El imán de los barrios cerrados a más de 50 kilómetros de Buenos Aires: mucho verde, agua y lotes grandes
En los últimos años, por lo menos 10, se viene observando un fuerte movimiento de proyectos inmobiliarios más allá del km 50. El fenómeno se produce particularmente sobre la ruta nacional 8 desde Pilar hasta Capitán Sarmiento y en la ruta nacional 9 desde Escobar hasta Campana-Zárate.
El fenómeno es un factor clave en la revalorización de distintas zonas y obedece en parte, a la mejora en la infraestructura vial, la expansión de polos comerciales y sanitarios y la creciente digitalización del trabajo.
"Los desarrolladores están buscando diferenciarse con terrenos más amplios y naturales, con menor densidad y más verde; precios accesibles por metro cuadrado; nuevos conceptos de comunidad donde se destaca la sustentabilidad y un estilo de vida relajado. Pero sobre todo, apuestan por inversiones con mayor plusvalía al ingresar en etapas tempranas de crecimiento urbano", explica Ariel Córdoba de la inmobiliaria homónima.
Del lado de los usuarios, la decisión de dónde vivir ya no depende exclusivamente de la cercanía con el lugar de trabajo, sino de una búsqueda más amplia que combina conectividad, confort y equilibrio entre lo urbano y lo natural.
"Hoy, haciendo solo 10 minutos más en auto, a partir del Km 50 hay opciones muy interesantes, en nuevos centros semiurbanos que ofrecen calidad de vida, servicios diferenciales y con excelente ubicación", señala Javier Brea, gerente Comercial de Ayres Desarrollos.
Las opciones que ofrece el mercado inmobiliario
Ubicado en Cardales, Ayres de Cardales se destaca como uno de los desarrollos que hace punta en esta tendencia. Cuenta con 296 lotes desde 2.600 m² con un valor aproximado de u$s90.000 y que puede llegar a los u$s200.000 para los terrenos más grandes -de 3.900 m²-.
El proyecto contempla senderos ecuestres, club house, caballerizas y forestación original preservada. Una apuesta "por la campiña y por la vuelta a la vida con lujo natural", destaca Brea.
En paralelo, Corredor Los Lagos, la consultora inmobiliaria con fuerte presencia en la zona, observa cómo el fenómeno se expande en el ramal Escobar, un corredor que viene creciendo año a año y despertando el interés de grandes desarrolladores.
De acuerdo a lo que explica Juan Cruz Bilotto, CEO de la firma, "la zona se potencia con un movimiento comercial creciente y lo más importante: el acceso rápido, a minutos de Panamericana".
Como punto de referencia, en Puertos del Lago, una casa con salida al agua tiene un valor del orden de u$s1.800.000 y expensas de $1.000.000 mensuales.
Por su parte, el gerente comercial de Sygsa, Uriel Broitman, remarca que más allá del km 50, lo que define el éxito de un proyecto es su capacidad de convertirse en destino autosuficiente.
"El comprador busca desarrollos que lo inviten a quedarse dentro la mayor parte del tiempo. Cuanto más diferenciado y autosuficiente sea el proyecto, mayor será su capacidad de atraer demanda y sostener valor en el largo plazo", señala.
Islas, un barrio náutico con salida directa al Paraná y La Amelia, en Exaltación de la Cruz, con una arboleda centenaria y planes de forestación integral son ejemplo de este fenómeno.
"En proyectos residenciales como La Amelia, en Exaltación de la Cruz, los lotes —que en promedio tienen 1.500 m² —parten desde los u$s25.000, mientras que en desarrollos más premium, como Islas, los valores comienzan en torno a los u$s35.000, variando según la ubicación y el calado disponible para embarcaciones", detalla Broitman.
Un factor clave en estos emprendimientos más allá de la frontera del km 50 es la facilidad de compra, con planes de financiación en pesos de hasta 24 y 48 cuotas, que hacen accesible el ingreso. Un diferencial que en estos tiempos no es accesorio sino la condición de éxito.
"Hoy, para vender un loteo después del Km 50, lo primero es plantearse qué ofrece nuestro proyecto, que no ofrecen otros", remarcan en Sygsa.
El masterplan de La Amelia ha sido diseñado con especial cuidado sobre un terreno de 30 hectáreas, dando lugar a 145 lotes exclusivos. El valor distintivo está en su imponente arboleda añosa y en un plan de forestación integral, que no solo enriquece el paisaje con especies variadas durante todo el año, sino que también refuerza el compromiso ambiental mediante una gestión responsable de residuos y una planificación urbana pensada para la vida en comunidad.
En proyectos como Islas, el gran diferencial es que todos los lotes tienen salida directa al río Paraná, algo único en la zona. A esto se suman tablestacados, amarras, guardería náutica y áreas comerciales y de servicios, que complementan la vida dentro del barrio.
Por su parte, Ayres Cardales se destaca por la amplitud y calidad de sus espacios comunes: el 50% de la superficie del barrio está destinada a espacios verdes y de uso común. A ello se suma una huerta orgánica propia, donde los vecinos podrán cosechar productos frescos y disfrutar de un horno de barro comunitario.
El proyecto también contará con un espacio para poder armar unos storage, para poder almacenar, guardar o armarse su atelier. Como complemento, la zona ecuestre se presenta como un atractivo único: con caballerizas y pista de vareo, los propietarios tendrán acceso directo a caballos disponibles dentro del barrio.
Opciones low cost que se suman a la movida más allá del km 50
Así las cosas, la expansión del corredor norte continúa consolidando una tendencia: cada vez más familias eligen conglomerados suburbanos después del kilómetro 50 como una opción inteligente para vivir o invertir.
En ese contexto, los barrios semicerrados que combinan entornos verdes, buena conectividad y costos de mantenimiento muy bajos, se imponen como una excelente opción. Entre los emprendimientos más destacados con estas características se encuentran:
- San Sebastián (en el límite de Pilar y Escobar) Si bien es un barrio privado y tiene expensas por un valor de 500.000 pesos, el valor de los terrenos es económico: se pueden conseguir desde u$s18.000
- San Jerónimo I (Escobar). Lotes desde u$s25.000 de contado, con opción de financiación.
- San Jerónimo II (Escobar). En plena etapa de desarrollo. Lotes desde u$s18.000 de contado, también con planes de pago flexibles.
- San Juan Bautista (Pilar). Próximo a entregarse. Lotes desde u$s23.000, con financiación disponible.
- San Benicio (Pilar). En etapa de pre-venta, con lotes desde u$s20.000 y financiación a medida.
El mercado inmobiliario suburbano está atravesando un cambio de paradigma. La cercanía a Capital ya no es suficiente: lo que gana valor es la exclusividad de la experiencia. Barrios de campiña, urbanizaciones con lagos navegables, complejos sustentables y microciudades con infraestructura propia marcan el futuro del real estate más allá del km 50.