El robo de energía no parece ocurrir solamente en barrios carenciados o en alguna de las villas de emergencia que existen en el ámbito de la provincia de Buenos Aires o de la Capital Federal.

Últimamente, las empresas distribuidoras también están detectando este tipo de delitos en zonas residenciales o barrios cerrados al estilo de los countries top bonaerenses.

Hace unos días y en el medio de un operativo habitual de detección de robo de energía, un grupo especializado de la empresa Edenor encontró una serie de irregularidades y conexiones clandestinas que alimentaban dependencias del “Club de Polo Centauros” en la localidad de General Rodríguez.

En el operativo, del que participaron también directivos de la administración del Club, se desubrieron conexiones directas, clandestinas, desde el transformador de Edenor al interior del predio. Asimismo, se detectaron conexiones directas en la iluminación pública del Club, como también en bombas de riego para el mantenimiento de los campos.

Se comprobó además que las caballerizas del predio contaban con aire acondicionado en directo para los equinos y con subdivisión de consumos con medidores de Edenor robados y otros comprados en comercios de electricidad, con posible comercialización de la energía a usuarios de estas dependencias.

Por otra parte, también se detectó un fraude, en al menos una de las viviendas del Club de Polo.

Por estos motivos, Edenor inició las acciones administrativas, civiles y penales para el recupero de la energía robada.

“El hurto o el robo de electricidad, así como la defraudación por manipulación de instrumentos de medición, son delitos penales castigados por la ley”, advierte la compañía propiedad de Pampa Energía a través de un comunicado.

Además agrega que “este tipo de conexiones, al no contar con las medidas de seguridad requeridas, causan picos de tensión y afectan la calidad del servicio”.