• 20/9/2024

La verdadera historia detrás del tranvía que cayó al Riachuelo

¿Cuál es la historia detrás del trágico accidente en el que el tranvía de la Compañía de Tranvías Eléctricos del Sur cayó al Riachuelo?
Por MD
14/02/2024 - 11:16hs
La verdadera historia detrás del tranvía que cayó al Riachuelo

El 12 de julio de 1930 un tranvía de la Compañía de Tranvías Eléctricos del Sur cayó al Riachuelo provocando la muerte de 56 personas. Te contamos la historia detrás del trágico accidente.

¿Cómo fue el accidente del tranvía que cayó en el Riachuelo?

El tranvía involucrado en el accidente era un modelo Brill 21E, fabricado en Estados Unidos en 1913. Era un tranvía de dos pisos, con capacidad para 36 pasajeros sentados y 22 parados. Tenía un motor eléctrico de 50 caballos de fuerza y podía alcanzar una velocidad máxima de 40 km/h.

El recorrido del tranvía se completaba en 1 hora y 19 minutos, uniendo Temperley con Plaza Constitución. Para cruzar el Riachuelo, la empresa dueña del tranvía construyó el Puente Bosch, un puente que se levantaba para que pasen las embarcaciones. Además, contaba con una senda peatonal para que las personas pudieran atravesarlo.

El tranvía partió de Temperley a las 5 de la mañana. A medida que avanzaba por la ruta, se llenó de trabajadores que se dirigían a sus empleos en las fábricas del sur del Gran Buenos Aires. Muchos de ellos viajaban parados, colgando de las puertas o incluso en el techo.

El tranvía cayó al Riachuelo dejando solo 5 sobrevivientes

Alrededor de las 6:20 de la mañana, el tranvía se aproximaba al Puente Bosch. El conductor era Juan Vescio, un italiano que realizada uno de sus primeros viajes y era asistido por el guarda Ángel Rodríguez.

En ese momento, la parte central del puente estaba levantada para permitir el paso de un barco. Las medidas de seguridad estaban en funcionamiento, por lo que se podía ver la luz roja encendida y escuchar la señal sonora.

A pesar de las señales de advertencia y del frenético accionar del conductor, el tranvía no logró detenerse a tiempo y se precipitó al Riachuelo.

El impacto fue brutal. El tranvía se hundió rápidamente en las aguas contaminadas, arrastrando consigo a los pasajeros. Muchos de ellos no sabían nadar o se ahogaron por el peso de sus ropas mojadas.

Algunos pasajeros que iban colgados lograron saltar antes de que el tranvía caiga y salvarse milagrosamente. Tan solo cinco personas sobrevivieron al trágico accidente, cuatro hombres y una mujer.

La tragedia se vio agravada por la falta de asistencia inmediata y por la lentitud de las operaciones de rescate.

Las causas del accidente aún se debaten. Algunos sostienen que la culpa fue del conductor por no respetar las señales de advertencia y no frenar el tranvía a tiempo. Asimismo, algunos testigos afirmaron que el tranvía circulaba a una velocidad mayor a la permitida.

Otros apuntan a la empresa tranviaria por la falta de mantenimiento del puente y del sistema de señales. También se mencionó la posibilidad de una falla mecánica en el tranvía.

Cuando quitaron el tranvía del Riachuelo, las pericias determinaron que el acelerador estaba trabado y que los frenos se encontraban desgastados, lo que pudo haber provocado el accidente.

El tranvía fue restaurado y continuó funcionando
El tranvía fue restaurado y continuó funcionando

En la misma ciudad de Avellaneda, la catedral acogió una misa solemne en honor a los fallecidos. El presidente Yrigoyen, junto a su vicepresidente y el intendente Barceló, se unieron al dolor de los familiares. La solidaridad no se hizo esperar y se organizaron colectas para socorrer a las viudas y huérfanos que quedaron desamparados.

Sin embargo, la justicia tardaría en llegar. Las indemnizaciones a las familias afectadas se demoraron más de una década en ser pagadas.

La autopsia realizada al conductor, Juan Vescio, descartó la presencia de alcohol y determinó que murió ahogado luego del impacto, al igual que el resto de los pasajeros.

El responsable de la garita, Miguel Rodríguez, quien había sido detenido preventivamente, fue liberado por el juez federal Jantus.

El tranvía, con sus motores eléctricos reemplazados y su número de interno cambiado, pasó de ser el 75 al 275, volvió a circular hasta la década del 40. Incluso, lo hacía por el mismo Puente Bosch, en el que ocurrió la tragedia.

Las consecuencias del accidente fueron devastadoras. Las familias de las víctimas recibieron una mínima indemnización por parte de la empresa tranviaria varios años después. No hubo responsables penales.

El hecho conmocionó a la sociedad argentina y generó un debate sobre la seguridad del transporte público y específicamente de los tranvías.

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