Quattrini, Laprida & Asociados, con el traje de los clientes
En Quattrini, Laprida & Asociados aseguran que conocer los negocios de los clientes permite saber mejor cuáles son sus problemas y buscar la más óptima solución. Resaltan la necesidad de adaptarse a los cambios coyunturales. La práctica profesional de Quattrini, Laprida & Asociados no se mantuvo ajena a los ciclos económicos del país y los llevó a acomodarse a los cambios. Así, de un estudio que en 1992 nació con un claro perfil orientado a fusiones y adquisiciones, hoy son las necesidades de los clientes las que trazan los caminos a seguir.Sin embargo, desde el estudio destacan que lo que no cambió es el "compromiso total" hacia el cliente y la permanente búsqueda de conocer cómo son sus negocios, algo que les posibilita entender mejor sus problemas. "Nos gusta conocer cómo es el proceso productivo de los clientes, lo que nos permite asesorarlos integralmente; por eso, lo primero que les pedimos es ir a la planta y eso nos distingue de otros estudios", aseguró Federico Laprida, managing partner de la firma.Además, el esmero y la calidad de trabajo, y el no escatimar recursos para buscar hasta "debajo de las piedras todas las posibilidades", son otros de los distintivos que destacan desde el estudio. Según Laprida, "todo ello hace que el cliente se sienta más y mejor protegido".La firma tuvo que transitar los vertiginosos cambios que afrontó la Argentina. "No somos nosotros los que imponemos la práctica sino nuestros clientes y el mercado", indicó Pablo Di Iorio, socio de la firma y futuro administrador de Quattrini, Laprida & Asociados, cuando el próximo año Laprida le ceda su lugar.Tanto Laprida como Di Iorio destacaron tres momentos bien definidos que marcaron el camino en la firma: el boom de los ’90, donde se produjeron importantes operaciones, de empresas que expandieron sus negocios en el mundo, creando una subsidiaria o comprándola en la Argentina; luego llegó la recesión y la crisis, donde lo que pasaba era exactamente lo contrario: inversores que querían irse, que terminaban vendiendo, cerrando o regalando las empresas.