La Policía Federal navega de manera "minuciosa" por internet para detectar posibles delitos. Estos pueden ser de todo tipo, incluída la venta de productos falsos.

Así se llegó, por ejemplo, a una oferta en la web que llamó la atención de un inspector del Departamento Delitos Federales. El bidón de tres litros de jabón líquido "Ariel" era demasiado barato, se ofrecía a un tercio de su valor de mercado.

El policía tiene como tarea habitual "realizar un minucioso registro de diversos medios públicos de información en la red Internet", según declaró en el juzgado.

El producto bajo licencia de "Procter & Gamble Argentina SRL", se vendía desde varios domicilios en Malvinas Argentinas y Moreno.

En uno de esos lugares se secuestraron máquinas, recipientes, tambores de jabón líquido, sachets vacíos con la palabra "Querubín" impresa, 1.000 bidones rotulados como "Ariel" con líquido en su interior y cuatro bultos con etiquetas adhesivas de "Ariel" y "Querubín". Además, había cajas con tapitas plásticas, 21 jaulas contenedores de mil litros con diferentes sustancias. No se encontró documentación alguna en respaldo por esa mercadería.

Una pericia encomendada a la A.N.M.A.T en base a muestras originales de "Ariel" entregadas por "P&G" demostró que el jabón líquido que se vendía por internet era falso.

La Cámara Federal de San Martín confirmó el procesamiento a los cuatro acusados por un delito que prevé hasta dos años de cárcel y el pago de una multa que va de un millón a 150 millones de pesos.

Se trata del artículo 31 de la Ley de Marcas 22.362 que, según interpretaron los jueces, alcanza no sólo al que ofrece a la venta sino también "la puesta en el mercado de productos con marca en infracción o la participación en alguno de aquellos actos mediante los cuales son entregados al comercio los mencionados elementos".

La "puesta a la venta" incluye "todos los actos de exhibición y oferta del producto espurio, intercambio, alquiler o cualquier forma mediante la cual alguien adquiera algún derecho sobre éste".

Por eso se advirtió que el delito se comete "con la mención en listas de precios, en papelería y en cualquier forma de publicidad de la marca en cuestión que no estén respaldados con la existencia de productos genuinos".

Los jueces Marcelo Fernández y Marcos Morán hicieron esta aclaración porque uno de los acusados argumentó que no se probó "siquiera una sola venta" de su parte de los productos cuestionados.

El jabón Ariel se ofrecía en la web y se proporcionaba como domicilio para retirar una casa de la localidad bonaerense de Moreno. A partir de allí se identificaron otras direcciones vinculadas a la venta.

Otro acusado dijo que ofrecía los productos de limpieza en su comercio de "todo suelto" sin rótulos ni marcas y rellenando los bidones que le llevaban sus clientes. Pero el argumento no prosperó e igual terminó procesado.

Las pruebas "configuran un cuadro imputativo de alto valor cargoso" con indicios serios, precisos y concordantes sobre una conducta donde siempre se supo "del origen falso de la mercadería" que tenían en su poder, estableció la Cámara. Todos quedaron en condiciones de ser enviados a juicio oral.