Se comienza a redefinir el rol de la auditorí­a interna

Los organismos reguladores y las presiones de los inversores sobre el Gobierno Corporativo ampliaron drásticamente el alcance del trabajo del profesional
Por iProfesional
IMPUESTOS - 05 de Marzo, 2007

Los auditores y los astrónomos compartimos plenamente una idea: "El universo se expande". Así­ como después del big bang un universo de estrellas y planetas comenzó y continúa expandiéndose, de la misma forma el mundo del auditor interno es cada vez más amplio.Como nunca, probablemente hoy se enfrenta a uno de los cambios más importantes en su profesión, debiendo abordar aspectos relacionados con el Gobierno Corporativo y el Control Interno de una compañí­a, que unos años atrás hubieran sido impensados.Los hechosLos reguladores (a través de la Ley Sarbanes Oxley, por ejemplo), las constantes presiones de parte de los inversores para que se mejore el Gobierno Corporativo y los nuevos riesgos a los que se enfrentan las organizaciones, ampliaron drásticamente el alcance del trabajo del auditor.Las grandes compañí­as han abordado la tarea de definir e implantar un Modelo de Control Interno. En el caso de Latinoamérica, el elegido ha sido el "Modelo COSO" , que cuenta con 5 elementos principales interrelacionados entre sí­. Uno de ellos es el llamado "Monitoreo", cuyo objetivo principal es asegurar que el control interno continúe operando efectivamente en el tiempo.Como función independiente dentro de las organizaciones, la Auditorí­a Interna cumple un rol importante en el monitoreo al evaluar periódicamente los controles existentes y, como consecuencia, se ha visto ante el desafí­o de abordar áreas que hasta el momento no habí­an sido parte de su universo.En efecto, hasta ahora, las auditorí­as eran más bien operativas, no revisaban los procesos contables, ni las funciones ni los procesos del área de sistemas de información o el resto de elementos del "Modelo COSO" como, por ejemplo, el ambiente de control, la evaluación de riesgos u otros aspectos relacionados con el Gobierno Corporativo de sus compañí­as.El desafí­oAsí­, los auditores se ven enfrentados al desafí­o de aventurarse en un terreno desconocido. Para ello, al igual que el explorador precavido, deberí­an revisar su preparación y analizar si cuentan o no con las habilidades y equipos necesarios, antes de adentrarse en el nuevo territorio. En este sentido, vale la pena preguntarse:

  • ¿Contamos con profesionales capaces de evaluar adecuadamente los controles sobre instrumentos financieros complejos o los procesos contables, como, por ejemplo, el proceso de consolidación o el de conversión a USGAAP u otros principios contables?
  • ¿Tenemos personas con las capacidades técnicas necesarias para evaluar los sistemas de información o la ética de nuestra compañí­a?
  • ¿Entendemos claramente los componentes del ambiente de control?
  • ¿Existe un modelo de pruebas y monitoreo del control interno bien definido?

La oportunidadEs un hecho que una auditorí­a interna bien estructurada  - recursos suficientes, metodologí­a adecuada y profesionales preparados - puede otorgar un tremendo valor a las organizaciones, ayudándolas no solo en el cumplimiento regulatorio, sino también en la excelencia de las operaciones y en la gestión de los riesgos de reporte financiero.Definida de forma inteligente, la auditorí­a interna puede ayudar a gestionar los riesgos, eliminar las complejidades y redundancias que existen en torno a los controles y reducir costos, lo que permitirá mejorar la competitividad y proteger el valor de la compañí­a para los accionistas.Redefinir el rol de la auditorí­a internaUna de las formas es cumplir con los estándares para la práctica profesional de los auditores internos, emitidos por el Instituto de Auditores Internos (IIA), que establece que las compañí­as deben realizar una evaluación de calidad independiente de su departamento de auditorí­a interna, al menos una vez cada 5 años. Además de cumplir con los estándares del Instituto, la evaluación de calidad puede proveer de un mejor entendimiento a los Directorios, Comités y Gerencia acerca de la calidad de su auditorí­a interna y proveer guí­as de cómo lograr una auditorí­a interna que agregue valor y defina claramente su nuevo rol.En una encuesta realizada por Deloitte en el año 2005, el 40% de las compañí­as reconoció que planea realizar una evaluación de la función de Auditorí­a Interna en los próximos 2 años.Las siguientes son algunas de las caracterí­sticas que debe tener una función de Auditorí­a Interna efectiva:

  • Que opere basada en un estatuto claramente definido.
  • Que adapte sus actividades a las necesidades de su organización y que sea un fuerte apoyo a la gestión.
  • Que utilice un enfoque basado en riesgos

El modelo de control internoEl informe COSO (Committee of Sponsoring Organizations) es un documento que contiene las principales directivas para la implantación, gestión y control de un sistema de Control Interno. Debido a la gran aceptación que ha logrado desde su publicación en 1992, el Informe COSO se ha convertido en el estándar de referencia en materia de Control Interno, y su interés se ha reavivado luego de las exigencias planteadas por la Ley Sarbanes Oxley. El documento destaca la necesidad de que la alta dirección y el resto de la organización dimensionen la trascendencia del control interno, su incidencia sobre los resultados de la gestión, el papel estratégico que debe gozar la auditorí­a y la consideración del control como un proceso integrado a los procesos operativos de la empresa.Su finalidad es establecer una definición común de control interno que responda a las necesidades de las distintas partes y facilitar un modelo a partir del cual las empresas y otras entidades, cualquiera sea su tamaño y naturaleza, puedan evaluar sus sistema de control interno.Es un hecho que una Auditorí­a Interna bien estructurada puede otorgar un tremendo valor a las organizaciones:

  • Que reporte directamente al Comité de Auditorí­a.
  • Que mantenga una comunicación abierta con la Gerencia y los Comités de Auditorí­a, Directores u otros.
  • Que lidere los temas relacionados con control interno, gestión de riesgos, fraude y gobierno corporativo.
  • Que promueva y lidere la definición e implantación de modelos de control interno formales y basados en estándares reconocidos.
  • Que aproveche y se potencie con la tecnologí­a (análisis de datos, gestión de riesgos, etc.).
  • Que evalúe periódicamente su efectividad.

La función de los auditores internos es hoy más crí­tica que nunca. Los Directorios y Comités (de Auditorí­a, de Directores u otros) necesitan confiar en ellos para la evaluación de los controles y para cumplir con sus responsabilidades fiduciarias de evaluar las acciones de la gerencia en la gestión de los riesgos de la compañí­a.Este es probablemente el momento más importante en la historia de la profesión de auditor interno y los procesos y cambios que hoy vivimos como resultado del actual ambiente de negocios afectarán la forma en que funcionan los departamentos de Auditorí­a Interna en el futuro.

Fuente: Paréntesis - Revista de Deloitte para ejecutivos latinoamericanos

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