La red Echelon o "la Gran Oreja"
La ley y el decreto presidencial que autorizan a los servicios de inteligencia argentinos a scanear las comunicaciones privadas (mails, chats y llamados que se realicen por Internet) ya es denominada en algunos ambientes informáticos locales como el "Echelon argentino". Hacen referencia así a lo que en el mundo se conoce como Echelon o "La Gran Oreja", un sistema de espionaje electrónico.
Las computadoras de este programa permiten reconocer palabras, teclas, números y hasta timbres de voz, de comunicaciones telefónicas, de fax o de correo electrónico a través de Internet.
El sistema fue desarrollado en la década del '70 y es operado a escala mundial por los Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá, Australia y Nueva Zelanda. Es un sofisticado y potente programa que permite interceptar en todo el planeta comunicaciones transmitidas vía satélite.
Funciona con una amplia red de computadoras conectadas con siete estaciones alrededor del mundo que reciben, analizan y ordenan la información capturada por los satélites de comunicaciones.
Las computadoras de este programa permiten reconocer palabras, teclas, números y hasta timbres de voz, de comunicaciones telefónicas, de fax o de correo electrónico a través de Internet.
Echelon fue desarrollado en el marco de un acuerdo de espionaje entre Estados Unidos y Gran Bretaña en 1948, al que más tarde se unieron Australia, Nueva Zelanda y Canadá. La existencia de este acuerdo, bautizado UKUSA, fue reconocida en marzo de 1999 por el gobierno de Australia.Palabras peligrosasLa "Gran Oreja" fue programada para alertar cuando en una comunicación se detectan palabras "peligrosas" para la seguridad nacional de los Estados Unidos o de los otros países participantes en el proyecto. Las grandes cantidades de datos recogidos por el sistema son luego filtradas por potentes computadoras.
El programa permite interceptar en sólo media hora hasta cerca de mil millones de mensajes, que luego son filtrados para extraer los datos de interés para cada país. Así, la aparición de palabras como "terrorismo", "bombas" o "ántrax" es motivo de alarma en partilcuar si se repiten de en una misma conversación.
Según la prensa estadounidense y francesa, el programa tiene su base en una gran estación ubicada en Menwith Hill, Gran Bretaña, que, a su vez, está conectada a una extensa red satelital. La base, que está camuflada en una zona rural, funciona desde 1966 y allí trabajan alrededor de 1.400 personas.
En un principio estaba dedicada a interceptar la información de los países del Pacto de Varsovia, pero luego del fin de la Guerra Fría sus actividades de espionaje se expandieron hacia otras áreas, como el espionaje industrial y de empresas.
En Internet, Echelon está catalogado como el arma de espía del gobierno estadounidense y por ello fue objeto de "represalias" por cientos de usuarios. En octubre de 1999 se estableció un "Día de obstrucción de Echelon". Diversos grupos internacionales para la defensa de los derechos civiles y personas de todo el mundo comenzaron a bombardear el sistema a través de la Red y de las líneas telefónicas con palabras como "terrorismo" con la esperanza de que el sistema entrará en crisis, pero sin lograr su objetivo.Una visita sugestivaEl 31 de julio de 2003 se realizó una reunión organizada por la OEA en la Cancillería argentina para debatir, durante dos jornadas, sobre la seguridad de la red. En el encuentro participaron un funcionario del Departamento de Justicia de los Estados Unidos y otro del FBI. Se trata de los dos organismos que impusieron, aprovechando los atentados terroristas del 11 de setiembre de 2001, la llamada Ley Patriótica, destinada a controlar los servidores de Internet y revisar correos electrónicos sin necesidad de intervención judicial. En esa reunión se hizo una demostración del polémico sofware policial Carnivore, que vigila el correo electrónico de la red.
Curiosamente, dos años después de ese encuentro, el 31 de julio próximo, vencerá el plazo para que los proveedores locales de la red estén en condiciones de cumplir con la ley y el decreto cuestionados.Espionaje industrialEl Parlamento Europeo difundió el 24 de febrero de 2000 un informe que entre otras cosas denuncia que las comunicaciones interceptadas por la red Echelon ayudó en dos ocasiones a compañías estadounidenses a ganar ventaja sobre las europeas.
El informe asegura que Echelon puede "pinchar" fácilmente "miles de millones de mensajes por hora", incluidas llamadas telefónicas, faxes y e-mails privados.
A pesar del rechazo de los países involucrados, los parlamentarios europeos llamaron a tomar acciones drásticas. "Tenemos todas las razones para estar shoqueados por el hecho de que esta forma de espionaje, que viene funcionando desde hace años, no ha impulsado ninguna protesta oficial", se quejó Nicole Fonatine, el entonces presidente del Parlamento Europeo.Rechazo europeoEn mayo de 2004, medios especializados informaron que la Unión Europea invertirá cerca de 11 millones de euros hasta 2008 para desarrollar un sistema de comunicaciones basado en la criptografía cuántica. Si tiene éxito, el proyecto generará claves "absolutamente irrompibles" y frustrará los intentos de control y espionaje como Echelon. La idea no es otra que conseguir un sistema de comunicaciones que no pueda ser interceptada por nada ni nadie.
La criptografía cuántica se basa en las propiedades físicas de las partículas más pequeñas, lo fotones, para crea y transmitir códigos binarios. La polarización de un fotón mientras viaja por el espacio puede ser usada como un cero o un uno según las ideas de los científicos Charles H. Bennett y Gilles Brassard.
La ventaja de este sistema es que cualquier intento de interceptar los fotones ha de interferir necesariamente en la polarización, por lo que sería detectable. Una clave interceptada podría ser así fácilmente desechada y ser sustituida por otra.
Este sistema, SECOQC (Secure Communication based on Quantum Cryptography), está pensado para generar seguridad en el intercambio de claves, y no tanto para el intercambio de datos en sí. Los datos cifrados entonces serán transmitidos por métodos normales, ya que el sistema combinará la criptografía cuántica con otros métodos de seguridad en la transmisión.
Colaboran en el proyecto, expertos en la física cuántica, criptografía, desarrollo de software y de redes de universidades, institutos de investigación y compañías privadas de Austria, Bélgica, Gran Bretaña, Canadá, la República Checa, Dinamarca, Francia, Alemania, Italia, Rusia, Suecia y Suiza.