• 13/12/2025
ALERTA

Apuran obras por u$s2.000 millones para exportar gas a Brasil desde Vaca Muerta: cuál es el plan

La Argentina busca reemplazar a Bolivia como proveedor de Brasil, pero se requiere una obra de envergadura para incrementar la capacidad de transporte
12/11/2025 - 20:20hs
Transporte de gas

El potencial de Vaca Muerta como exportador de gas a la región encuentra su principal obstáculo en la falta de infraestructura de transporte. Para concretar el anhelo de llevar volúmenes firmes y de largo plazo a Brasil, la Argentina necesita construir una obra clave con una inversión estimada que podría superar los u$s2.000 millones, según el plan que acelera la transportadora TGN.

El proyecto de infraestructura que se analiza busca responder a la creciente demanda, tanto local como regional. El plan más ambicioso que TGN evalúa consiste en un nuevo gasoducto que conectaría Neuquén con el sur de la provincia de Córdoba. Este troncal se vincularía con el sistema de transporte existente, permitiendo movilizar gas desde Vaca Muerta hacia el centro del país y, desde allí, hacia el exterior.

La magnitud del proyecto está ligada al volumen que se aspire a transportar, pero se anticipa que para alcanzar una capacidad de 20 millones de metros cúbicos diarios (MMm³/día), la inversión rondaría los u$s2.000 millones.

Este nuevo caño es la alternativa a los ya saturados ductos del Gasoducto Perito Moreno y de Gasoducto Centro Oeste, y saldría desde Vaca Muerta hasta el nodo conformado en La Carlota, en Córdoba, que permite acceder a través del recientemente construido gasoducto de Integración Federal con la zona norte del país.

A partir de entonces, cuando el Gasoducto del Norte esté debidamente abastecido (hoy limitado a 15 MMm3/d que apenas satisfacen la demanda de las siete provincias norteñas) habrá que decidir su incremento de capacidad, y la traza que tomará finalmente la conexión a Brasil

Exportaciones de gas a la región

A pesar de ese panorama de infraestructura pendiente, el país y las empresas productoras están ocupando en la actualidad todos los gasoductos de exportación salvo el vínculo con Uruguayana. Así, el gas argentino está llegando a Metanex, en Chile,  a la zona de Concepción, la zona de Santiago y el norte de Chile, a Brasil vía Bolivia y a Uruguay por el Gasoducto Cruz del Sur.

Es decir, lo que en algún momento fueron ductos que tuvieron que cerrarse por distintas condiciones, hoy están todos abiertos y están funcionando, lo cual eso de por sí una buena noticia para el sistema.

No obstante, TGN también estudia escenarios con menor volumen respecto del proyecto original (de 15 o 10 MMm³/día) para garantizar la flexibilidad y reducir sustancialmente el monto de capital necesario. El eje estratégico de la iniciativa es el interés de Brasil por diversificar su matriz energética y potenciar su industria con un combustible más económico.

Es que Brasil, en particular el sur de ese país, pierde a Bolivia como abastecedor tradicional y, al depender crecientemente de gas asociado, le resulta de gran atractivo la cuenca de Vaca Muerta como fuente firme y de largo plazo. Actualmente, la Argentina ya exporta volúmenes estacionales a Brasil, pero el objetivo es alcanzar contratos firmes, los cuales demandan la infraestructura nueva.

Desde fines de octubre se retomaron exportaciones de gas al principal socio comercial regional, que superan los 300.000 m2 diarios, algo que está muy por debajo del potencial de la demanda de al menos 15 MMm3/d o más, según distintos analistas de ambos países.

Cómo financiar la obra de u$s2.000 millones

La clave del financiamiento de la obra, sin embargo, no descansa únicamente en la demanda brasilera. Desde TGN se explica que el "disparador" para la construcción del nuevo gasoducto será, probablemente, la demanda local, particularmente la asociada a la generación termoeléctrica.

Esto requiere que las autoridades regulatorias eléctricas adapten las reglas para que los generadores se sientan confortables comprando capacidad de transporte firme por un plazo de, al menos, 15 años.

Respecto a las rutas de exportación, la industria gasífera identifica tres vías posibles, siendo la más razonable geográficamente la que atraviesa Bolivia. Sin embargo, esta vía se encuentra obstaculizada por lo que se consideran "demandas de precio excesivas" por parte del país vecino para el uso de su ducto.

Para ejemplificar la desproporción, se mencionó que Bolivia exige u$s1,9 por millón de BTU para un transporte en ductos con más de 25 años, cuando la tarifa de transporte argentina para una distancia similar es de entre u$s0.40 y u$s0.50, es decir cuatro veces menos.

Paraguay, un jugador tapado para el gas

Frente al escollo boliviano, otras opciones son el sur de Brasil, cerrando un anillo de gasoductos entre Uruguayana y Porto Alegre, o bien, a través de Paraguay. Esta última alternativa, además de ser una ruta de tránsito, implica el interés paraguayo en consumir en los próximos años gas para generación térmica y plantas de fertilizantes, un potencial que la Argentina debe considerar.

Cualquiera de estas opciones requerirá discutir nuevas inversiones con los eventuales socios de los países vecinos, a excepción de la alternativa boliviana que ya cuenta con una red de gasoductos operativa y amortizada, que desde marzo está siendo la via exportadora del gas de Vaca Muerta.

Pese a los desafíos regulatorios y de costos, la industria muestra un optimismo moderado y un sentido de urgencia. Se estima que, una vez que los generadores locales estén en condiciones de comprar capacidad de transporte firme, el proyecto podría arrancar en un plazo de seis a ocho meses

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