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Endometriosis, ¿cuándo un dolor pélvico es normal y cuándo no lo es?

Dado que es una patología que suele provocar mucho dolor, es importante conocer la diferencia para poder identificarla de manera correcta
24/03/2019 - 06:38hs
Endometriosis, ¿cuándo un dolor pélvico es normal y cuándo no lo es?

La endometriosis es una enfermedad en la que el tejido que regularmente crece dentro del útero comienza a crecer fuera del útero. Es importante aclarar que se trata de una de las enfermedades ginecológicas más comunes. Los principales síntomas de la endometriosis son dolor e infertilidad, ambos se dan en todas las mujeres que la padecen.

Los cólicos menstruales son frecuentes, la mayoría de las mujeres en edad reproductiva los padecen con mayor o menor frecuencia. Sin embargo, cuando se presentan como consecuencia de la endometriosis suelen ser más fuerte de lo regular, incluso llegan a ser inhabilitantes para realizar las tareas del día a día y empeorar con el tiempo.

Además, es común que las pacientes sientan dolor durante o después del sexo, así como también dolor en el intestino o en la parte baja del abdomen. Las evacuaciones intestinales dolorosas o las molestias al orinar durante los períodos menstruales también son frecuentes en las mujeres con endometriosis.

Por último, es importante tener en cuenta que esta patología puede provocar períodos menstruales abundantes o pequeñas pérdidas de sangre antes de menstruar o sangrado entre los períodos. De acuerdo a los datos del Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos, en las mujeres con dolor pélvico, podría haber endometriosis en aproximadamente el 75% de los casos. Asimismo, en las mujeres con problemas de infertilidad, podría haber endometriosis en hasta el 50% de los casos.

En algunas mujeres, el dolor asociado a la endometriosis disminuye luego de la menopausia, pero no siempre es así. Además, las terapias hormonales como los estrógenos o las pastillas anticonceptivas que se dan para reducir los síntomas de la menopausia podrían hacer que los síntomas de la endometriosis continúen.

La causa de la endometriosis todavía se desconoce, pero se han realizado estudios que sugieren cuál podría ser el motivo de su aparición. Algunos especialistas sostienen que podría ser el resultado de algo llamado "flujo menstrual retrógrado", en el cual parte de los tejidos que se desprenden durante la menstruación se devuelven, a través de las trompas de Falopio, hacia la pelvis. Si bien la mayoría de las mujeres tienen cierto flujo menstrual retrógrado durante los períodos, no todas tienen endometriosis. En este sentido, los investigadores están tratando de descubrir qué otros factores podrían provocar que los tejidos se adhieran y crezcan en algunas mujeres y no en otras.

Por otro lado, hay especialistas que sostienen que es probable que la endometriosis sea el resultado de una combinación de factores. Entre los principales se encuentran la genética e historia familiar, el exceso de estrógenos en el cuerpo -una hormona que participa del ciclo reproductivo femenino-, la resistencia a la progesterona por parte del endometrio, una disfunción del sistema inmunitario y la exposición a factores ambientales nocivos para el cuerpo.

Hasta el momento, no existe cura para la endometriosis, pero sí existen tratamientos para las consecuencias que puede provocar: el dolor y la infertilidad.

Los tratamientos para el dolor provocado por la endometriosis pueden ser con analgésicos, son terapia hormonal o, por último, con tratamiento quirúrgico.

Los analgésicos pueden ser efectivos si el dolor u otros síntomas son leves. Los más comunes son los antiinflamatorios no esteroideos, también conocidos como AINES, y los opiáceos -analgésicos fuertes que interactúan directamente con el sistema nervioso-. Sin embargo, este tipo de tratamiento no siempre funciona, ya que las molestias suelen ser más graves. Las hormonas, por su parte también se utilizan para tratar el dolor asociado a la endometriosis; pueden tomarse en forma de píldora, inyección o spray nasal.

Los tratamientos hormonales hacen que los ovarios dejen de producir hormonas, incluido el estrógeno, y suelen evitar la ovulación. De esta manera se podría enlentecer el crecimiento y la actividad local, tanto del endometrio como de las lesiones endometriales.

Además, el tratamiento evita el crecimiento de nuevas zonas de endometriosis y la formación de cicatrices, pero no hace que las existentes desaparezcan.

Los anticonceptivos orales, los agonistas de la hormona liberadora de gonadotropinas -que detienen la producción de determinadas hormonas para prevenir la ovulación, la menstruación y el crecimiento de endometriosis- y el Danazol son los principales tratamientos hormonales que se utilizan para mejorar los síntomas de la endometriosis.

Por último, las investigaciones muestran que algunos tratamientos quirúrgicos pueden aliviar de manera significativa el dolor de la endometriosis. 

Respecto del tratamiento para la infertilidad asociada a la endometriosis, en la mayoría de los casos, los médicos recomiendan la laparoscopía para extirpar o vaporizar los crecimientos como modo de mejorar la fertilidad en mujeres con endometriosis leve o mínima. Si bien hay estudios que muestran un aumento en la tasa de embarazos luego de este tipo de cirugía, no es clara la tasa de éxito.

Si no se produjera un embarazo luego del tratamiento laparoscópico, la mejor opción para aumentar la fertilidad podría ser la fertilización in vitro. Además, es importante aclarar que cualquier terapia hormonal que se use para tratar el dolor asociado a la endometriosis solo suprimirá la ovulación y retrasará el embarazo.