Todas las personas han experimentado alguna vez el "comer emocional". El problema está cuando se hace frecuente en la rutina. Comer emocionalmente implica usar los alimentos para afrontar las emociones, ¿Alguna vez sentiste te sentiste triste y comiste chocolate desmedidamente o te sentiste estresado y comiste galletitas sin parar? Esta conducta tiene una base biológica ya que los alimentos ricos en azúcares y grasas activan el circuito cerebral de recompensa que aumenta el bienestar.

Sin embargo, no detectar estas conductas a tiempo puede traer fuertes consecuencias para la salud. Si bien las personas están diseñadas para obtener aquello que causa placer, es posible que se recurra a alimentos muy específicos frentes a distintas situaciones aunque no se trate de un hambre fisiológico sino emocional. Las causas pueden ser por emociones negativas como ansiedad, estrés, soledad, aunque también puede ser por alegría, diversión, enamoramiento, entre otros. 

Cuando el comer emocional se vuelve frecuente, es posible que genere culpa por no haber controlado la situación a tiempo o que aumente el riesgo de perpetuar un cirulo vicioso. Para evitar esto es importante identificar las situaciones que disparan este mal hábito y comenzar a practicar nuevas estrategias para vencerlo.

 

Una forma fácil, práctica y sana de evitar el placer emocional es manteniendo una planificación de comidas. Tener una alimentación organizada impide caer en los picoteos o en las comidas emocionales. Las Viandas Cormillot en sus versiones frescas o congeladas son una buena manera de mantener una alimentación organizada, sana y práctica para evitar caer en los malos hábitos alimenticios. Además, son las únicas viandas que incluyen nutricionista 100% online que brinda todos los consejos y tips para lograr una visa más saludable. 

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