Cuánto sale el pan dulce por el que hacen más de 3 cuadras de cola
Cada fin de año, cuando la Navidad empieza a marcar el pulso de la ciudad, Buenos Aires enciende sus propios rituales: luces que florecen en las veredas, brindis que se adelantan y, sobre todo, la clásica peregrinación en busca de un pan dulce. Entre todas las opciones, uno se impone por tradición y devoción popular: el de Plaza Mayor, la histórica panadería y restaurante de Monserrat que desde mediados de los 80 se ganó un lugar especial en la mesa festiva porteña.
Con la llegada de diciembre, las escenas se repiten como una postal: filas que se estiran en la esquina de la calle Venezuela 1399 , conversaciones entre desconocidos que comparten la espera y turistas que, guiados por recomendaciones, se suman curiosos a la experiencia. No es llamativo que muchos lleguen incluso antes de la apertura, porque el objetivo es siempre el mismo: asegurarse uno de los panes dulces más comentados, buscados y fotografiados de la temporada navideña.
Detrás de esa fidelidad hay una receta que funciona como contraseña. El pan dulce de Plaza Mayor combina frutos secos seleccionados, higos confitados y una masa húmeda y aromática que conserva intacta la esencia con la que la familia fundadora comenzó a elaborarlo en 1985. A lo largo de los años, el producto fue sumando devotos que lo consideran un ritual obligado, al punto de convertirlo en un fenómeno cultural más que gastronómico.
Plaza Mayor: cuánto vale el pan dulce más buscado en 2025
Para esta Navidad, la edición 2025 salió al mercado con un precio de $36.000, lo que implica un incremento cercano a los $11.000 respecto al año anterior. Aun así, dentro del segmento de panettones premium y elaboraciones artesanales, continúa entre las opciones más competitivas, sobre todo si se compara con panaderías boutique que ofrecen propuestas similares a valores más altos.
La demanda, sin embargo, hace que el precio no sea un obstáculo. De hecho, el furor ya trascendió las puertas del local: en redes sociales y grupos de compraventa comenzaron a circular publicaciones que lo revenden por encima de los $40.000, un fenómeno repetido en los últimos años que evidencia el estatus simbólico que el producto alcanzó dentro de la Navidad porteña.
Venta y horarios: solo en el local y con cupos diarios
Plaza Mayor mantiene una modalidad de venta estricta: únicamente presencial, en su tradicional local de Monserrat. Para administrar la demanda, la panadería fijó dos franjas de atención específicas para diciembre: de 9 a 11 y de 17 a 19, horarios en los que suele agotarse la producción diaria.
El establecimiento aclara que no cuenta con venta online, pedidos por WhatsApp ni acuerdos con plataformas de e-commerce. "Las publicaciones en Mercado Libre o similares pertenecen a particulares que compran en el local y revenden por su cuenta", remarcan para evitar confusiones y estafas estacionales, que se han vuelto frecuentes ante la popularidad del producto.
Un clásico de un kilo, con receta reservada
El pan dulce conserva su formato tradicional de un kilo y mantiene un proceso de elaboración artesanal que requiere varias horas de preparación y reposo. Aunque los ingredientes generales se conocen, la fórmula exacta permanece como un secreto familiar, transmitido entre generaciones y protegido como parte de la identidad de la casa. Ese halo de misterio —sumado al sabor, la textura y la constancia de calidad— alimenta el mito y explica por qué tantos clientes regresan año tras año.
Para muchos porteños, llegar a la mesa navideña con un pan dulce de Plaza Mayor es casi una declaración de principios: una mezcla de tradición, afecto y recuerdo. Por eso, cuando diciembre avanza y la ciudad se tiñe de luces, la fila sobre la calle Venezuela vuelve a crecer. Y, como cada año, miles de personas repiten el mismo gesto: esperar pacientemente por ese pan dulce que, para muchos, ya es sinónimo de Navidad en Buenos Aires.