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Afasia: cuándo un trastorno del habla debe alertarnos sobre un ACV

Es un trastorno que puede aparecer como consecuencia de una lesión en las partes del cerebro responsables del lenguaje
08/11/2019 - 17:04hs
Afasia: cuándo un trastorno del habla debe alertarnos sobre un ACV

¿Es posible que una persona que hablaba sin ningún problema de pronto pierda esa capacidad y le cueste expresarse? Aunque parece algo que solo pasaría en las películas, lo cierto es que sí puede suceder y la medicina lo ha denominado afasia de expresión.

La afasia como tal es un trastorno que se produce como consecuencia de una lesión a las partes del cerebro responsables por el lenguaje; de acuerdo al sector que haya dañado puede causar problemas con capacidades como la expresión, la comprensión, la lectura y la escritura.

Algunas personas con afasia tienen problemas en el empleo de las palabras y las oraciones .afasia expresiva-. Algunas tienen problemas en entender a los demás (afasia receptiva). Otras personas con afasia tienen problemas tanto de expresión como de comprensión (afasia global).

La afasia puede causar problemas con el lenguaje oral (expresión y comprensión) y con el lenguaje escrito (lectura y escritura). Por lo general existen mayores dificultades con la lectura y escritura que con la expresión y comprensión orales.Al igual que muchas afecciones, una afasia puede ser leve o más severa; así, la gravedad de los problemas de comunicación depende de la cantidad y ubicación del daño cerebral.

El paciente con afasia leve puede ser capaz de mantener una conversación normal en muchas circunstancias, puede tener problemas en entender el lenguaje cuando sea largo o complicado y puede tener problema en hallar las palabras (anomia) para expresar una idea o explicarse-esto es similar a tener una palabra "en la punta de la lengua".

Por otro lado, un paciente que padece una afasia grave puede no comprender nada de lo que se le diga y en general puede decir pocas palabras o quizá ninguna.

La afasia de expresión puntualmente presenta síntomas muy característicos, por lo que es fácil de reconocer por un tercero, independientemente de cuál sea su causa. En general, la persona usa sólo palabras sueltas al hablar -como el nombre de un objeto, por ejemplo-, habla en frases cortas y fragmentadas, puede ordenar mal las palabras e intercambiar las sílabas. También es posible que invente palabras o que quiera conectar esas palabras inexistentes con algunas reales y que no se comprenda nada de lo que quiere decir. Tal como se ha mencionado, también existe la afasia receptiva, que se caracteriza por la dificultad o imposibilidad para comprender mensajes en su propio idioma -a veces parece que se les estuviera hablando en otro dialecto distinto-. Además, la persona tiene gran dificultad en poder seguir el habla rápida, como las noticias de radio o televisión, por ejemplo, al tiempo que malinterpreta las frases hechas, el lenguaje figurado o las metáforas.

Es importante tener en cuenta que con mucha frecuencia, la persona con afasia tiene, en diferentes medidas, dificultades tanto expresivas como receptivas.

La afasia se suele diagnosticar al poco tiempo de haber sufrido el daño en el cerebro, ya sea por un accidente cerebrovascular. Por tal motivo, la aparición aguda de algunos de estos síntomas debe alertarnos al igual que la pérdida de movilidad de parte del cuerpo. De esta manera, de llegar en un tiempo aproximado de 3 horas es posible recibir un tratamiento para revertir este trastorno discapacitante.

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