Madoff: "Que se jodan mis ví­ctimas, yo tengo que cumplir 150 años en prisión"

Bernard Madoff, quien protagonizó una de las mayores estafas financieras de la historia -de 65.000 millones de dólares-, lanzó comentarios de desprecio contra las ví­ctimas de su fraude, a las que califica de avaras y estúpidas."Que se jodan mis ví­ctimas. He cargado con ellos durante 20 años y ahora cumplo prisión por 150", grita Madoff cuando le preguntan por los estafados, según relata en una entrevista a The New York Magazine.Madoff, que no siente ninguna lástima por quienes perdieron todos sus ahorros, se convirtió en un héroe para sus compañeros de presión, según el artí­culo titulado "Madoff, por fin libre". El autor de la entrevista -que ha hablado con otros presos- cuenta que los presos le admiran: se quedó con el dinero de ricos y avariciosos que querí­an todaví­a más.

Al parecer, este hombre de 71 años, que llegó a presidir el mercado bursátil Nasdaq, se convirtió en una celebridad en la prisión de Butner (Carolina del Sur), donde asesora a otros compañeros -entre ellos el capo mafioso Carmine Persico o el espí­a israelí­ Jonathan Pollard, con quienes pasea en los recreos- en asuntos de inmobiliarios y de inversiones financieras.Pero alguna vez a Madoff otros le increpan. Una tarde, relata el artí­culo, un interno le preguntó por sus ví­ctimas y, según otro preso, K.C. White, ladrón de bancos y artista de la cárcel, la sonrisa se esfumó de la cara del inversor y enfadado respondió: "Que se jodan mis ví­ctimas", alto y claro, informó el sitio Cotizalia. Madoff llegó a esa prisión el pasado 14 de julio y desde entonces "ha despertado la fascinación" de parte de sus compañeros, que incluso "le piden autógrafos y asesoramiento, y comentan con él detalles del histórico fraude", afirma la revista. Muchos de los presos siguieron su caso en la televisión, es una estrella. El estafador se está replanteando su vida y se pregunta, en su celda, "¿qué hago yo ahora?". Madoff relata que fueron sus clientes los que 'rompieron el saco'. "La gente no dejaba de darme dinero. Un tipo quiere invertir, si le digo que no, me pregunta: '¿no soy lo suficientemente bueno para ti?". En declaraciones a los investigadores del caso, el financiero también apuntó que el hecho de mantener el fraude durante dos décadas "era una verdadera pesadilla". Ojalá me hubieran atrapado seis años antes, u ocho años antes", sostuvo el financiero a los investigadores poco después de haber sido descubierto.