Se agrava el conflicto gremial en las empresas telefónicas
Los trabajadores de Telecom y de Telefónica Argentina enrolados en la Federación de Obreros y Empleados Telefónicos (Foetra) Seccional Buenos Aires, tomaron ayer cinco centrales de esas empresas de telecomunicaciones.
Mientras tanto, en los restantes edificios se encuentran en "estado de asamblea permanente" según dijeron fuentes sindicales, que a la vez advirtieron que la medida es en reclamo de la "inclusión de 2.000 contratados" al convenio que rige el sector.
A su vez, trabajadores de la sede Barracas de Atento, la empresa de call center del Grupo Telefónica, se "desconectaron" imprevistamente ayer de sus posiciones y marcharon a una de las centrales tomadas, la que la compañía tiene en ese barrio, para sumarse a la medida. Los trabajadores de Atento también reclaman su incorporación al convenio del sindicato Foetra.
La medida de fuerza fue adoptada por el gremio que lidera Osvaldo Iadarola -en la sede de Libertad 41, de la Capital-, tras el fracaso en las negociaciones que vienen manteniendo los representantes de las empresas y los telefónicos, desde hace 28 días atrás.
"Telecom y Telefónica de Argentina se negaron a incluir en el convenio del gremio" a trabajadores contratados por empresas tercerizadas, declaró Silvia Hidalgo, vocera de la Foetra.
"Seguimos sin poder arribar a un acuerdo que permita la incorporación de nuestros compañeros contratados al convenio, lo que se traduce en directa afectación de los servicios de reparación, instalación de líneas, banda ancha y mantenimiento", enfatizó Hidalgo.
Admisión
La dirigente denunció además que el conflicto "se endureció más" desde el pasado 18 de octubre, cuando Telefónica de Argentina "impidió el ingreso de trabajadores en sus lugares habituales de empleo", sostuvo.
Hidalgo denunció que la compañía mencionada "reprimió violentamente a los trabajadores de las oficinas de Hurlingham con matones de civil fuertemente armados", por lo que Foetra dispuso el "estado de asamblea permanente en todo el ámbito de Telefónica".
Dijo también que "al mejor estilo de la dictadura militar", en la madrugada del domingo, "grupos armados saltaron por los techos de la sede de Azcuenaga y Sarmiento -de esta ciudad- para intentar forzar el ingreso al edificio".
Si bien el conflicto se inició hace 28 días, hasta ahora las empresas "no enviaron telegramas de despidos", completó Claudio Marín, secretario adjunto de Foetra - Buenos Aires.
Los mencionados conflictos está afectando los proyectos de expansión de Telefónica, que acaba de anunciar inversiones por $1.300 millones para el año que viene.
En la compañía de capitales españoles ya sostienen que los reclamos sindicales afecta a proyectos que involucra el 60% del desembolso comprometido, es decir, la instalación de nuevas líneas fijas y la ampliación de la oferta de banda ancha en todo el mercado local.
Es que, como consecuencia de esta complicada situación, el personal afectado a la estrategia frenó las obras desde hace más de una semana.
"Ya hubo situaciones con alto nivel de hostilidad, por ejemplo, en Hurlingham donde, por este conflicto, se estuvo a punto de dejar sin servicio a más de 27.000 clientes de esa central telefónica porque se dañaron las instalaciones", explicó hace pocos días a Infobae Rafael Berges, vicepresidente de Recursos Humanos de Telefónica de Argentina.
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