"La sentencia incurrió en una arbitrariedad manifiesta"

Según Federico Basile, la condena al bufete por el despido de una empleada carece de todo rigor jurí­dico, pues en ningún momento valoró la prueba aportada
Por iProfesional
LEGALES - 13 de Junio, 2006

El fallo en el que la cámara del trabajo aplicó la figura del acoso laboral para condenar el despido de una empleada de un estudio jurí­dico puede cuestionarse por una inadecuada valoración probatoria, pero creo que no reviste demasiado interés para el tema del mobbing o acoso laboral, que en la sentencia no es objeto del análisis.

Es evidente que el tribunal se apartó de la causa del despido y falló en mérito a apreciaciones subjetivas absolutamente carentes de rigor jurí­dico.

En este sentido, es absolutamente irrelevante en términos jurí­dicos y de valoración probatoria buscar explicaciones a la motivación que tuvo la empleada para hacer la denuncia, así­ como resulta impropio para una sentencia que se concluya que las denuncias de la empleada resultarí­an creí­bles por el mero hecho de que el estudio no hubiera realizado, antes de proceder al despido con causa, un previo estudio acerca de las acusaciones de la empleada.

Lo cierto es que el estudio despidió a la empleada por reiteradas manifestaciones de inconducta e incumplimientos (la vaguedad de esta imputación genera la insuficiencia legal de esta parte de la causa), por retirarse anticipadamente sin dar aviso a sus superiores y por inventar en la nota un supuesto "psicoterror laboral" inexistente.

En este contexto, en lugar de detenerse a "imaginar" la motivación que tuvo la empleada para hacer la denuncia o arriesgar conclusiones sobre la credibilidad o no de las acusaciones o ingresar a un análisis sobre lo que hizo o dejó de hacer el estudio durante casi 12 años de relación laboral, la sentencia debió limitar su análisis en la causa del despido, que era la cuestión en controversia.

La causa del despido sólo habrí­a quedado demostrada si la parte demandada acreditaba fehacientemente en el juicio el incumplimiento central imputado a la trabajadora, es decir inventar el escenario de "psicoterror laboral". No advierto un solo considerando de la sentencia que hubiere referido a una prueba al respecto.

Sólo desde esta perspectiva, la sentencia incurre en arbitrariedad manifiesta porque no es tarea de los jueces analizar motivaciones subjetivas sino exclusivamente y en términos objetivos, hechos y derechos en controversia.

Federico Basile, socio de M&M Bomchil

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