La Casa Rosada quiere llevar al Congreso un proyecto consensuado. Proponen eximir del pago de multas a los empresarios que regularicen a sus empleados
IMPUESTOS - 05 de Octubre, 2017

Las negociaciones para avanzar con la ley de blanqueo laboral deberán estar finalizadas antes de marzo próximo. El plan que ya puso en marcha el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, es que haya un resultado concreto antes del comienzo del nuevo año legislativo para permitir la formalización de hasta un millón de trabajadores.

La nueva ley de formalización laboral prevé eximir del pago de multas a los empresarios que regularicen la situación de sus trabajadores; el Estado reconocerá a cuenta los aportes al sistema previsional por los años en los que el empleado haya estado en la informalidad.

"La ventana donde hay que conseguir resultados es en estos seis meses. Es en el tiempo legislativo de acá hasta diciembre y eventualmente en sesiones extraordinarias. El diálogo ya empezó", confió a La Nación un importante ministro del gabinete nacional.

En la actualidad hay 4,5 millones de asalariados que están en negro, que no aportan al sistema y que no cuentan con obra social ni derechos laborales.

De ese universo, en una primera etapa, el Gobierno aspira a que entre 800.000 y 1.000.000 se sumen al trabajo formal. El foco estará puesto en la construcción, el comercio y gastronómicos, los peones rurales y el personal doméstico.

La capacitación es otro eje central. La meta es trabajar sobre los procesos formativos en distintas etapas. Una de las preocupaciones de los empresarios que Triaca suele trasladarles a los sindicalistas es que hoy falta personal idóneo para cubrir las vacantes.

Una de las opciones en evaluación son las pasantías formativas. Esta posibilidad generó mucha resistencia al comienzo de la negociación, pero desde el Gobierno aclararon que no se trata de un número que estará en manos de los empresarios, que podrían utilizar la herramienta para forzar una flexibilización de las condiciones de trabajo, sino que las pasantías serán determinadas por los convenios laborales.

En todos los casos, todas las negociaciones serán sector por sector. Desde el Ministerio de Trabajo aseguraron al matutino que ya están avanzadas las conversaciones con los sectores de energía, servicios, gastronómicos y de la construcción.

En tantro, la reforma laboral que planifica el Gobierno comenzará a materializarse con las primeras paritarias de 2018 y tendrá rasgos distintivos de acuerdo con cada sector y su convenio colectivo.

Las alternativas en evaluación incluyen la baja de aportes patronales; revisión de cláusulas de antigüedad, escalas y funciones; no avalar pagos extraordinarios y establecer las pasantías para capacitar personal a valores más bajos.

"Les transmitimos a los dirigentes sindicales, a los empresarios y a todas las fuerzas políticas que lo que nosotros vamos a producir (en reforma laboral) va a ser producto de un consenso. El diálogo es escuchar a todos, saber entender la postura de cada uno y encontrar las soluciones sector por sector de lo que le hace falta a la Argentina", sostuvo el ministro Triaca.

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