Licencia por salud mental: qué contempla la ley argentina y cómo solicitarla correctamente

En Argentina, la licencia por salud mental se rige por la Ley de Contrato de Trabajo (LCT) y se complementa con la Ley Nacional de Salud Mental (Ley 26.657). En efecto, la Ley de Contrato de Trabajo establece el derecho del trabajador a una interrupción temporal de sus tareas con goce de sueldo cuando su capacidad para realizarlas se ve afectada por un padecimiento de salud, incluyendo los de índole mental.

Licencia por salud mental: qué contempla la ley argentina

Goce de sueldo y plazos: El trabajador tiene derecho a percibir su remuneración durante el período de licencia. Los plazos de licencia paga varían según la antigüedad:

• Menos de 5 años de antigüedad: hasta 3 meses de licencia paga por año por la misma enfermedad.
• Más de 5 años de antigüedad: hasta 6 meses de licencia paga por año por la misma enfermedad.

Reserva de puesto: Agotados los plazos de licencia paga, si el trabajador no está en condiciones de reincorporarse, el empleador debe mantener la reserva del puesto de trabajo durante un año más. Durante este período, el trabajador no percibe salario.

Reintegro o indemnización: Al finalizar el período de reserva, si la incapacidad persiste, el empleador puede decidir si reubica al trabajador en tareas acordes a su condición o, en su defecto, indemnizarlo.

En tanto, la Ley de Salud Mental garantiza el derecho a la protección de la salud mental y a recibir atención integral e igualitaria, reconociendo el padecimiento mental como parte de un proceso dinámico determinado por múltiples factores. Establece que el tratamiento debe ser lo más adecuado y con la menor restricción de libertades posible, y no permite la discriminación por motivos de salud mental.

Licencia por salud mental: cómo solicitarla correctamente

Consulta médica: El primer paso es consultar a un profesional de la salud. Para licencias de 15 días o más, la normativa sugiere que deben ser emitidas por un médico psiquiatra para evitar rechazos por parte de la ART o la empresa.

Certificado médico: El médico emitirá un certificado (o "reposo laboral") que acredite la necesidad de la licencia, la duración estimada y el diagnóstico (este último puede estar codificado para proteger la confidencialidad). El certificado debe ser claro en cuanto a la incapacidad temporal para realizar las tareas habituales.

Comunicación al empleador: El trabajador debe notificar a su empleador (o al área de recursos humanos) la situación y la duración de la licencia, preferentemente por escrito (telegrama, correo electrónico con constancia, etc.) para dejar un registro formal.

Presentación de documentación: Se debe entregar el certificado médico a la brevedad posible, siguiendo los procedimientos internos de la empresa para la gestión de licencias médicas.

Control y seguimiento: El empleador tiene derecho a verificar el estado de salud del trabajador a través de su servicio de medicina laboral. El trabajador está obligado a someterse a dichos controles, siempre que no menoscaben su dignidad personal.

Asesoramiento legal: En caso de dudas, rechazos o complicaciones (como juntas médicas), es recomendable buscar asesoramiento legal o sindical para garantizar el pleno ejercicio de los derechos del trabajador.