El autoestima se construye a partir de un conjunto de variables que afectan a la persona, que son parte de su día a día y de sus características particulares. Es por eso que varía de persona a persona, y que los factores que a cada una la afectan son distintos. Un estudio recientemente publicado en la Harvard Business Review analizó cómo es el autoestima de hombres y mujeres y cómo cambia a medida que pasa el tiempo, es decir a medida que las personas recorren el camino de sus vidas y ganan años y experiencia.

Con una muestra de 8.655 individuos -44% de ellos, hombres-, la investigación reveló que en general las mujeres tienen un autoestima más bajo y menos seguridad en sí mismas que el género masculino. Esta realidad podría justificarse a partir de diversos aspectos que actualmente afectan de manera distinta a las mujeres y a los hombres. Las exigencias estéticas, la presión social por realizarse a sí mismas y la combinación del desempeño profesional con el cuidado del hogar pueden ser algunas de ellas, aunque cada persona es diferente y todos esos elementos impactan de manera diversa. Sin embargo, según pudieron observar Jack Zenger y Joseph Folkman -encargados del estudio-, esa situación se revierte en un momento específico de la vida. Cuando llegan a los 40 años, el nivel de autoestima se equipara en ambos géneros, lo cual implica que tanto hombres como mujeres se sienten igual de seguros de sí mismos respecto de su vida en general.

Otro dato significativo explica qué sucede a partir de esa edad respecto de cómo se sienten los individuos respecto de sí mismos. Alrededor de los 60 años las mujeres muestran un nivel incluso más alto que el que reconocen los varones de esa edad. Esta situación también responde a un gran grupo de variables que pueden impactar sobre la forma en que se perciben y se sienten los hombres de esa edad, que están íntimamente ligados a los parámetros y estándares hegemónicos en las sociedades actuales.

Tal como se mencionó, se trata de un conjunto de variables que se modifica a lo largo de la vida. No obstante, lo cierto es que en las mujeres esa variación es más acentuada que en los hombres.

En términos generales, el autoestima en los hombres se incrementa en 8,5% desde los 25 a los 61 años. En contraste, la de las mujeres aumenta en 29%, es decir, tres veces más. Se podría decir, entonces, que el proceso de adquirir seguridad en sí mismas es más complejo en las mujeres y toma más tiempo, pero se acentúa con mayor intensidad que en los hombres, que tienen un autoestima algo más constante.