Grecia lo hizo: la prima por el riesgo de default supera al de Argentina
Vuelven a sonar con fuerza las alarmas en torno a Grecia. Los seguros de impago contra la deuda del país, los denominados CDS, rompían esta mañana los 500 puntos básicos por primera vez, frente a los 485,7 de la sesión previa y siguen en ascenso meterórico desde entonces.
El jueves, han marcado récord tras récord. Los CDS a 10 años alcanzaban los 900 puntos básicos y a 5 años fijaban un nuevo récord en los 585 puntos básicos.Para los CDS a 10 años, Grecia ostenta el penoso récord de superar a la Argentina, pues el riesgo de impago de nuestro país se ubica en 854 puntos básicos. Para un plazo de 5 años, Argentina se mantiene en primer lugar en los 829 puntos básicos, seguida de cerca por Venezuela.
El 'efecto contagio' no se ha hecho esperar. El miedo no ha tardado en trasladarse a otras economías periféricas que, como la española, la portuguesa o irlandesa, se enfrentan a un galopante déficit público.
Según datos de Markit, los CDS de Portugal cotizan también en niveles récord, en 248 puntos básicos, frente a los 245 de ayer, mientras que los de Irlanda suben hasta los 170 puntos básicos (20 puntos más que ayer) después de que el Eurostat haya fijado el déficit del país en el 14,3%.
En el mercado de deuda, el diferencial entre los bonos helenos y el bund alemán se mantiene por encima de los 500 puntos básicos, en concreto, en 518 puntos frente a los máximos anuales fijados ayer en los 532 puntos.
Moody's rebajó la notaLa agencia de calificación de riesgo financiero Moody's ha rebajado hoy las calificaciones de deuda pública de Grecia desde A2 hasta A3, colocando además este nuevo rating en revisión para una posible bajada adicional.
"Esta decisión de Moody's se basa opinión de que hay un riesgo significativo de que la deuda sólo pueda estabilizarse en un nivel más alto y más costoso de lo estimado previamente", dijo la firma en una nota. "El anuncio se produce casi de forma simultánea a que Grecia confirme que existe un mecanismo a muy corto plazo de acceso a liquidez, mientras se pone en funcionamiento el mecanismo de préstamo desde la UE y el FMI. Pero la fuente gubernamental considera que esta posibilidad es sólo teórica. El mecanismo de colateral de los préstamos del BCE no es aplicable a los estados, como dijo el BCE en la última reunión específicamente a Grecia, pero sí a los bancos privados", dijeron fuentes del mercado a Cotizalia. "Aunque el Gobierno griego parece ser que va por delante incluso del calendario previsto desde el punto de vista de la aplicación de las acciones establecidas en su Programa de Estabilidad y Crecimiento (PEC), la coyuntura macroeconómica y de los mercados financieros le han permitido realizar la adhesión permanente al programa de forma considerable más difícil ", dice Sarah Carlson, analista principal para Grecia de Moody's. Según Moody's, la revisión de la calificación determinará si las calificaciones se mantendrán en el rango de A y su perspectiva futuro.
"Moody's concluirá la revisión de calificaciones una vez que se ha obtenido una mayor claridad sobre las medidas políticas a más largo plazo y las perspectivas macroeconómicas de Grecia. De acuerdo con su práctica habitual, la agencia espera concluir la revisión en cualquier momento durante los próximos tres meses", apuntó.
Fiel a su orgullo europeo, Grecia desde un primer momento se ha mostrado reticente a acudir al rescate conjunto del Fondo Monetario Internacional y de la Unión Europea.
Su presidente, Yorgos Papandreu ha hecho lo posible y lo imposible para no tener que pedir ayuda. Sus medidas para recortar el gasto le tienen entre la espada y la pared, con la ciudadanía, además, en pie de guerra.Y mientras más se alarga el proceso más aumenta la desconfianza de los inversores por un rescate que parece no llegar nunca. Los bonos caen, los CDS se disparan, lanzan la rentabilidad a niveles récord y peor se le ponen las cosas a Grecia, que acabará necesitando el rescate, en parte, empujada por el propio mercado.El miércoles comenzaron las famosas negociaciones, que no son más que una formalización de la "gestión normal que el Gobierno debía hacer para oficializar la gestión de la discusión que se está llevando a cabo en Bruselas", según explicó la semana pasada el ministro de Finanzas heleno Yorgos Papaconstantínu, en una misiva. La carta en cuestión se tomó como una llamada de auxilio y los mercados dieron por hecho que Grecia se acogía al plan de rescate. Hasta el Fondo Monetario Internacional lo dio por hecho.Pero parece que cuando las cosas andan mal, todo se complica. Las esperadas conversaciones con el equipo de evaluación que tenía que volar a Atenas se retrasaron tres días como consecuencia del cierre del espacio aéreo por la nube de cenizas generado por el volcán islandés. De aquí en adelante se presentan dos semanas claves en el futuro de Grecia.Mientras, más cruces de declaraciones que no hacen otra cosa que alimentar la incertidumbre del mercado. El martes, el presidente del Bundesbank y uno de los pesos pesados del Banco Central Europeo, Axel Weber, añadió 28.000 millones de euros a las estimaciones oficiales -52.000 millones- que se han hecho de la cifra que Grecia necesitará de aquí a final de año. Cabe recordar que Alemania es de los países que menos necesitan que Grecia suspenda pagos ya que, junto con Francia y Reino Unido, se encuentra entre los principales tenedores de bonos.En conclusión, es el miedo de los propios inversores el que está precipitando la necesidad del rescate. Si la rentabilidad de los bonos helenos sigue subiendo, teniendo en cuenta que el país está venga a darle a la manivela de la máquina de crear papel, llegará un punto en el que no pueda afrontar los pagos.De momento, Grecia sostiene que cuenta con fondos suficientes para cumplir con los compromisos que tiene hasta final de mes. Más allá, la solución será acudir de nuevo al mercado y la bola se irá haciendo más grande. Es cuestión de tiempo, pero finalmente la República Helénica se verá obligada a claudicar y pedir un salvavidas a sus socios europeos