay

La herida más profunda tiene nombre propio: el famoso botón de "Pagar con PayPal", el "branded checkout" que durante años fue la mina de oro de la compañía. Ese simple botón amarillo era garantía de comisiones altas, fidelidad del usuario y protección competitiva. Hoy es una trinchera que PayPal está perdiendo a toda velocidad.

El motivo es evidente. Las nuevas generaciones prefieren la comodidad de Apple Pay y Google Pay, integrados en sus teléfonos. Pagar con el celular apretando dos veces el botón lateral es más rápido y más intuitivo que iniciar sesión en PayPal. La fricción, antes aceptada por seguridad, hoy se percibe como un obstáculo innecesario.

La empresa lo confirmó indirectamente: alertó sobre una desaceleración del botón de marca. Fue la frase que detonó el miedo. Si PayPal pierde relevancia en el checkout, pierde su identidad y su mayor fuente de flujo de caja libre.

Para colmo, la compañía se ve obligada a depender más de Braintree, su unidad de pagos sin marca. Allí compite por precio, con comisiones menores y márgenes aplastados. Es la peor ecuación posible: vender más para ganar menos. El mercado odia ese modelo.

La narrativa de simplicidad que PayPal supo liderar ahora pertenece a sus rivales. Pagar con la cara o la huella es más rápido que recordar una contraseña. Y en un mundo donde la fidelidad del usuario dura segundos, perder el checkout equivale a perder la guerra.

La sentencia de Wall Street: ¿acción barata o trampa mortal?

Los bancos de inversión no tardaron en bajarle el pulgar. Informes recientes de J.P. Morgan, Morgan Stanley y otras firmas coinciden en un tono de cautela extrema. Muchos analistas reconocen que la acción está "barata" en términos tradicionales, pero advierten que podría tratarse de una "trampa de valor": luce barata porque la empresa perdió calidad, y podría seguir cayendo.

A la crisis de producto se suma un liderazgo que no logra inspirar. Los inversores esperaban una estrategia agresiva de inteligencia artificial, nuevos productos o alianzas transformadoras. En cambio, PayPal anunció eficiencias operativas, recortes y optimización de costos. Es una estrategia que alivia el corto plazo, pero no resuelve el problema central: ¿de dónde vendrá el crecimiento?

El contexto global tampoco ayuda. Las tasas de interés siguen altas y el comercio electrónico crece a un ritmo más lento. PayPal es extremadamente sensible al consumo: si la gente compra menos online, la empresa gana menos. Y esa dependencia del ciclo económico incrementa su volatilidad.

Aun así, algunas voces contracorriente creen que el castigo fue exagerado. Señalan que PayPal sigue generando caja, tiene más de 400 millones de usuarios activos y mantiene cierta relevancia en segmentos específicos. Pero incluso ellos admiten que la empresa atraviesa una crisis de identidad profunda.

Invertir desde Argentina: ¿oportunidad histórica o cuchillo cayendo?

Desde Argentina, la forma más directa de invertir en PayPal es mediante el CEDEAR PYPL, que replica la acción y ajusta por el dólar CCL. Eso significa doble exposición: si sube la acción, ganás; si sube el dólar, también.

La operatoria es simple: abrís una cuenta en un bróker local, buscás PYPL, elegís la cantidad y comprás en pesos. El ratio de conversión permite que incluso pequeños inversores tomen posición sin grandes montos.

Pero hoy PayPal no es para cardíacos. Es una apuesta de alto riesgo, típica de empresas en crisis que podrían recuperarse… o seguir cayendo. Si el mercado decide que PayPal ya no es una líder innovadora sino una compañía madura sin diferencial competitivo, el precio puede seguir presionado durante meses.

Por eso, los expertos sugieren una estrategia prudente: entrar con montos pequeños, escalonar compras y evitar colocar en PayPal una porción grande del portafolio. En el contexto de 2025, donde la volatilidad domina todo, la paciencia es tan importante como el timing.

Para quienes creen en una recuperación, PayPal puede ser una oportunidad "contrarian". Para quienes prefieren estabilidad, quizás no sea el momento de subirse a esta montaña rusa.

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