La actividad física es uno de los principales pilares para alcanzar y mantener una vida saludable. Un cuerpo activo es capaz de evitar una mayor cantidad de enfermedad, tanto a corto como a largo plazo, al igual que de permanecer en un estado general óptimo. La práctica frecuente de ejercicio es un hábito que, dentro de lo posible, se debe fomentar desde las edades más tempranas. Así, es posible que desde pequeños los niños aprendan que se trata de una actividad positiva y la incorpore a su rutina.

Sin embargo, cada vez es más difícil fijar este tipo de hábito, ya que el sedentarismo es un problema que crece día a día en todo el mundo.

En Argentina la situación de los niños y adolescentes es alarmante. Según los datos de la Secretaría de Salud de la Nación, solo 1 de cada 5 niños y adolescentes cubren la recomendación de actividad física diaria.

Esto significa que aproximadamente el 80% de los adolescentes de entre 13 y 15 años no alcanza a cubrir las recomendaciones diarias en cuanto a la práctica de actividad física requerida. Además, más del 50% de ellos pasa más de tres horas en estado sedentario, sumado al tiempo que está en la escuela con jornadas preponderantemente sedentarias.

A nivel mundial, ya no solo en Argentina, el sedentarismo es el principal responsable de los niveles de sobrepeso y obesidad en niños, niñas y adolescentes. Ahora sí, a nivel local, para prevenir el crecimiento de esta situación las carteras de Salud, Educación, Desarrollo Social, Cultura y Ciencia y Tecnología crearon una Guía de Estándares de Entornos Escolares Saludables.

Aprobada por Resolución 564/2019, incluye recomendaciones para regular entornos escolares en materia de alimentación saludable y actividad física. Así, se configura como una herramienta que promueve el alcance de la recomendación mundial que establece que niños, niñas y adolescentes realicen 60 minutos de actividad física diaria, de intensidad moderada o vigorosa, para lo cual es necesario generar un entorno escolar físicamente activo.De esa forma, propone garantizar la cantidad y calidad de actividad física con un enfoque inclusivo de la temática, garantizar idealmente 3 clases de educación física por semana y la promoción de otras actividades curriculares, extra-curriculares y extraescolares que alienten al movimiento.

Otro de los puntos principales de la Guía es la capacitación docente, que se configura como un elemento clave al momento de enseñar a los niños y adolescentes acerca de la importancia del ejercicio físico. En este aspecto, es importante garantizar las instalaciones, el equipamiento y los recursos para alcanzar el desarrollo de actividad física de calidad.

El consenso de todas las autoridades reunidas recomienda no exigir, desde la escuela, un apto físico como condición para que los niños, niñas y adolescentes participen de la clase de educación física.

Consideran que el mismo carece de evidencia científica de respaldo, no previene ni detecta precozmente riesgo de eventos súbitos, funciona como un falso reaseguro de control de salud de los niños y ninguna institución internacional lo recomienda. Según los expertos, lo que sucede en la práctica es que la exigencia del apto físico que muchos niños tardan en conseguir, obstaculiza el derecho que niños, niñas y adolescentes tienen de practicar actividad física.

"Con este documento de consenso buscamos, por un lado, desestimular la práctica de pedir un apto físico escolar cuando no existe evidencia científica y al no haber un marco regulatorio que establezca pautas claras, la solicitud de apto físico es muy heterogénea y en algunas jurisdicciones se solicitan evaluaciones de especialistas y estudios que carecen de fundamentación", explicó la directora nacional de Promoción de la Salud y Control de Enfermedades No Transmisibles, Verónica Schoj.

Así, en este marco se está elaborando un documento de consenso para desestimular el apto físico y promover la práctica de actividad física en todos los niños, niñas y adolescentes.

Por otro lado, el objetivo de la Guía es promover la aplicación de la Ley 26.835 de Promoción y Capacitación en las técnicas de reanimación cardiopulmonar básicas en los establecimientos escolares y la aplicación de la Ley 27.159 "Muerte Súbita. Sistema de Prevención Integral" es más propicio a la hora de prevenir accidentes o complicaciones.

Las referentes técnicas de la secretaría de Salud recomiendan a su vez el control integral periódico de salud en niños, niñas y adolescentes, de modo que acompañe el proceso de crecimiento y desarrollo y que permita extender una constancia médica para presentar en la escuela únicamente en los casos que se presenten condiciones detectadas a partir del control integral de salud.