Krugman: "Ya no queda munición para luchar mientras la economía sigue cayendo"
Las soluciones convencionales para resolver las situaciones de crisis, en el nuevo escenario actual no sirven de nada. Al menos, así lo aseguró el Premio Nobel de Economía 2008, Paul Krugman.
Durante su participación en el foro 'Innovae: La innovación como solución', el economista remarcó que "necesitamos soluciones diferentes y es preciso que los políticos se den cuenta de ello".
En su opinión, la recuperación va a ser muy complicada y, como salida, es necesario el crecimiento de la innovación. Sin embargo, recordó que "no ha habido una sociedad más innovadora" que la estadounidense en la década de los años '20 del siglo XX, lo que no evitó la Gran Depresión.
"Todo el mundo quiere ahorrar, pero lo mejor sería que hubiera más oportunidades de inversión en soluciones medioambientales, en tecnologías verdes, en tecnologías avanzadas", señaló el Premio Nobel, al tiempo que requirió una sociedad más creativa, con políticos más innovadores para dar "una respuesta sin precedentes a la crisis".
En ese sentido, dijo que no ha habido la suficiente innovación en Europa y estimó que el Banco Central Europeo "es poco innovador en sus políticas" que deberían centrarse en evitar la deflación que es "muy desalentadora" para la economía.
Por otra parte, indicó que el origen de la crisis financiera internacional está en un "exceso de optimismo", y ahora se vive la situación "más seria" conocida "jamás".
De tal modo, recordó que de acuerdo a las proyecciones del FMI las cosas "van a ir aún a peor, pero lo más sorprendente es cómo está afectando a todos los países del mundo".Una crisis diferenteA pesar de reconocer que no se trata de la primera crisis económica del sistema capitalista, Krugman señaló que este crac internacional "sí es distinto".
En esta línea, lamentó que ya no es posible bajar más los tipos de interés puesto que ya estaban bajos al principio de la crisis. De esta manera, el Nobel sostuvo que ya "no queda munición con qué luchar mientras la economía sigue cayendo".
En cuanto a las políticas drásticas y reformadoras, Kruger defendió el plan de estímulo económico que se está acometiendo en Estados Unidos, pero vaticinó que incluso si el plan de Obama tiene "éxito" todavía crecerán el desempleo y la deflación.
"Tenemos el problema de una coordinación internacional poco acertada", acotó el premio Nobel, que afirmó que en Europa se está haciendo "menos todavía" que en Estados Unidos para mitigar la coyuntura.
En este sentido, destacó que una de las principales diferencias de la crisis en Europa y América es que el primero tiene unos programas sociales "más generosos" con los que el ciudadano está más protegido, mientras que en Estados Unidos muchos ciudadanos se están quedando sin subsidio ni seguro médico, por lo que en Europa el "peaje humano será menor".
En todo caso, Kruger recriminó al Banco Central Europeo su falta de políticas innovadoras y alertó de que ahora hay más riesgo significativo de deflación en Estados Unidos, pero avisó de que dentro de un año o dos ese fenómeno puede instalarse también en la Unión Europea. Mientras, subrayó países como Alemania, donde "se está haciendo bastante", y Francia, donde también se está luchando contra la crisis aunque "bastante menos".
Ante esta compleja situación, urgió a los Gobiernos y a los banqueros de todo el mundo a que "se impliquen a fondo", que sean innovadores y realicen políticas drásticas.
España Por otra parte, Krugman hizo hincapié en que la economía española sufrirá particularmente los efectos de la crisis.
En este sentido, aseguró que las perspectivas para el país ibérico son "son aterradoras", de manera que son necesarias políticas "drásticas".
Asimismo, insistió en que la situación económica española es "especialmente difícil" y vaticinó que los próximos años va a serlo "aún más". De hecho, Krugman consideró que las previsiones de crecimiento del Fondo Monetario Internacional (FMI) son "muy optimistas", y advirtió de que el déficit va a ser "muy grande" y hay que darle la vuelta a la situación, que será "muy dolorosa".
Finlamente, lamentó que las oportunidades de inversión en España "ya no son tan atractivas" y que estaban sobre valoradas. En concreto, se refirió al 'boom' del sector de la construcción, que una vez llegado a su fin generó una situación "especialmente difícil", informó cincodias.com.