Durante las vacaciones se suele bajar el ritmo del año, por lo que puede ser un período ideal para probar nuevas formas de relacionarse con la comida. Disfrutar frente al mar, el río o una pileta no tiene que ser sinónimo de descontrol. 

La rutina lleva a comer con apuro, sin embargo, durante las vacaciones se puede tomar el tiempo necesario para poder hacerlo. También, es posible dar un cambio 180° donde se ponga el foco en la calidad de la comida antes que la cantidad.

Disponer de mayor tiempo y encontrarse descansando permite saborear, encontrar el gusto en los alimentos y el placer del acto de comer. 

Disfrutar del verano y las vacaciones no debe ser sinónimo de aumentar de peso, ni perder tiempo en la cocina. Durante los días de descanso es posible indagar sobre nuevos hábitos como puede ser la planificación que permite anticipar y preparar algunas opciones para comer, sin temor a subir de peso. 

 

Las vacaciones se vuelven un momento clave para adquirir el hábito de la organización y planificación de comidas. Así, a la vuelta de la rutina y la vida laboral, la alimentación sana, practica y rica se verá solucionada. 

Las Viandas Cormillot en sus versiones Frescas y Congeladas ofrecen tus comidas favoritas de forma práctica y equilibrada. Con el acompañamiento de nutricionistas, se vuelven la mejor opción para adquirir nuevos hábitos y así comenzar la rutina de manera organizada con la comida. 

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