El ejercicio físico es clave para que cualquier persona pueda mantener una buena salud, aumentar el rendimiento y mejorar la calidad de vida. La pérdida de peso, el bienestar personal, el fortalecimiento de los músculos y el desarrollo de ciertas habilidades, son algunas de las motivaciones generales que pueden impulsar a cualquier persona a practicar actividad física.

Hacer ejercicio con regularidad es un elemento esencial para el mantenimiento de condiciones óptimas de salud. Sin importar la edad, el sexo y otras características personales de cada uno, es un aspecto que resulta clave para una buena calidad de vida.

Sin embargo, algunas personas tienen mayor necesidad de hacer actividad física por sus condiciones de salud. Ya sea que padecen alguna enfermedad o tienen mayores probabilidades de desarrollar algún tipo de patología, existen casos en los que resulta más importante que para el común de la población.

“Tal es el caso de la diabetes tipo 2, del síndrome metabólico y de las afecciones cardiovasculares, entre otras enfermedades”, indican las especialistas en Nutrición del staff de Medicus, Laura Casparian y Constanza Machain Barzi. En general, en estos casos es recomendable realizar algún tipo de actividad con una frecuencia de tres a cuatro veces a la semana, con una intensidad moderada y por un período mayor a treinta minutos.

De este modo, será posible mejorar los movimientos de las articulaciones, favorecer el depósito de calcio -que a su vez es clave en la prevención de patologías como la osteoporosis-, y mejorar la presión arterial. Además, disminuye los valores de colesterol y triglicéridos, lo cual es beneficioso para la salud general.

En el caso de la diabetes en general -y particularmente del subtipo 2 de esta enfermedad-, es importante aclarar que la práctica de ejercicio físico es uno de los pilares del tratamiento. “Junto con la dieta y la medicación -en caso de ser necesaria-, resulta central para que los pacientes puedan alcanzar una buena calidad de vida, por lo que es necesario que comprendan la importancia que tiene”, explica una de las especialistas de Medicus.

Sin embargo, se debe tener en cuenta que, por lo general, se recomienda que los pacientes realicen actividades aeróbicas. Se trata de ejercicio que requieren la ayuda del oxígeno, como el ciclismo, el tenis, el running o la caminata, entre otras. “Todos los ejercicios dentro de este grupo contribuyen a aumentar la resistencia, a mejorar la respiración y el sistema inmunológico”, indica la Lic. Machain Barzi. Además, señala que la práctica frecuente de ejercicio puede prevenir la diabetes y, definitivamente, promueve la pérdida de peso.

Es necesario tener en cuenta que todos los programas de ejercicio deben ser personalizados, es decir, que deben estar confeccionados en forma específica para cada persona. A igual que el plan alimentario, debe adaptarse a las condiciones individuales -edad, seco, situación fisiológica y patológica del paciente, condiciones laborales y económicas, entre otros factores-. Por eso, “antes de prescribir y realizar un programa de ejercicio hay que hacer una evaluación lo más completa posible del estado de salud y condición de cada individuo”, afirma la especialista en Nutrición Lic. Laura Casparian.

Más allá de la prevención y tratamiento de la diabetes, se debe considerar el ejercicio físico como uno de los elementos esenciales de la vida cotidiana de cualquier persona. El sedentarismo, de acuerdo a los expertos, es considerado un factor de riesgo cardiovascular, por lo que resulta esencial la práctica de ejercicio para llevar una alta calidad de vida. MEDICUS TE INVITA: Seminario dirigido a familiares y pacientes con diabetes: actividad física: lo ideal vs lo posible. A cargo de las Lic. en Nutrición Laura Casparian y Constanza Machain Barzi, del staff de Medicus. Martes 18 de septiembre, 17 hs. Auditorio del Instituto Argentino de Diagnóstico y Tratamiento (IADT). Larrea 955, CABA.