A casi un mes del inicio del aislamiento social, preventivo y obligatorio, empresas y comercios mantuvieron todo este tiempo las persianas cerradas. Sin ingresos, buscan formas de recortar gastos y deudas de todas las maneras posibles.

Muchos se encontraron ya con un artículo en el Código Civil y Comercial que los habilita a plantearle a los propietarios de los locales que operan que no van a pagar el alquiler de este último mes. El número del artículo 1203 del Código Civil y Comercial ya circula como pan caliente en los WhatsApp y el texto, breve, también, dentro del capítulo 4 sobre "locación", en el parágrafo 1 de las "obligaciones del locador", acerca de la "frustración del uso o goce de la cosa" que es objeto de alquiler.

Allí dice: "Si por caso fortuito o fuerza mayor, el locatario se ve impedido de usar o gozar de la cosa, o ésta no puede servir para el objeto de la convención, puede pedir la rescisión del contrato, o la cesación del pago del precio por el tiempo que no pueda usar o gozar de la cosa. Si el caso fortuito no afecta a la cosa misma, sus obligaciones continúan como antes".

"El contrato de alquiler es un acuerdo de partes; el código establece derechos y obligaciones de las partes y ese artículo te da la posibilidad de pedir el cese del pago, pero no dice que el locador está obligado a aceptar, es un tema de negociación", señaló a Perfil María Laura Cánepa, del departamento jurídico del Estudio Lisicki Litvin.

"Pasó mucho en 2001", recuerda, y matiza: "Hay locadores que lo aceptan y los bancan, no pagan el alquiler unos meses o piden que se paguen los servicios nada más, pero es un acuerdo de voluntad de partes en última instancia".

Así fue que el artículo 1203 es "el tema" del momento en las negociaciones entre locadores y locatarios. Tanto es así que el grupo IRSA, gigante de la construcción y explotación de shoppings alquilando locales comerciales a distintas marcas, este mes directamente no mandó la factura para cobrar y sólo envió el recibo de las expensas.