Cambios clave para empresas y empleados: 10 obstáculos que enfrentará la reforma laboral

La reforma laboral busca modernizar las relaciones del trabajo y facilitar la creación de empleo, pero con la experiencia del capítulo laboral de la Ley Bases, dejados sin efecto en su totalidad por la Justicia, el Gobierno enfrenta un desafío jurídico y constitucional para redactar cambios que se sostengan.

"La reforma laboral que busca implementar el actual gobierno tiene como objetivo "modernizar" las leyes que regulan el trabajo para que las empresas puedan contratar más fácilmente, mejorar la competitividad y, al mismo tiempo, mantener la protección básica de los trabajadores", explica Javier Fernández Verstegen, especialista en Derecho del Trabajo y Relaciones Laborales, Brons & Salas.

"Sin embargo, la discusión no debe quedarse solo en la necesidad de actualizar un marco normativo (que en muchos casos tiene más de cinco décadas). El verdadero desafío está en que los cambios que se impulsen deben combinar competitividad, formalización y protección", indica.

"Sin embargo, una reforma apresurada o desequilibrada podría generar conflictos jurídicos y constitucionales que afecten su implementación. La clave será diseñar un esquema que brinde certezas a las empresas y los trabajadores, preservando los principios del Derecho del Trabajo, ello a partir del consenso necesario entre todos los actores necesarios en esta clase de desafíos", afirma.

Cuáles son los desafíos de la reforma laboral

Fernández Verstegen enumera los siguientes desafíos para la reforma laboral:

1.Toda reforma debe respetar el principio de protección del trabajador, previsto en el artículo 14 bis. Este núcleo garantiza estabilidad, seguridad social y negociación colectiva. Su afectación podría derivar en inconstitucionalidad.

2. Actualizar no implica retroceder: la Corte Suprema señaló que las normas no pueden ser regresivas en materia de derechos laborales. El desafío es simplificar sin debilitar la tutela laboral.

3. Aplicar un mismo esquema en todo el país puede chocar con las competencias provinciales. Las diferencias económicas y sectoriales exigen una mirada federal que reconozca particularidades.

4. La seguridad jurídica es indispensable. Es fundamental que la creación de nuevas leyes y/o reformas estén coordinadas entre sí, para no generar contradicciones o ambigüedades. Si esto sucediera, podría incrementar la litigiosidad.

5. Modificar aportes o contribuciones sin un diseño fiscal adecuado puede afectar la sustentabilidad del régimen de Seguridad Social. Cada medida debe evaluarse en su impacto directo e indirecto, buscando una estructura sostenible en el tiempo.

6. La simplificación de ciertos procesos a partir del uso de documentación electrónica o digitalización de registros es necesaria, debiendo adoptarse criterios que sean accesibles a todos los empleadores y empleados.

7. La negociación colectiva es un derecho constitucional y está respaldada por la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Cualquier limitación podría vulnerar compromisos internacionales, pero se debe buscar impulsar el mecanismo de negociación colectiva, considerando las distintas realidades de cada jurisdicción, empresa, actividad y otros.

8. La regulación normativa debe reconocer las distintas escalas de operación. Las pymes necesitan esquemas más simples y regulaciones que les permitan formalizar a sus empleados, mientras que las grandes empresas requieren seguridad jurídica para invertir.

9. La Nación, las provincias y los municipios tienen facultades propias para regular, fiscalizar y aplicar en distintos aspectos normas laborales o tributarias dentro de cada jurisdicción, y es fundamental que haya un acuerdo entre estas jurisdicciones para que no se genere una superposición normativa o conflictos de competencia. Esto es clave para una reforma eficaz.

10. Más allá del contenido técnico, la previsibilidad es el verdadero motor del empleo. Una reforma sólida, coherente con la Constitución y el federalismo, permitirá generar más trabajo formal y sostenido.

En definitiva, la reforma laboral debe construirse sobre bases técnicas sólidas, diálogo entre los distintos actores y respeto por los principios constitucionales. Solo así podrá transformarse en una herramienta efectiva para promover el empleo, la inversión y el desarrollo sostenible, concluye Fernández Verstegen