Quién es Jack, el aliado clave del fiscal Marijuan para detectar billetes

Fueron 40 los allanamientos que se realizaron la semana pasada en las más de 150 propiedades registradas a nombre de Lázaro Báez y de sus familiares. El fiscal Guillermo Marijuan, junto a todo su séquito, comenzaron la exhausitva tarea que se detuvo durante el fin de semana y dejó al descubierto, entre otras cosas, que muchos de los suntuosos inmuebles se encontraban en desuso, nunca antes fueron utilizados. 

Detrás de uno de los grandes descubrimientos revelados, que aluden a un bolso repleto de fajos de dinero que usan los bancos, así como u$s90.000 que fueron secuestrados por disposición judicial, se encuentra Jack.

Él es uno de los perros sabuesos (en rigor se trata de un ejemplar de labrador) entrenados por la Agencia en un departamento especial creado durante los comienzos de la presidencia de Néstor Kirchner por el entonces titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, quien paradójicamente hoy está imputado en la causa.

Lo cierto es que ya se habían realizado los allanamientos en el domicilio de Martín Báez, en la calle Comodoro Py, y de Leandro Báez, sobre Villarino. Sin embargo, efectivos uniformados, junto con los colaboradores del fiscal, fueron a la casa de Melina, la menor de las hijas, quien amablemente accedió a que la Justicia ingrese al domicilio de Alcorta al 700.

Los allanamientos de los domicilios de los hijos de BáezLos efectivos de la División Fraudes Bancarios, dependientes de la Policía Federal, recorrieron cada costado del inmueble de dos plantas, y permitieron que Jack comience con sus tareas hasta que el cachorro, de entre 3 y 5 años, comenzó a delatar, excitado, que algo había encontrado.

Hasta ahí la secuencia tal cual se pudo reconstruir del allanamiento en la casa de uno de los hijos del empresario Lázaro Báez.

En uno de los ventanales de la planta alta ubicado en la vereda de la casa de Melina, Jack  advirtió a los empleados de la AFIP la posible presencia de dólares, ya que este cachorro de pelaje corto dorado y entrenado para reconocer las divisas norteamericanas, estaba "como loco" con el perfume a billete verde. Los efectivos tardaron dos segundos en hallar el bolso, como los que se vieron en los videos de La Rosadita, con las fajas de papel, con sellos del banco de Santa Cruz y del Macro, que las entidades bancarias utilizan para armar los "ladrillos" de billetes. Ese es el mismo bolso que tenía rastros de tierra y olor a humedad.

Jack también fue clave para encontrar los u$s90.000 en la casa de la hija, Melina.

Después del hallazgo en la calle Alcorta, el perro también fue testigo y parte clave de los allanamientos en la chacra 39, propiedad del dueño de Austral Construcciones. Jack, además, participó en la recorrida que se realizó en la chacra del barrio Cañadón, en El Calafate, también propiedad de Báez. Y cuando lo llevaron al campo Guer Aike, a 80 kilómetros de El Calafate, "marcó" los lugares donde las máquinas retroexcavadoras debían comenzar a buscar.

Los allanamientos de la Justicia Federal en las estancias de BáezEste labrador detector de dólares se suma a los de su raza y a los Golden Retriever, junto con los Flat-Coated Retriever (llegados de Noruega), entrenados y adiestrados para poder realizar con éxito los procedimientos de la AFIP en busca de los billetes o de drogas.

A Jack, como a los perros especialistas en rastreo de dólares y estupefacientes, también se los entrena para desactivar o encontrar artefactos explosivos. El procedimiento que siguen los animales se trata de "ejercitar una asociación, para que genere reflejos y lo condicione, de esa forma aprenden a reconocer el olor del billete".

En definitiva, lo que los perros hacen es ir en busca de su juguete, algo que Jack no solo encontró, como si fuera su pelotita, una galleta o una simple caricia, sino que fue el héroe silencioso de los allanamientos entre Río Gallegos y El Calafate. Y, hay que decirlo, Jack fue el único que encontró plata.