Análisis económico de la industria del champagne en la Argentina

ANALISíS ECONí“MICOLa rentabilidad actual de la producción es igual o mayor que la de la industria, lo que significa que trasladamos los beneficios a la producción primaria y su gente.

Sólo con viñedos de calidad estaremos en condiciones de competir con éxito en los mercados mundiales, en los cuales aún no contamos con el conocimiento de los consumidores ni con la credibilidad de origen necesaria para el sano desarrollo de las exportaciones.

La aplicación del impuesto interno provocó un fuerte aumento de precios en los vinos espumantes: la significativa baja en las ventas reportada en supermercados ha sido el resultado de ello.

La elasticidad en la demanda no permitió continuar con el proceso de recuperación de costos de producción. El sector de vinos espumantes ha perdido su rentabilidad Serí­a muy acertado amortiguar la caí­da de consumo antes de que las consecuencias sean irreversibles, especialmente si se tiene en cuenta el efecto multiplicador de la actividad.

Se calcula que en el año 2005 las necesidades de compra de uva para espumantes no pasarán del 50% de lo que se compró en el año 2004.CONSECUENCIAS PARA LOS PRODUCTORES DE UVAEfectivamente el problema no es sólo de las empresas dedicadas a elaborar espumantes, sino se transforma en un graví­simo problema para los productores de uvas, solo en nuestro caso son más de 250. Productores que se encuentran con viñedos de uvas para espumantes que tienen una difí­cil colocación en el mercado de uvas para vinos tranquilos.

Las bodegas de vinos tenemos cierta agilidad para los cambios, pero estos productores se ven en un callejón sin salida. Sin créditos y con un cultivo que requiere un mí­nimo de 5 años para la reconversión. (Arrancar las variedades existentes, plantar nuevos viñedos y esperar 3 a 4 añoslas nuevas producciones).

El impacto negativo no es solo sobre los productores sino, lo que es peor, sobre sus empleados rurales que en total representan no menos de 5000 familias.EFECTOS SOBRE LA RECAUDACIí“N NACIONALEl impuesto interno de los espumantes, no genera recaudación adicional, solo substituye la disminución del IVA por la caí­da de más del 22% del volumen y representa solo el 0,3% a fines de Octubre del total de los impuestos internos que estimamos cerrará el año en 0,4%.ANTECEDENTESEl vino espumante se define en el inciso c) de la definición de vino, Es un vino más con doble fermentación, más valor agregado y por la presión en botella, requiere de más costos en sus insumos.

• Históricamente existió un diferencial de impuesto interno entre el vino y el vino espumante del 2.5%. (Vinos 2.5%.Vinos Espumantes 5%).
• En el año 1996 fueron eliminados por ley todos los impuestos internos.
• En el año 1999, buscando evitar mayor presión para imponer impuestos internos en el vino, los legisladores aceptaron y promovieron por ley un impuesto interno al vino espumante del orden del 12%, creando una diferencia con los vinos sin precedente en la historia de los vinos espumantes en la Argentina, que definitivamente deteriora la posición competitiva de los mismos frente a los vinos. Esto no tuvo relevancia para la recaudación, ya que los vinos espumantes solo representaban 3% del total de vinos, en la actualidad representan el 1.5%.
• En el año 2001, ante la continúa perdida de volumen del sector, el impuesto fue suspendido hasta fines de 2003. Cabe hacer notar que en el 2002 tras la profunda crisis vivida en la Argentina todos los insumos sufrieron importantes aumentos, para fines del 2003, el sector no los habí­a podido absorber y antes de que esto hubiese sido posible, se aplicó el impuesto interno con una tasa de 12% (13.6% efectiva), lo cual significó para la industria un promedio de 50% de aumento en sus costos de un dí­a para otro, razón por la cual hubo que aumentar agresivamente los precios con las graví­simas consecuencias que generan las continuas caí­das de volumen.
• Los vinos y los vinos espumantes son producto de la vitivinicultura, inversiones a muy largo plazo y parte de las raí­ces culturales de Argentina, en este sentido la Argentina es solo comparable con los paí­ses productores de Europa, en donde el impuesto internos a vinos y espumantes es igual a cero.
• El daño ha sido enorme, las caí­das a Octubre marcan una perdida del 22% de volumen acumulado versus el año 2003. Con 25% de caí­da se daba un equilibrio entre el ingreso fiscal con o sin impuesto para este año, es decir este año con estas caí­das de volumen el gobierno recauda menos de lo que hubiese podido recaudar dejando libre las fuerzas de mercado, es decir al final todos pierden.
• Al analizar los costos de producción de vinos espumosos vemos que los mismos crecieron un 71% entre el 2001 y el 2003. Sin embargo, el sector pudo incrementar sus precios tan sólo un 39% en el perí­odo mencionado.
• Al reestablecer la carga del impuesto interno en el 2004, el costo total alcanzará un aumento del 142% del costo antes de la devaluación: 83% de aumento del costo producto de la inflación y 50% de aumento por la carga del impuesto. Lógicamente, esta pérdida no podrá ser recuperada en el corto plazo a través de aumentos de precios, dada la caí­da producida en los volúmenes con el aumento de precio debido al impuesto.
• De continuar el Impuesto para el año 2005, el costo total alcanzarí­a un aumento del 163% del costo antes del 2002,: 113% de aumento del costo producto de la inflación y 50% explicado por la carga del impuesto. Del aumento de 42 pts. en la inflación en costos respecto a 2003, 17pts.son consecuencia del mayor costo de la uva comprada en el 2004, que se usara en 2005 y 25 pts por el aumento de los insumos secos y procesos, aumentos todos ya en cartera.
• Si aun no se ha podido recuperar la inflación de costos, difí­cilmente se pueda pensar en mantener mayores cargas (impuesto interno) sin hacerle un daño definitivo al sector de vinos espumantes.