El hombre clave del caso político más importante de los últimos tiempos recibió otra mala noticia esta semana, aparte de su detención. Oscar Centeno fue echado de la Municipalidad de Berazategui, conducida por el ultra kirchnerista Patricio Mussi, donde trabajaba desde 2017.

Fue despedido porque "no fue a trabajar" desde el miércoles. Centeno fue uno de los apresados por orden del juez Claudio Bonadio que investiga presuntas coimas a exfuncionarios en las que también están implicados empresarios del sector energético y de la obra pública.

Centeno había entrado a trabajar a la Municipalidad de Berazategui el 27 de octubre del 2017, con un sueldo inicial de 15 mil pesos, que luego ascendió hasta los 19 mil, según publicó el medio local El Progreso. Su tarea era hacer viajes designados para los empleados en general, ya que no tenía a un funcionario o área directa.

Cuando era empleado de la administración nacional, el chofer se desempeñaba en el mismo rol pero bajo las órdenes de Roberto Baratta, exfuncionario del Ministerio de Planificación cercano a Julio De Vido.

Desde ese lugar fue testigo de haber llevado en el baúl de su auto bolsos con dinero que partieron de las dependencias oficiales hacia diferentes departamentos. Hay registros oficiales de su entrada a la residencia de Olivos cuando el presidente era Néstor Kirchner.

Al declarar como imputado, el detenido reconoció que los cuadernos con anotaciones con los supuestos pagos de los empresarios son suyos. La Justicia fue a su casa para buscar la versión original de los textos que destaparon una nueva trama de corrupción durante el kirchnerismo.

Efectivos de la Policía Federal llegaron a la propiedad ubicada en la localidad de bonaerense de Olivos junto con el fiscal que lleva adelante el caso, Carlos Stornelli, y el propio Centeno.

Según trascendió, fueron a buscar una llave para ir a otro domicilio donde están guardados los cuadernos originales. Sin embargo, esta versión no se puedo confirmar porque la causa está bajo secreto de sumario. El chofer vivió en esa casa desde el 2012, junto con su exesposa.

La causa empezó con la denuncia de la mujer que contó en la Justicia que su esposo repartía bolsos con plata. El conductor anotó durante diez años los recorridos que hacía en el auto oficial que manejaba. En los cuadernos están mencionados exfuncionarios, contratistas de empresas, dominios de autos y montos de plata, que llegarían a 160 millones de dólares.