La Justicia rechazó una demanda contra Volkswagen Argentina SA por parte del dueño de un Audi A4 comprado en un concesionario oficial al dar por probado que el motor del auto se averió porque cargó gasoil en vez de nafta.

La demanda era por 669.589,53 pesos más intereses, más el costo del juicio, y estuvo dirigida a la vendedora y a la concesionaria oficial.

Ahora el perdedor tendrá que pagar todos los gastos que generó su intento de conseguir una indemnización por lo que, argumentó, habría sido para él una falla que debía cubrir la garantía oficial, algo que no sucedió.

En la demanda el cliente refirió que el auto se detuvo en la ruta y fue "imposible ponerlo en marcha nuevamente" por lo cual debió ser remolcado hasta un concesionario oficial.

En ese lugar intentó efectivizar la garantía, desarmaron íntegramente el Audi y después de un mes, refirió, "le informaron que su evaluación había arrojado como resultado un daño no cubierto", "sin detallarlo" y que "debía cambiarse el motor en block".

Como se negaban a cubrir la reparación con la garantía oficial, le exigían el pago de los gastos de desarme y rearmado.

"Al no recibir información adecuada", sostuvo, "cursó cartas documento exigiendo el cumplimiento de la garantía" y se las respondieron "negando la cobertura". Entonces, dijo que consultó a cuatro mecánicos particulares.

"Afirmó que sus opiniones fueron concluyentes y coincidentes en cuanto a que el desperfecto residía en el sistema de escape, inyección e ignición y no en el motor", según consta en el fallo judicial.

Al contestar la demanda, Volkswagen refirió que cuando el auto ingresó al taller de la concesionaria, el dueño "habría informado al asesor de servicio que había cargado gasoil en lugar de nafta y que, luego de transitar unos kilómetros, el motor había comenzado a fallar. Arguyó que ello quedó plasmado en la orden de reparación, habiendo suministrado la información que avaló con su firma".

Ante la falla del rodado y los dichos del cliente, el concesionario "tomó compresión del motor y evidenció que 4 de los 6 cilindros no poseían compresión", sostuvo la empresa.

Según su postura, el comprador del auto habría autorizado el desarme del motor y la extracción de combustible del depósito para su análisis en el INTI.

Volkswagen enumeró ante la Justicia los daños que la carga de un combustible no autorizado causan al motor y rechazó las acusaciones porque atribuyó el daño a la "negligencia".

La Cámara Comercial le dio la razón a la empresa. Según el fallo, pudo probar que cuando el cliente llegó con el auto parado aludió a una carga de gasoil y por eso "se extrajeron tres muestras" -una de las cuales se le entregó al dueño del auto- y las otras dos se sometieron a un análisis en el INTI, que informó que la muestra tenía "hidrocarburos pesados, tipo gasoil".

"La autenticidad del informe fue corroborado, luego, a través de la prueba informativa", remarcaron los jueces Alejandra Tevez y Ernesto Lucchelli.

En la causa consta una prueba pericial de una ingeniera mecánica. Allí se dio por corroborado que el Audi "funciona con nafta y según el manual dicha nafta debe ser de 95 octanos".

Además "el gasoil en un motor OTTO (naftero) como el del auto en cuestión provoca la detención" y que "a raíz de la incorrecta carga del combustible los cilindros pierden compresión".

"La afirmación en cuanto a que el automóvil se detuvo inesperadamente y no volvió a arrancar se condice con la recarga de gasoil", agregó el Tribunal. Y concluyó que las pruebas persuaden "en el sentido de que los desperfectos del automóvil resultan atribuibles" al dueño del vehículo.

En la demanda fallida se exigía daño emergente, material, por privación de uso, moral y punitivo.