La historia del automóvil guarda millones de vehículos que fueron lanzados y exitosos, o por lo menos duraron más de una generación.

Sin embargo, poco se habla de aquellos que nacieron para morir, y fueron parte de los grandes fracasos de este sector. Aquí un repaso por los modelos que dejaron un mal recuerdo en la industria.

Tucker 1948

Tucker 1948, uno de los grandes fracasos de la historia.

Diseñado por Preston Tucker el modelo tenía una lámpara central giratoria para dar iluminación direccional, parabrisas de seguridad, frenos a disco y un motor de seis cilindros ubicado en la parte trasera.

Si bien primero causó un gran atractivo, luego fue un fracaso porque generó malas críticas en la prensa y luego hubo una investigación sobre un presunto fraude en torno a la financiación de la empresa.

Sólo se construyeron 51 unidades. 47 de estos aún permanecen en la actualidad y son muy valiosos, pese al escaso éxito conseguido en aquella época.

Ford Edsel 1958

Ford Edsel, otro que nació condenado al fracaso.

Ford creó en la década del 50 la marca Edsel como un competidor de Buick. Buscaban ofrecer glamour y lujo a un precio más bajo que el habitual de la propia marca Ford.

Sin embargo, los clientes se mantuvieron alejados por el aspecto del Edsel, a pesar de un gran impulso de marketing de Ford durante un año antes de su lanzamiento.

El Edsel presentó novedades como luces de advertencia de bajo nivel de aceite y temperatura del motor, así como el selector de marchas con botón pulsador Teletouch.

Con pocas ventas, se dejó de fabricar a fines de 1960 después del cálculo que estimó una pérdida en aquella época de 350 millones de dólares para Ford.

Citroën Bijou 1960

Citroën Bijou, solo se vendieron 207 unidades.

Fue concebido como una forma de usar repuestos y aumentar el atractivo de la plataforma del 2CV con un modelo coupé compacto. Pero en ese momento en el mercado europeo era grande la competencia.

El Bijou tampoco podía ofrecer nada importante en materia de rendimiento, ya que su carrocería de fibra de vidrio era más pesada incluso que un 2CV estándar, por lo que era lento. Sumado a esto, el interior era chico y el estilo algo particular, lo que explica por qué solo se vendieron 207 unidades.

Bricklin SV-1 1974

Nació como el más seguro, pero fracasó.

Su nombre significaba Safety Vehicle One (el auto número uno en seguridad) y fue desarrollado con una fuerte estructura antivuelco y paragolpes que absorbían los impactos, que eran nuevas ideas en el momento de su lanzamiento. También tenía como gran característica su carrocería de fibra de vidrio, para que no se pudriera.

Bricklin también duplicó el precio del automóvil desde su lanzamiento en 1974 hasta que fracasó en 1976 cuando los fondos de la provincia canadiense de Nuevo Brunswick interrumpieron su inversión.

Renault Avantime 2001

Renault Avantime, uno de los últimos fracasos.

Nació como una gran propuesta, pero dejó de producirse en 2003 con sólo 8.500 autos fabricados. Muchos aseguraron que la causa de su fracaso fue lanzarlo como rival de los modelos de BMW y Mercedes-Benz.

Tampoco había suficiente espacio en el asiento trasero del Avantime para que funcionara como un cuatro plazas y el acceso a la parte delantera requería de puertas muy largas.