Cuál es la mochila de impuestos al agro que es peor que las retenciones a la exportación de granos

Los productores agropecuarios consideran que los derechos de exportación, a pesar de ser una carga contra las que protestan airadamente, no son la peor carga impositiva que soportan, ya que hay un costo oculto con la "trampa del IVA" en el campo argentino.

Cuál es la trampa del IVA para el campo

En medio del discurso oficial sobre la "necesidad de ordenar la economía", existe una realidad que golpea en silencio al corazón productivo de Argentina: los saldos técnicos de IVA que se acumulan sin devolución en el sector agropecuario, afirma Mariano Echegaray Ferrer, del estudio del mismo nombre y precisa:

Lo que debería ser un impuesto neutro —el IVA—, en la práctica se transforma en un costo adicional que erosiona la rentabilidad y restringe el capital de trabajo. Y lo más grave: lo hace en un momento donde cada peso invertido cuenta.

Esto sucede porque una empresa vende granos con una tasa del 10,5%, pero compra todos sus insumos —desde semillas, fertilizantes e insumos— al 21%. Esa diferencia de alícuotas genera un excedente de crédito fiscal que no puede utilizarse contra débitos fiscales, dando origen a lo que se conoce como "saldo técnico de IVA".

En un país donde financiarse en el sistema bancario cuesta una fortuna, ese saldo inmovilizado es como tener agua en el desierto, pero en una botella sellada, enfatiza Echegaray Ferrer.

Qué se suma a la mochila de impuestos

Si seguimos analizando la declaración jurada, la sorpresa no termina ahí: desde 2001, los productores sufren retenciones de IVA al vender su mercadería, básicamente no cobra el 100% del débito fiscal de su venta, con el objetivo de evitar la informalidad de la cadena., advierte Echegaray Ferrer, y sostiene:

¿Después de 24 años, cuál es la realidad actual?

Hoy tenemos un sistema hipercontrolado que rastrea en línea toda la producción (ubicación de los inmuebles, con puntos de GPS, detalle de superficie, tipos de cultivos), abarcando datos desde la siembra hasta el traslado y venta de la mercadería con las a carta de porte electrónicas y las liquidaciones primarias de granos, todo online. 

Entonces, ¿por qué seguimos reteniendo un 5% a 8% del ingreso de quien produce con una trazabilidad total?

Lo que necesita el sector agropecuario no es un privilegio, sino el cumplimiento del principio básico de neutralidad del IVA. Devolver los saldos técnicos, permitir su uso libre para cancelar cualquier obligación fiscal o previsional, y eliminar retenciones injustificadas, es parte de una agenda mínima para no castigar al que produce, invierte y arriesga, concluye Echegaray Ferrer.