Las inversiones en países emergentes crecen a buen ritmo
Las turbulencias de los mercados financieros en Europa y Estados Unidos desviaron las inversiones hacia los mercados emergentes. A tal punto, que ya despertaron temor entre los grandes bancos centrales quines alertan de que en el futuro podría hablarse de "una nueva burbuja", en esos países.Según los grandes bancos, los emergentes se vieron protegidos de la crisis a partir de un aparente aislamiento.
Esto habría provocado que los inversores hayan dirigido sus miradas, en los últimos meses, buscando valores más seguros, fuertes retornos y exposición cero al mercado subprime de Estados Unidos, lo que aumentaría la posibilidad de que entre mucho dinero en estos países provocando otra burbuja.
Así, William Rhodes, CEO de Citibank y primer vicepresidente del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF), asegur a Marketwatch: "Me preocupa la confianza de los inversores en los mercados emergentes. Una confianza que podría fortalecerlos aún más a impulsar los precios hasta niveles insostenibles".
"Los mercados podrían pasarse y cuando llegue la corrección, el aterrizaje podría ser duro", agrega el especialista.
Pero Josef Ackermann, presidente de Deutsche Bank y del IIF, reconoce que "los mercados emergentes han demostrado una notable resistencia en medio de las recientes turbulencias de los mercados crediticios mundiales".
David Bowers, consultor de Merrill Lynch, va más allá al afirmar que "los inversores creen que los mercados emergentes son el único oasis de crecimiento". El IIF estima que los flujos de capital neto hacia estos mercados alcanzarán la cifra récord de u$s620.000 millones este año, y podrían estar cerca de este nivel en 2008.
Según el Instituto, las inversiones extranjeras directas siguen predominando. Prevé que aumenten hasta u$s213.000 millones, en 2007, frente a los u$s167.000 millones del año pasado. Para 2008, se baraja una cifra en torno a los u$s223.000 millones.
De todas estas cifras, las que irán a parar directamente a los mercados bursátiles serían u$s52.000 millones en 2007 y u$s54.000 millones en 2008. En 2006, el informe del IIF indica u$s62.000 millones.
Con estas revalorizaciones sobre la mesa, los inversores se muestran muy optimistas respecto a la evolución de las acciones de los países en vías de desarrollo.
El 52% de los participantes en una encuesta elaborada por Merrill Lynch recientemente reconocieron que estaban "sobreponderados" en acciones de mercados emergentes, el nivel más elevado desde el 2004. En el sondeo participaron 209 administradores de fondos que juntos manejan u$s671.000 millones.
La vertiginosa entrada de capital en los mercados emergentes a lo largo de los últimos meses y la subida de los precios han dejado a muchos inversores preguntándose si los mercados emergentes se convertirán en la próxima gran burbuja global desde el punto de vista de la inversión.
No hay consenso académico sobre porqué se producen las burbujas o qué las provoca. Sin embargo, hay un entorno generalmente aceptado en el que se crea la mayor parte de las mismas:
- Una situación inesperada que lo inicia todo – algún tipo de cambio en la situación política o financiera que presenta una nueva oportunidad para los inversores.
- Dinero libre y fácil, producto de una gran liquidez global.
- Algún elemento de novedad que haga olvidar a la gente los tradicionales métodos de valoración.
Estos elementos en acción se pueden ver en casi todas las burbujas financieras de la historia reciente, desde las del Mississippi y el sureste asiático de 1720 a la burbuja de Wall Street en 1929 o la más reciente provocada por las punto.com.
¿Cómo se aplican estas situaciones a los mercados emergentes? Lo novedoso es la explosión productiva de China y de India y su inserción en el panorama económico global, ya que generan un enorme cambio en el equilibrio de la misma.
Ello permitió el crecimiento de los mercados emergentes y el desacople de la economía mundial de la evolución de los EEUU y los mercados occidentales.
Hay una serie de indicadores de que este desacople está teniendo lugar:
- En primer lugar, el hecho de que los mercados emergentes están creciendo en forma consistente más rápido que los mercados desarrollados. También es cada vez más evidente que este crecimiento proviene de la demanda local y del intercambio entre las economías emergentes, más que por exportaciones a los mercados desarrollados. De hecho, las exportaciones de unos emergentes a otros exceden ahora a las que terminan en países occidentales.Los inversores parecen estar aceptando la situación de desacople. En los últimos meses se han registrado entradas de capitales desde los fondos globales a los mercados emergentes, ante las dudas sobre el crecimiento en EEUU. Anteriormente, estos mercados eran vistos como una opción de segundo orden en el crecimiento global por lo que este flujo es inusual.
- En segundo término, en cuanto al dinero fácil, se advierte que el mundo viene teniendo altos niveles de liquidez desde hace ya muchos meses. Con las bajas de las tasas de interés, dispuestas por la Reserva Federal, la liquidez global debería mantenerse aunque aumentan las preocupaciones sobre un "credit crunch".
- La tercera condición es la que todavía no se desarrolló totalmente pero está más avanzada en algunos mercados. Ciertas acciones de China están en niveles altos y otras muestran algunas cifras del tipo "burbuja". No obstante, los emergentes -en términos globales- no se encuentran con valoraciones demasiado altas.
De los tres indicadores, los mercados emergentes cumplen dos pero todavía falta el último punto.
Para algunos países concretos, la situación es más proclive a suceder. China está -obviamente- liderando el camino en el nuevo argumento de revolución industrial y sobre el desacoplamiento.
También tiene su propio evento de novedad, la renta variable es nueva para la mayoría de los inversores locales. La liquidez en China es abundante como resultado de su inmenso superávit y se encuentra ya en el camino que lleva a las valoraciones que se salen de la norma.
En conclusión, las valoraciones sugieren que los mercados emergentes en su conjunto no están todavía en una burbuja, aunque las condiciones para ello sí están presentes. Sin embargo, el caso de una posible burbuja en China es mayor, debido a factores que incluyen signos de que las valoraciones y el comercio están mostrando datos similares a la de una burbuja.
Mientras los grandes bancos advierten sobre los riesgos de entrar a mansalva en estos mercados, algunos inversores pasaron de las palabras a los hechos.
Warren Buffett, presidente de Berkshire Hathaway, decidió salir de PetroChina que es la segunda mayor compañía por capitalización del país. Así, expresó sus dudas sobre encontrar alguna buena oportunidad de compra en China "porque el mercado está demasiado caliente".
"Compramos porque confiamos en el crecimiento de las compañías", remarca.
"Una posible desaceleración en el crecimiento de las mayores economías podría impactar en los mercados emergentes", advierte William Rhodes.
"Existen riesgos de un exceso de revalorización de los activos, una intesificación de las presiones inflacionistas en países que han estado resistiendo, y el potencial desorden en los mercados cambiaros no debería ser ignorado", destaca.
En la misma línea, el director gerente del IIF, Charles Dallara, sostiene que existe el riesgo de que se forme una "burbuja" en los activos de los mercados emergentes.
Algunos analistas creen que la tendencia que empuja a los inversores hacia las bolsas de países emergentes terminará y recuerdan que en el pasado se ha visto como la desaceleración en el crecimiento económico y el cambio de fase del ciclo han sido consistentes con una reducción en la exposición a estos mercados.
Aunque hay opiniones para todos los gustos. Jim Rogers, inversor que saltó a la fama en 1999 por anticipar el inicio del rally de las materias primas, también conocido por ser un antiguo socio de George Soros, todavía es optimista respecto a los mercados bursátiles en China y desecha, por ahora, que el alza de las acciones chinas haya formado una burbuja.
Los analistas de Merrill Lynch indicaron a sus clientes que "los riesgos de corto y mediano plazo, para los precios de las acciones en los mercados emergentes, siguen orientados hacia el alza y continuamos pensando que es probable la formación de una burbuja de activos, liderada por los mercados del BRIC".
"Los mercados emergentes globales todavía son pequeños, por lo que el cambio de los administradores de activos hacia esas plazas tiene un impacto desproporcionado", explica Richard Batty, director de inversiones de Standard Life Investments.
"Los fondos mutuos se están mudando de Estados Unidos a los mercados emergentes", señaló Batty de Standard Life, agregando que unos u$s700.000 millones en acciones pasaron el año pasado en forma directa a los mercados emergentes.
Rubén Ramallorramallo@infobae.com© infobaeprofesional.com