Inspirada en hechos reales, Peaky Blinders es una de las grandes series de la historia de Netflix que este año tiene su sexta temporada y tras la cual, según se había anunciado, llegaría a su fin. Sin embargo, se confirmó que habrá una película para atar los abundantes cabos sueltos para el público que se entusiasmó con su desarrollo durante casi una década. 

Se trata de la historia de una pandilla criminal cuyo jefe llega a ser parlamentario de la mano del respaldo del futuro primer ministro inglés Winston Churchill.

El estreno de la anunciada como última temporada de esta serie de Netflix, que fue en junio pasado, permitió a la producción una licencia final, que es prolongar hasta la era del ascenso del nazismo en Alemania y del fascismo en Italia la vida política del líder del clan, Tommy Selby, el personaje con que siempre se asociará de aquí en más al enigmático actor irlandés Cillian Murphy.

Murphy, que tiene una carrera en el cine -es un actor fetiche del prestigioso director Christopher Nolan, con el que ha rodado seis películas- hace de Selby un personaje inolvidable, con un lado A público, el político carismático que representa a los humildes, y un B oculto, el jefe de un grupo de delincuentes que irá de las pequeñas estafas iniciales al tráfico de opio a gran escala.

Ahora que se sabe que en lugar de séptima temporada en televisión on demand habrá un auténtico cierre de película de esta larga historia, quizás quede claro la envergadura del proyecto inicial del productor Steven Knight, que antes de generar este éxito mundial había escrito dos guiones que fueron nominados al Oscar, los de las películas Promesas del Este, de David Cronenberg y Negocios entrañables, de Stephen Frears.

Netflix: la historia de los Peaky Blinders 

Peaky Blinders es una de las grandes series de la historia de Netflix

La ficción de Knigth ha deformado un tanto la realidad para lograr un relato de mayor impacto en el público actual: para la mayoría de los historiadores la banda de delincuentes elegantes, que ocultaban filosas navajas en sus gorras con viseras, no llegó tan alto en el poder como para que quedase involucrado el prestigio del legendario Churchill, que fue primer ministro de 1940 a 1945 y entre 1951 y 1955, y su líder no era tan carismático como plantea la serie.

Los Peaky Blinders originales de fines del siglo XIX eran expertos en robos, extorsiones, fraudes y sobornos pero no podrían considerarse parte del gran crimen organizado, dice la historiadora Heather Shor de la Universidad de Leeds, que afirma que fue mediante un sistema de alianzas con otros clanes, entre ellos los Birmingham Boys, que lograron infiltrarse luego en el corazón de la vida política inglesa, para dejar de ser influyentes antes de los momentos en que la serie los ubica en su temporada final.

La ficción de Knigth ha deformado un tanto la realidad para lograr un relato de mayor impacto en el público actual

Uno de los aspectos más inquietantes de la sexta temporada de esta serie de Netflix, cuya acción empieza el 5 de diciembre de 1933, el día que finaliza La Ley Seca en Estados Unidos, es la filosa descripción de una época, que también revistó The Crown, en que buena parte de la política mundial observaba con simpatía el lento ascenso al poder de Adolph Hitler y Benito Mussolini, en parte perseguida por los fantasmas del comunismo, que trabajaba sobre la conciencia de sus pobres.