AIG destinó el 70% del rescate que recibió a pagar deudas con bancos
Las ayudas a AIG no eran sólo para AIG. En realidad, la mayor parte de la ayuda pública a AIG se destinó a cumplir compromisos de la firma con terceros. En total, AIG ha recibido u$s150.000 millones en distintos paquetes de ayuda pública.
El fin de semana comunicó que, en total, con esta ayuda ha cubierto pagos por valor de más de u$s105.000 millones (el 70% del total) entre septiembre de 2008 y el cierre del año.
De esa cantidad, u$s93.200 millones fueron destinados a bancos: 56.500 a bancos europeos y 57.600 a otras entidades. Los u$s12.100 millones restantes los recibieron administraciones públicas.
AIG vendía estos contratos a entidades de todo el mundo y, con el estallido de la crisis crediticia, no pudo hacer frente a los pagos sin la ayuda pública, que es finalmente quien ha cubierto los compromisos de AIG con sus contrapartes.
Los u$s105.000 millones corresponden a distintos conceptos. De esa cifra, u$s22.400 millones proceden de contratos de derivados de crédito como los que tenía Santander. Otros u$s12.100 millones fueron a parar a Estados como California o Virgina, por contratos financieros garantizados.
Así, u$s43.700 millones responden a programas de préstamo en el mercado de valores y los restantes 27.100 se derivan de pagos hechos por una entidad -Maiden Lane III- en la que AIG agrupó activos sobre los que había vendido contratos para poder cancelarlos con ayuda pública.
En todo caso, la firma española está en la cola de las más beneficiadas por las autoridades estadounidenses. La primera es Goldman Sachs, que entre las diferentes partidas recibió un total de u$s12.900 millones. Société Générale ingresó u$s11.900 millones y Deutsche Bank, u$s11.800 millones. Barclays, Merrill Lynch, Bank of America y UBS también recibieron más de u$s5.000 millones. 32 entidades han cobrado u$s90.000 millones.
AIG ha obtenido fondos públicos en tres ocasiones. Los pagos hechos al Santander corresponden al primer paquete de ayudas, 85.000 millones de dólares puestos a disposición de AIG por la Reserva Federal de Nueva York.
En aquel momento las rebajas de rating en emisiones de deuda obligaban a AIG a efectuar pagos que no podía. En octubre recibió otros u$s37.800 millones y en noviembre alcanzó los 150.000 al crearse la filial Maiden Lane III.
Este mes, tras presentar pérdidas por más de u$s60.000 millones en el último trimestre de 2008, AIG pidió más inyecciones de capital, precisamente con el argumento de que una quiebra de la sociedad tendría efectos devastadores sobre las entidades con las que AIG operaba en el mercado de derivados.