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Nechí­n, el paraí­so belga que refugia a los famosos que quieren pagar menos impuestos

La Justicia belga anunció el viernes que por ahora denegará la nacionalidad a Bernard Arnault, presidente del grupo de lujo LVMH
14/01/2013 - 10:12hs
Nechí­n, el paraí­so belga que refugia a los famosos que quieren pagar menos impuestos

Néchin saltó a las tapas de la prensa del mundo cuando a fin de noviembre se supo que el actor francés Gerard Depardieu había comprado una casa para fijar su residencia en Bélgica y escapar del fisco francés.

Tras la victoria electoral del socialista François Hollande, Depardieu, que había apoyado en las elecciones al ex presidente Nicolas Sarkozy, contó que abandonaría Francia por el anuncio de Hollande de hacer que quienes ganan más de un millón de euros anuales paguen un 75% de impuestos.

La fuga fiscal de Depardieu, a quien hace dos semanas el presidente ruso Vladímir Putin concedió el pasaporte ruso, puso los focos sobre Néchin, donde desde hace dos décadas vive la acaudalada familia francesa Muillez , propietaria de la cadena de hipermercados Auchan y de la cadena de productos deportivos Decathlon, presente en media Europa.

En Néchin, sus oficialmente casi 2.000 habitantes son muchos menos en realidad, porque la mayoría vive y trabaja en el conurbano que une, al otro lado de la frontera, a Lille y Roubaix, o directamente en París, donde se llega en tren en apenas una hora y media.

Según datos municipales, el 27% de los residentes en el pueblo son franceses.

“Aquí se aburren. Esas señoras ricas acostumbradas a la buena vida aquí no hacen más que mirar la televisión. Al poco tiempo están hartas y quieren volver a París. Por eso en realidad muchos de estos ricos pasan la mayor parte del tiempo en Francia, aunque legalmente residan aquí”, señaló un ciudadadon al matutino Clarín.

Los primeros en llegar fueron los Muillez, a principios de los 80 y cargando con una fortuna de 10.000 millones de euros, justo después de que el presidente socialista François Mitterrand aprobara en 1981 el Impuesto de Solidaridad para las Fortunas. El diario Le Monde cuenta que lo pagan algo más de medio millón de franceses y que el fisco consigue recaudar casi 5.000 millones de euros anuales.

Bélgica no es un paraíso fiscal y muchos belgas se sorprenden de que los ricos franceses se trasladen al otro lado de la frontera. Porque los belgas pagan más que los franceses por el impuesto sobre los ingresos del trabajo, pero –y aquí está la principal razón de la fuga fiscal– Bélgica sólo tasa con un 7% las donaciones y Francia lo hace hasta el 60% en el caso de grandes fortunas.

Depardieu es el mascarón de proa, pero hay más. La Justicia belga anunció el viernes que por ahora denegará la nacionalidad a Bernard Arnault, presidente del grupo de lujo LVMH, con marcas como Louis Vuitton, Möet Chandon, Givenchy, Donna Karan, Christian Dior, Hublot o Bulgari.

Arnault es la primera fortuna francesa y cuarta mundial con 41.000 millones de dólares según la revista Forbes. La Justicia belga también dijo que investigará las actividades de sus empresas en Bélgica, de las que sospecha que son meras empresas “pantalla” destinadas a evadir impuestos.

El diario belga La Libre Belgique contaba en diciembre que hay casi medio millar de franceses en la lista de espera para recibir la nacionalidad belga.

En Bélgica ya viven otras fortunas francesas, como la familia Pollet –de la cadena de ropa La Redoute–, Jacques Badin –Carrefour–, Philippe Hersant –editor del diario “Le Figaro” y otros medios–, o los actores Daniel Auteuil y Emmanuelle Béart.