Joaquín Sabina fue operado de urgencia en la mañana del jueves en la Clínica Ruber Internacional por un hematoma intracraneal y un derrame cerebral provocado por un fuerte golpe en la cabeza, tras haberse caído del escenario anoche en el estadio WiZink Center de Madrid.De acuerdo a lo informado por el diario ABC de España, la intervención concluyó satisfactoriamente. A su vez, el medio español aseguró que el estado del cantante no es "grave", y que la causa central de la operación fue un pequeño coágulo.

Sin embargo, el cantautor permanecerá las siguientes 48 horas en observación, por su sufre alguna complicación o necesita de algún cuidado especial.

Según difundieron algunos medios locales e internacionales, el parte médico de Sabina indica que "ayer ingresó en el Hospital Ruber Internacional Don Joaquín Martínez Sabina, tras haber sufrido una caída accidental. Presenta traumatismo de hombro izquierdo, torácico y craneoencefálico. Ha sido intervenido quirúrgicamente para realizar una evacuación de hematoma intracraneal en hemisferio derecho". Asimismo, la entidad donde fue intervenido y actualmente se encuentra en observación afirma que está "ingresado en la unidad de cuidados intensivos y su estado es estable".La causa de su trastorno fue una caída, en un pozo de al menos dos metros de profundidad, que tuvo lugar durante el transcurso de un recital junto a Joan Manuel Serrat. Mientras se dirigía al público el cantante trastabilló y cayó del escenario.

Allí fue atendido por los paramédicos, pero después lo trasladaron para poder examinarlo adecuadamente y saber qué consecuencias había sufrido su cuerpo. Fue así que, horas más tarde, Joaquín Sabina ingresaba a la clínica por un fuerte dolor en el hombro, producto del golpe. Después de haberle realizado una serie de estudios, le detectaron un "pequeño derrame cerebral" producto de un traumatismo craneoencefálico, y debió ser operado de urgencia.

¿Qué es un traumatismo craneoencefálico y qué consecuencias puede provocar?

La causa más frecuente de daño cerebral es la de origen traumático y se conoce como traumatismo craneoencefálico (TCE).

La primera consecuencia de la lesión post-traumática suele ser una alteración de la conciencia, que puede llevar al coma, cuya intensidad y duración es variable y que, en algunos casos, puede prolongarse durante meses, provocando importantes consecuencias a largo plazo.

Los trastornos a nivel sensorial -tacto, olfato, vista-, los trastornos del movimiento y la marcha, los de deglución y los de coordinación motora, también pueden aparecer como consecuencia de un trauma de estas características. En el aspecto neuropsicológico, es decir, de afectación de las funciones superiores, también pueden aparecer algunos déficits cognitivos y conductuales de diferente intensidad. La atención y la concentración, la memoria y el aprendizaje, el razonamiento, el lenguaje y el habla, y los cambios en la conducta y las emociones, son trastornos cognitivos que pueden aparecer a partir de un traumatismo craneoencefálico.