Milei despliega la motosierra en la UBA: cierre de cátedras, carencia de presupuesto y jubilaciones de prepo
La Universidad de Buenos Aires (UBA) continúa siendo la mejor del país. No hay dudas y hasta los ránkings internacionales así lo certifican. A pesar de atravesar un contexto de crisis presupuestaria que comparte con el resto de las universidades de nivel superior, la UBA volvió a ubicarse entre las diez casas de altos estudios más importantes de América Latina en la edición 2026 del QS World University Rankings 2026: Latinoamérica y el Caribe.
De 45 universidades argentinas, la UBA clasificó en el décimo puesto que lidera la Pontificia Universidad Católica de Chile, seguida por la Universidad de San Pablo y la Universidad Estatal de Campiñas de Brasil.
Javier Milei despliega la motosierra en la UBA
Sin embargo, este galardón demuestra la resiliencia ante la falta de presupuesto pero no puede disimular profundas inequidades que se están viviendo en facultades donde se cierran cátedras o el maltrato que se produce con importantes investigadores y docentes de la UBA como sucedió con el reconocido biólogo, Eduardo Wolovelsky, que se enteró de su retiro cuando fue a dar clases.
Y, los problemas no harán más que empeorar el próximo año porque luego de dos años de no contar con un presupuesto aprobado, con prórrogas desactualizadas; y tras registrar en 2025, la inversión más baja de los últimos 20 años para educación superior, el proyecto presentado para 2026 por la administración de Javier Milei, consolida todos los recortes aplicados en el último año y medio y amenaza con llevar al sistema universitario a un nivel de deterioro sin precedentes.
La motosierra para el sistema educativo nacional y para la UBA no se detuvo ni se detendrá. En el rectorado de la UBA explicaron a iProfesional que la partida prevista para 2026 no contempla:
- La recomposición de los gastos de funcionamiento.
- La actualización de las becas estudiantiles.
- La reanudación de las obras de infraestructura y mantenimiento que continúa paralizada.
- La recuperación del poder adquisitivo de los salarios docentes y no docentes, gravemente afectados en 2024 y 2025.
- Ni un mecanismo que impida que el presupuesto siga perdiendo valor en 2026.
Medida en relación con el PBI, la inversión proyectada para 2026 mantiene el piso histórico alcanzado en 2025 y vuelve a ubicarse por debajo del 0,5% del PBI.
En ese contexto, y con el veto presidencial ejercido contra la Ley de financiamiento universitario, los decanos comenzaron a ahorrar de las maneras más insólitas. Las medidas abarcan desde la prohibición de uso de calefacción o aires acondicionados hasta la restricción de programas de extensión universitaria o investigación. Solo los hospitales universitarios quedaron excluidos de las políticas de austeridad.
En muchos casos, la UBA comenzó a desprenderse de profesores y a cerrar cátedras. En la prestigiosa facultad de Filosofía y Letras de la UBA de la calle Puán, casa de estudios fundada por Ricardo Rojas y donde dictaron clases, Jorge Luis Borges; Beatriz Sarlo; María Isabel Santa Cruz, José Luis Romero, Conrado Eggers Lan o Néstor Cordero, acaban de cerrar una cátedra de Gramática.
La gestión de la carrera de Letras, en la última sesión de Junta Departamental, aprobó con el apoyo de la mayoría de profesores y graduados el cierre de la cátedra de gramática "c" (Borzi). Las razones esgrimidas fueron, por un lado, la jubilación de la titular y, por el otro, que ya existen otras dos cátedras que dictan la materia, aunque ninguna con el enfoque específico de la cátedra Borzi. Ninguna de estas razones justifica el cierre.
De esta manera, al menos 8 docentes de esa cátedra tendrían que concursar por nuevos cargos en las otras dos que siguen en pie, de pretender mantener un cargo. Se trata de algo improbable, dado la cantidad de profesores y el laberinto burocrático del concurso. Por lo que probablemente se quedarán sin sus trabajos.
El profesor y doctor en medicina, Roberto Borrone de la facultad de Oftalmología de la UBA señaló que durante el primer año del gobierno de Javier Milei, los salarios de los docentes perdieron de manera total frente a la inflación. "Respecto de los salarios docentes y no docentes, la pérdida de su poder adquisitivo es notoria. La información institucional refiere una pérdida del 36,7% frente a la inflación del último trimestre del 2024".
Y, esa situación se consolidó en trimestres sucesivos. A mediados de 2025, la Federación Argentina de trabajadores universitarios (FEDUM) señaló que durante este año se produjo, "la mayor pérdida del poder adquisitivo de la historia, nuestro salario se ha convertido en el peor de Latinoamérica".
En ese marco, un nuevo informe del Grupo EPC (Economía, Política y Ciencia) confirma que el sendero descendente en el poder adquisitivo de los sueldos de Ciencia y Tecnología parece no tener final.
Así, de acuerdo con el estudio, en junio de 2025, los salarios del sector siguieron sin tener ningún tipo de aumento nominal, por lo cual cayeron un 1,6% real respecto del mes anterior. Además, es la primera vez desde julio de 2021, que ninguno de los agrupamientos que conforman el sector –investigadores, docentes, becarios y empleados públicos– recibieron subas nominales.
Jubilaciones para todos y todas. El caso Wolovelsky
La necesidad de recortes en el personal llega al punto de revisar las fichas de todo docente que esté listo para ser jubilado sin importar la experiencia y los valores que suman esos profesores a las nuevas generaciones de estudiantes.
El caso Wolovelsky es un ejemplo válido de las desprolijidades que se cometieron, en esta oportunidad, en el centro cultural Ricardo Rojas, dependiente de la UBA.
Eduardo Wolovelsky, biólogo de reconocida trayectoria y autor de libros significativos en los últimos tiempos donde alertó de manera profética acerca de los males que conllevaría en la sociedad una larga cuarentena como la que decretó la administración de Alberto Fernández durante la pandemia de Covid-19, cuando pocos intelectuales se animaban a dar el paso de criticar los encierros y otras cuestiones, se enteró de la noche a la mañana que la UBA lo había jubilado.
Una desprolijidad que el autor del libro 'Obediencia imposible', y que disertó acerca de la ilusión del encierro total y el error de erigir a los científicos en sacerdotes y burócratas, no dejó pasar. Precisamente por el trato burocrático con el que fue anoticiado de su retiro intempestivo.
Wolovelsky explicó a iProfesional "envié una carta al rector Ricardo Jorge Gelpi para demostrarle que no se nos puede tratarnos como ganado o como un simple número en sus cuentas". En medio de tantas restricciones presupuestarias, los burócratas encuentran su lugar para sostener sus privilegios.
El profesor explicó los hechos y las desprolijidades de los últimos tiempos en la UBA de la motosierra. "En julio de 2024, la Dirección General de Recursos Humanos de la Universidad de Buenos Aires remitió una carta a mi domicilio para concretar el necesario acto de intimación jubilatoria. Como respuesta sobre el destino del documento, recibió dos esquelas del Correo Argentino en las que se afirmaba respecto del domicilio y del destinatario: "cerrado, ausente. Se deja aviso" (de la existencia de las esquelas, y por lo tanto de la comunicación formal, recién tomo conocimiento el 7 de agosto de 2025)", explicó Wolovelsky
Pero, "¿qué hizo entonces esa Dirección para comunicarme de manera fehaciente la intimación? Nada, absolutamente nada. Un año después, en el mes de julio, se me da de baja en mi trabajo sin previo aviso. No solo se meniega a mí el conocimiento de mi situación laboral, sino que, presumiblemente, se lo hace también con las autoridades del centro que me dirigen y responden por mi presencia en el lugar, por lo que continúo con mi asistencia y producción intelectual. Recién supe de mi cese el 6 de agosto de 2025 en un encuentro informal con la directora del Centro Cultural Ricardo Rojas durante la inauguración de una muestra artística".
Así se jubiló a uno de los profesores que más alumnos convocan
Para Eduardo Wolovelsky su caso no es solo producto de la motosierra mileista y los desencuentros que producen en la comunidad académica sino también mala práxis burocrática, "que la administración tenga como costumbre establecida defender una y otra vez sus propias acciones, se puede entender desde una cierta lógica corporativa que es efectiva a la hora de eludir todo cuestionamiento y toda responsabilidad por los actos realizados con impericia y de manera negligente. A quienes de esta forma actúan, poco parece importarles el completo hundimiento de la legitimidad ético-legal de las instituciones en las que trabajan, las conforman y las representan".
Lamentablemente, el caso que nos ocupa demuestra que, lejos de constituir una excepción, la actual administración del Rectorado de la Universidad de Buenos Aires reproduce y confirma esta preocupante regla al tiempo que hace malabares con un presupuesto escaso que jaquea a la principal universidad de la Argentina. Aquella que creara, Bernardino Rivadavia en 1821.