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Un mundo cada vez más envejecido: cuál es la situación a nivel global y cómo afecta a la salud pública

El envejecimiento poblacional es una realidad que cada día se hace más evidente y se agrava a medida que pasa el tiempo
01/01/2020 - 14:02hs
Un mundo cada vez más envejecido: cuál es la situación a nivel global y cómo afecta a la salud pública

La población mundial está envejeciendo rápidamente. Esto significa que la proporción de personas mayores está aumentando en todo el mundo. Según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre 2015 y 2050 dicha proporción casi se duplicará, pasando de 12 a 22%. En números absolutos, el aumento previsto es de 900 millones a 2.000 millones de personas mayores de 60 años. Más de un 20% de las personas que pasan de los 60 años de edad sufren algún trastorno mental o neural y el 6,6% de la discapacidad en ese grupo etario se atribuye a trastornos mentales y del sistema nervioso. Estos trastornos representan en la población anciana un 17,4% de los años vividos con discapacidad. La demencia y la depresión son los trastornos neuropsiquiátricos más comunes en ese grupo de edad, pero no los únicos.

Los trastornos de ansiedad afectan al 3,8% de la población de edad mayor y los problemas por abuso de sustancias psicotrópicas, casi al 1%; asimismo, aproximadamente una cuarta parte de las muertes por daños autoinfligidos corresponden a personas de 60 años de edad o mayores. En este sentido, es importante mencionar que es frecuente que los problemas por abuso de sustancias psicotrópicas en los ancianos se pasen por alto o se diagnostiquen erróneamente.

A lo largo de la vida son muchos los factores sociales, psíquicos y biológicos que determinan la salud mental de las personas. Además de las causas generales de tensión con que se enfrenta todo el mundo, muchos adultos mayores se ven privados de la capacidad de vivir independientemente por dificultades de movilidad, dolor crónico, fragilidad u otros problemas mentales o físicos, de modo que necesitan asistencia a largo plazo. Además, entre los ancianos son más frecuentes experiencias como el dolor por la muerte de un ser querido, un descenso del nivel socioeconómico como consecuencia de la jubilación, o la discapacidad. Todos estos factores pueden ocasionarles aislamiento, pérdida de la independencia, soledad y angustia.Una de las afecciones más comunes es la demencia, un síndrome que se caracteriza por la disminución de la memoria y la capacidad de pensar, al igual que trastornos del comportamiento e incapacidad para realizar las actividades de la vida cotidiana.

Se calcula que en el mundo hay unos 47,5 millones de personas que padecen demencia. A su vez, la OMS estima que el número de pacientes con esta afección aumentará a 75,6 millones en 2030 y a 135,5 millones en 2050; además, la mayoría de esos pacientes vivirán en países de ingresos bajos y medianos.

El principal problema de la demencia, más allá del trastorno en sí, son los problemas sociales y económicos que genera por lo que toca a los costos de la asistencia médica, social e informal que impone. Por otra parte, las presiones físicas, emocionales y económicas pueden agobiar a las familias. Tanto las personas aquejadas de demencia como quienes las asisten necesitan apoyo sanitario, social, económico y legal.

La depresión es otra de las patologías que puede afectar a la población mayor; puede causar grandes sufrimientos y trastorna severamente la vida cotidiana. La depresión unipolar afecta a un 7% de la población de ancianos en general y representa un 5,7% de los años vividos con una discapacidad entre las personas de 60 años de edad y mayores. En los establecimientos de atención primaria de salud la depresión no se diagnostica ni se trata como debiera. Es frecuente que los síntomas de este trastorno en los adultos mayores se pasen por alto y no se traten porque coinciden con otros problemas que experimentan los adultos mayores.

Los adultos mayores con depresión tienen un desempeño más deficiente en comparación con los que padecen enfermedades crónicas como las enfermedades pulmonares, la hipertensión arterial o la diabetes sacarina. Este trastorno también aumenta la percepción de tener mala salud, la utilización de los servicios médicos y los costos de la asistencia sanitaria.Para la OMS, es importante que los prestadores de asistencia sanitaria y la sociedad en su conjunto presten atención a las necesidades especiales de los grupos de población de edad mayor. ¿Cómo? A través de la capacitación de los profesionales sanitarios en la atención de los ancianos, así como de la prevención y atención de las enfermedades crónicas que acompañan a la vejez, como los problemas mentales, neurales y por abuso de sustancias psicotrópicas. Además, es esencial que se elaboren políticas sostenibles sobre la asistencia a largo plazo y los cuidados paliativos, y de la creación de servicios y entornos que favorezcan a las personas de edad.