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Alarma: preocupa el posible despido de 1.200 trabajadores de una de las mayores lácteas del país

Inmersa en una larga y profunda crisis, desde hace varios años viene negociando una ayuda por parte del Estado nacional que sigue sin concretarse.
15/10/2021 - 20:20hs
Alarma: preocupa el posible despido de 1.200 trabajadores de una de las mayores lácteas del país

Sancor está otra vez en el centro del conflicto. Ahora se trata de una maniobra en la que están relacionados unos 1.200 trabajadores que temen quedarse sin trabajo.

A estos empleados se les entregaría una especie de IFE en carácter de subsidio. Se trata de una negociación que estarían llevando adelante representantes de un fideicomiso, compuesto por el grupo inversor que incluiría a la dupla Vila – Manzano, con autoridades nacionales, provinciales y de la Cooperativa.

"Las negociaciones están muy avanzadas", confirmaron fuentes vinculadas al sector. Esperan encontrar una solución porque al peronismo en Santa Fe no le fue muy bien. También señala MundoGremial que existe miedo en los integrantes del Consejo de Administración y de la Gerencia General de tener problemas penales debido a las deudas incumplidas; incluso con la AFIP hay saldo negativo por un monto que oscila los 7 ceros en dólares, entre retenciones, aportes e impuestos impagos.

Atilra (Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina), el sindicato que nuclea a los trabajadores del sector, que además lanzó el paro, está en pleno proceso electoral. Si bien a nivel nacional, Héctor Ponce, su secretario general, no tiene lista opositora (sí la tiene en la segunda cuenca rica que es Capital Federal con Cristian Oliva como protagonista); un malestar de esta envergadura generará un cuestionamiento interno.

A estos empleados se les entregaría una especie de IFE en carácter de subsidio

Carta a Alberto Fernández

En la página del sindicato se publicó antes de las PASO, una carta enviada a Alberto Fernández y a Cristina Fernández; y a los ministros Matías Kulfas (Producción), Martín Guzmán (Economía) y a Eugenio Basterra, ex ministro de Agricultura.

"Como es de conocimiento de las autoridades nacionales y de la opinión pública en general, la empresa SANCOR C.U.L. atraviesa una larga y profunda crisis que pone en riesgo su misma subsistencia como fuente de producción y trabajo", decía la misiva.

"Al respecto y por ello mismo, es importante mencionar también la existencia de inversores interesados que mantienen reuniones con las autoridades de la Cooperativa, a fin de arribar a un posible acuerdo que hasta ahora no han logrado (…) ante la ausencia y silencio de las autoridades de la empresa frente a sus dependientes a quienes no les dan ningún tipo de explicación, hemos brindado orientación, apoyo y contención permanente a nuestras/os afiliadas/os, paliando y acompañando las situaciones de angustia y depresión que viven, evitando y sofocando conatos de agresión y violencia social; y brindado también cobertura asistencial de salud a sus familias, pese a que la empresa no deposita a favor de la obra social los montos correspondientes a aportes y contribuciones para tal fin", agrega.

Viejo conflicto

Además, la compañía acumula una deuda con el fisco cercana los $6.000 millones y sigue con problemas operativos para que sus plantas puedan funcionar correctamente.
A pesar de sus reconocidas marcas, SanCor sigue con problemas operativos para que sus plantas funcionen correctamente.

Más allá del reclamo sindical, la crisis de la cooperativa láctea es de larga data y pone en riesgo su misma subsistencia como fuente de producción y trabajo, afectando un amplio espectro que involucra la actividad de una vasta región de sus zonas de influencia.

De hecho, la fortaleza de su marca y su capacidad de producción aún en este contexto de conflicto hacen que existan inversores interesados que mantienen reuniones con las autoridades de la cooperativa para sellar un acuerdo que hasta ahora no han logrado.

Este interés también impulsa los reclamos de ATIRLA para que el Gobierno concrete la ayuda prometida que permita facilitar las herramientas e instrumentos necesarios para que el ingreso de capitales privados se concrete.

Sin embargo, desde hace ya varios meses las conversaciones con los voceros oficiales se interrumpieron, al igual que el diálogo entre los ejecutivos de la láctea y los representantes sindicales, al punto que tampoco reciben ni los fondos comprometidos para el funcionamiento de la obra social, para los aportes y contribuciones.

Además, la compañía acumula una deuda con el fisco cercana los $6.000 millones y sigue con problemas operativos para que sus plantas puedan funcionar correctamente.

A esto le suma compromisos incumplidos con acreedores internacionales del orden de los u$s300 millones con un grupo de bancos acreedores y fondos de inversión.